ECONOMíA › INVESTIGACIóN SOBRE EL VíNCULO ENTRE CORPORACIONES FINANCIERAS Y DICTADURA

Dueños del poder y del golpe

El libro La dictadura del capital financiero, presentado ayer en la CNV, analiza la documentación del sistema financiero en la última dictadura y revela el severo control de las corporaciones sobre las decisiones de política económica de los militares.

 Por Raúl Dellatorre

“La documentación hallada obliga a resignificar el concepto de colaboración durante la dictadura: las corporaciones financieras fueron más que colaboradores de los militares, más que cómplices. Fueron protagonistas, artífices de un plan del que los militares, y la sangrienta represión, fueron su instrumento.” Esta consideración recorrió ayer varios de los discursos en la presentación de La dictadura del capital financiero - El golpe militar corporativo y la trama bursátil. ensayo elaborado por tres jóvenes investigadores (Bruno Nápoli, Celeste Perosino y Walter Bosisio) que trabajaron desde la Oficina de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores, creada bajo la gestión de Alejandro Vanoli (actual titular del Banco Central). El trabajo revela, 31 años después de recuperada la democracia, cómo un reducido grupo de empresas concentradas, con José Alfredo Martínez de Hoz como su representante, utilizaron los organismos del Estado, las leyes dictadas durante la dictadura y la represión de las Fuerzas Armadas para obtener beneficios y generar un sistema económico altamente concentrado que perdurara en el tiempo. La documentación encontrada y los testimonios de sobrevivientes, más los antecedentes previos al golpe (del Rodrigazo de 1975 en adelante) y las consecuencias posteriores, en materia de estructuras y leyes que se mantuvieron en el tiempo, permitieron a los investigadores reproducir el vínculo y la relación entre el poder económico y los ejecutores del siniestro plan de exterminio y control social.

La presencia de Nora Cortiñas (Madres de Plaza de Mayo), Alejandro y Carlos Iaccarino (empresarios secuestrados y torturados en la dictadura), más el saludo grabado por el historiador y periodista Osvaldo Bayer, marcaron la intensidad emocional de la presentación. Alejandro Vanoli subrayó el valor de “la reconstrucción de la Memoria, la Verdad y la Justicia” para echar luz sobre delitos cometidos y otros que tienen continuidad en el tiempo, y como “herramienta valiosa para entender aquel pasado y este presente”. Comprometió, además, la continuidad de ese camino a través de la apertura de los archivos del Banco Central que, seguramente, podrán aportar muchos más elementos al conocimiento e interpretación de ese pasado.

Ricardo Aronskind, economista e investigador, fue uno de los presentadores del libro, y subrayó como “hallazgos” del trabajo, por un lado, la profundización en el rol determinante que cumplió ese grupo de corporaciones empresarias, nucleadas en torno de Martínez de Hoz, durante la dictadura militar. “En los diálogos que se reproducen se ve cómo eran esos miembros del equipo económico quienes daban las órdenes, y los jefes militares hacían las consultas, y obedecían”, apuntó. El otro subrayado se refiere a la “periodización” del proceso, destacando que hay un “antes” al 24 de marzo de 1976 y un “después” a la entrega del poder a un gobierno democrático, el 10 de diciembre de 1983. El proyecto transformador a favor de una mayor concentración económica se inicia con el golpe de mercado del Rodrigazo (con Ricardo Zinn como principal mentor y ejecutor) y se prolongó más allá del fin de la dictadura, principalmente en las políticas de los ’90. “Si nos limitamos al período 1976 al ’83 vamos a ver el trabajo sucio, pero no vamos a ver toda la trama”, completó luego Bruno Nápoli, uno de los autores.

El ensayo abunda en documentación sobre las reuniones en que se elaboraron los proyectos económico financieros más trascendentes de la ápoca (Ley de Entidades Financieras, Ley de Inversiones Extranjeras, Ley de Descentralización de Depósitos), el rol que jugaron diversas instituciones a favor de la especulación y la concentración financiera (Banade, Banco Nación, CNV, Bolsa de Comercio), las fusiones y cesiones “forzadas” o “fraguadas” de empresas (Papel Prensa, Banco de Hurlingham, Industrias Siderúrgicas Grassi y otras), y otros hechos que, por su relevancia, merecieron capítulos aparte: Acindar SA y el montaje de empresas y financieras desde la ESMA.

La dictadura del capital financiero es una versión ampliada, más elaborada y redactada para hacer más accesible su lectura, de lo que fue el informe preliminar titulado “Economía, Política y Sistema Financiero - La última dictadura cívico militar en la CNV”, publicado en marzo de 2013. A fines del mismo año, el libro Cuentas pendientes, coordinado por Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky, incorpora un resumen de aquel informe de la Oficina de Derechos Humanos. La profundización de la investigación para esta última versión incluyó el cruzamiento de datos con el equipo de expertos en archivos del Ministerio de Defensa, que encabeza Estela Segado, que desclasificó abundante documentación vinculada con discusiones entre corporaciones civiles y funcionarios militares.

El propósito de este nuevo libro es ampliar la circulación de esta información y, a la vez, aportar datos sobre el rol de un poder económico que marcó una etapa negra de la historia pero que, en más de un sentido, sigue vigente.

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Más que colaboradores, las corporaciones fueron los dueños del plan que tuvieron a los militares como ejecutores.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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