ECONOMíA › OPINION

En inglés no es default

 Por Alfredo Zaiat

Pese a que analistas locales siguen hablando de un “default selectivo” o “default técnico” de la deuda argentina, los acontecimientos económicos, financieros y judiciales que van construyendo la realidad están defraudando sus deseos. Las principales variables económicas no se derrumbaron como sucede cuando un país declara su insolvencia. Las cotizaciones de los títulos públicos no descendieron, sino que por el contrario aumentaron y ahora está en valores máximos. Incluso los bonos con legislación Nueva York, como el Descuento en dólares cuyo valor mínimo de 1150 pesos el 16 de junio pasado (cuando la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos no tomó el caso dejando firme el fallo Griesa) se ubicó el viernes en 1630 pesos, un aumento de 42 por ciento. Es una ganancia insólita si fuera un papel en supuesto default. Ese recorrido económico y financiero desde mediados del año pasado luego de la confirmación del fallo de Thomas Griesa a favor de los fondos buitre muestra la inexistencia del default. Los bonistas perjudicados por el bloqueo de cobro aplicado por Griesa no iniciaron ningún reclamo contra la Argentina. Las demandas apuntaron al Bank of New York Mellon que está reteniendo su dinero por orden del juez de Wall Street. Una de ella empezó a prosperar en Gran Bretaña. El respaldo judicial inglés sumó un elemento más para continuar el derrumbe del cartel de default sobre la deuda argentina y fue aportado por el juez David Richards (foto). Para contrarrestar ese escenario favorable para la posición argentina, apareció el ejecutador de sentencias nombrado por Griesa, Daniel Pollack, para insistir con la negativa de negociar de Argentina y, por lo tanto, para mantener viva la situación de un default que no es.

No existe una cesación de pagos de la deuda argentina porque lo que está sucediendo a partir de la orden de cumplir la sentencia Griesa no ingresa en esa categoría. Es un bloqueo judicial de cobro con los bonistas como rehenes para forzar a la Argentina a pagar una suma exorbitante a los fondos buitre. Monto indexado por el propio Griesa. No existen antecedentes históricos de semejante extravagancia judicial en materia de deuda soberana. Una influyente tropa de editorialistas de medios, líderes empresarios conservadores, abogados y economistas igual sigue repitiendo que Argentina está en default pese a la sucesión de evidencias de que ese acontecimiento financiero no se produjo. Una de ellas es la reciente sentencia del juez Richards.

Los fondos Knighthead Master Fund, RGY Investments, Quantum Partners (de George Soros) y Hayman Capital Master Fund (de Kyle Bass) iniciaron una demanda contra el Bank of New York Mellon por retener los 225 millones de euros pagados por Argentina correspondientes a bonos con legislación inglesa. Ante la presentación de estos inversores y la defensa esgrimida por la entidad financiera, el juez Richards determinó lo siguiente:

1. Los bonos de legislación inglesa están regidos por la legislación inglesa.

Es una obviedad pero no lo es tanto porque el juez Griesa se extralimitó en el alcance de su jurisdicción, ampliándola desde Manhattan a todo el mundo, incluyendo Gran Bretaña y Argentina. Griesa, atribuyéndose la facultad de juez universal, ordenó al Bank of New York Mellon, que está subordinado a su jurisdicción, no canalizar los pagos de todos los bonos, incluyendo los nominados en euros regidos por la legislación inglesa.

2. Argentina cumplió con el pago al depositar en tiempo y forma (junio pasado) el dinero para cancelar el vencimiento de intereses del bono Discount en euros (225 millones) y esos fondos están en poder de la entidad fiduciaria (Bank of New York Mellon) encargada de distribuirlo entre los inversores.

También es una obviedad pero ese pago que quedó sumergido en el mar de confusiones agitado por Griesa porque Argentina giró los euros pero los bonistas no los tienen acreditados en sus cuentas debido a que quedaron bloqueados. Es una irregularidad provocada por el juez, no por el deudor.

3. El pago realizado por Argentina no es ilegal.

Otra obviedad porque el depósito fue realizado en tiempo y forma con destino a los bonistas del canje, inversores ajenos al litigio iniciado por los buitres por bonos del default 2001. El dinero lo ha recibido el agente financiero encargado de distribuirlo entre los bonistas. Esos dólares y euros ya no son de Argentina; pertenecen a los bonistas del canje. Esta definición del juez Richards es muy relevante porque el argumento de la ilegalidad es uno de los centrales de los fondos buitre en el litigio que se desarrolla en el juzgado de Griesa. Los buitres quieren que se declare ilegal el depósito realizado por Argentina y, por lo tanto, que el banco fiduciario lo cancele devolviendo el dinero al país. O que esos fondos sean embargados. Griesa puede dictar un fallo con interpretación extravagante del pari passu pero no pudo o no se animó a tanto. La dupla Griesa-Singer no puede embargarlos porque, si bien hasta ahora ha estado afectando derechos de terceros, despojarlos de esos dólares o euros tendría consecuencias no deseadas para la sociedad juez-buitre.

4. No ordenó al Bank of New York Mellon liberar los euros de los bonistas. El juez Richards no lo hizo para no imitar el exceso de jurisdicción de Griesa. El banco está sujeto a las leyes y jurisdicción de Nueva York, y la orden de no girar los euros fue dispuesta por un juez de ese distrito. Si la incumple por lo determinado por el juez inglés Richards corre el riesgo de sanciones y de hasta perder la licencia como fiduciario en la plaza de Nueva York. El banco está en una posición muy complicada. Otros bonistas también le iniciaron una demanda en Bélgica, y el gobierno avanzó legalmente sobre el incumplimiento del contrato del fiduciario.

El fallo de Richards confirma que no existe default de los bonos del canje 2005 y 2010, que los bonistas no recibieron sus euros pagados por Argentina y que el Bank of New York Mellon está incumpliendo con el contrato de repartir el dinero. Deja en evidencia que Griesa es el responsable de haber armado este estrago jurídico y financiero colocando a los bonistas del canje en un limbo y al banco en una posición muy delicada.

De todos modos, el banco tiene la opción de entregar la sentencia Richards a Griesa para solicitarle la liberación de los euros bloqueados, del mismo modo que lo ha hecho “por única vez” en tres oportunidades con el Citibank por bonos Descuento en dólares legislación argentina. El Bank of New York Mellon está en condiciones de solicitar la misma excepción. Si no lo hace ya no será que está limitado por la orden de Griesa, sino que revelará que es una pieza más del dispositivo de apoyo a los fondos buitres.

El ejecutador de la sentencia Pollack volvió a ratificar que es parte de ese equipo con la declaración de prensa que difundió el jueves pasado. Informó que el fondo buitre de Paul Singer pidió una negociación con Argentina hace dos semanas, y que ese convite no fue respondido. Pollack no desconoce que los abogados del país habían solicitado la integración de una lista final con todos los reclamos de fondos buitre y holdouts para negociar una salida en conjunto. Acordar sólo con Singer sería una solución parcial e incompleta para cerrar el capítulo default 2001. En Economía afirman que Pollack se niega a participar a todas las partes en igualdad de condiciones, y que en su comunicado no precisó que la propuesta del fondo buitre de Singer incluía confidencialidad para el encuentro, lo que fue violado por él mismo con su planteo público.

El equipo económico respondió a la jugada de Pollack diciendo que “revela una vez más el modus operandi del juzgado de Griesa. Si Argentina accedía a negociar “en secreto”, ¿cuánto tardaría en “filtrarse” la información a los medios locales e internacionales para perjudicar al Gobierno? Si Pollack no aguantó ni dos semanas antes de revelar su “secreta” propuesta acusando al gobierno argentino. Respecto a la vocación negociadora puesta en duda por Pollack, Economía reiteró que Argentina ofreció para todos los que no ingresaron al canje (no sólo para el fondo buitre NML Capital de Singer) un acuerdo que significa una ganancia de más del 300 por ciento en sólo seis años. Recordó que el gobierno de CFK solicitó que el juez Griesa permitiera conocer el universo preciso de bonistas que alcanza su sentencia, liberando el cobro a los tenedores de bonos de ley argentina y ley inglesa porque se encuentran fuera de su jurisdicción. Para concluir que “Griesa no ha resuelto estas cuestiones otorgando así mayor poder extorsivo a los fondos buitre”.

Cuando empieza a alejarse la nieve y el frío de Nueva York y las vacaciones de verano en Argentina, los buitres han regresado.

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Con peluca y toga, el juez inglés David Richards.
 

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