ECONOMíA › EL CENTRAL ULTIMA LOS DETALLES PARA SUMAR 6000 MILLONES DE DóLARES A LAS RESERVAS

Luz verde para la operación deuda

Los bancos involucrados exigieron una cesión de soberanía jurídica para que cualquier controversia se defina en los tribunales de Nueva York. La tasa de interés estará en el orden del 7 por ciento y la comisión llegará a 1,5 por ciento.

 Por Cristian Carrillo y Tomás Lukin

La conducción del Banco Central se prepara para poner en marcha la operación de endeudamiento de corto plazo por 6000 millones de dólares con bancos extranjeros. La propuesta sería presentada hoy durante la reunión de directorio por el presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger. La operatoria demanda que el BCRA alquile títulos públicos como garantía. Por eso, la ingeniería implicó convertir un pasivo intransferible entre organismos estatales en títulos de deuda externa que pagarán una tasa de interés más elevada. Cuando ingresen los dólares del crédito sumarán al stock de reservas del Banco Central, y en caso de no devolverlos, las entidades prestatarias se quedarán con los bonos recibidos. Los bancos involucrados exigieron un cesión de soberanía jurídica para que cualquier controversia se defina en los tribunales de Nueva York. La tasa de interés estará en el orden del 7 por ciento y la comisión llegará a 1,5 por ciento, alrededor de 90 millones de dólares. Una de las claves todavía desconocidas de la operación está en el valor que reconozcan los bancos extranjeros por nuevos títulos Bonar que recibirán en garantía. El kirchnerismo recibió propuestas similares que en su momento fueron desestimadas por sus costos y condicionalidades.

El crédito fue presentado a finales de diciembre como un hecho consumado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Las negociaciones que terminaron en cabeza del BCRA se extendieron más de lo previsto. En ese camino el monto del crédito pasó de 8000 a 6000 millones de dólares. La operación se canalizó a través del Central por dos razones. En primer lugar para sortear el asedio de los fondos buitre ya que las reservas son inembargables según las cortes norteamericanas. Y, adicionalmente, ya que una operación de endeudamiento contingente canalizada a través de la autoridad monetaria no requiere estar contemplada en el Presupuesto ni una ampliación de las partidas.

El primer paso para concretar la operación denominada “repo” fue el trueque de tres Letras Intransferibles emitidas por el Tesoro Nacional por bonos denominados Bonar con diferentes fechas de vencimientos (2022, 2025 y 2027). Originalmente las Letras habían sido entregados al BCRA a cambio de dólares de las reservas que fueron utilizados para cancelar la deuda con el FMI (2006) y pagar vencimientos con acreedores privados y organismos multilaterales (2010). Los nuevos bonos pasibles de ser entregados en garantía a los bancos extranjeros por el crédito de corto plazo ascienden a 16.099 millones de dólares.

Operaciones similares fueron ofrecidas al equipo económico de Kicillof. La última vez fue el año pasado. La propuesta se escuchó pero no prosperó. La tasa de interés era muy elevada y reclamaban un visto bueno en los tribunales norteamericanos. Pero la conversación se abortó por el costo de las garantías exigidas. La clave del “repo” reside en el valor que reconozcan los bancos extranjeros por nuevos títulos Bonar que recibirán en garantía. Si el recorte (o haircut en la jerga financiera) sobre el valor nominal del papel es del 50 por ciento como le ofrecieron en reiteradas oportunidades al gobierno anterior desde los mismas entidades, por exhibir 6000 millones de dólares en sus reservas el BCRA deberá garantizarlos por la cantidad de bonos que sumen 12.000 millones de dólares. Si los bonos son utilizados como garantía de un crédito contingente que no es necesario utilizar, la deuda en moneda extranjera con acreedores privados no aumentaría. La reducción a niveles cercanos al 12 por ciento del PIB de ese pasivo representa una de las fortalezas del proceso de desendeudamiento impulsado por el kirchnerismo que otorga margen de maniobra para la reinserción plena del país en el sistema financiero internacional pretendida por el gobierno de Mauricio Macri. Pero, si por alguna razón no se puede cumplir con las condiciones pactadas, los bancos podrían quedarse con esos bonos allanando el camino para revertir el proceso que amplió el margen de maniobra para la política económica.

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Sturzenegger concreta una operación que había sido desestimada por el kirchnerismo por sus costos.
Imagen: Pablo Piovano
 
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