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Tal como informó Página/12, el Gobierno tiene en la mira al sector de envases para alimentación. Dichos insumos son producidos por unas pocas empresas que aprovechan su condición monopólica u oligopólica para fijar costos exorbitantes, que luego presionan sobre los precios de la canasta básica.
La Copal –cámara que agrupa a las empresas de la industria alimentaria– acercó a los funcionarios de Defensa del Consumidor un listado que detalla la estampida en los costos (ver cuadro) de los envases. En Economía consideran que, de persistir en los próximos meses, estos ajustes volverán a presionar sobre el precios de los alimentos y bebidas.
Por eso, en la Subsecretaría de Defensa del Consumidor evalúan presentar una serie de denuncias ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para que este organismo determine si existen abusos de posición dominante por parte de los dueños de los envases. Para tal presentación sería clave el listado de precios relevado por la Copal.
Del mismo surge claramente que algunos insumos han tenido desde la devaluación un salto de precios aun superior a la suba del dólar (195%). Más aún: en algunos sectores, las remarcaciones volvieron a tomar impulso en los últimos meses.
Según un informe que circula entre funcionarios de Economía, los envases explican una parte relevante del precio final de los alimentos y las bebidas. Por ejemplo, se calcula que en la elaboración de gaseosas, agua mineral y otras bebidas no alcohólicas, el envase de materiales plásticos representa alrededor del 15 por ciento del valor del bien final.