ECONOMíA › UN DOCUMENTO OFICIAL EN DEFENSA DE CALCULOS DEL INDEC

Historia del índice y los incrédulos

 Por Tomás Lukin

En un comunicado dirigido el miércoles a los trabajadores del Indec, la dirección del instituto se defendió de las críticas contra sus informes y el funcionamiento del organismo, al asegurar que “la información producida por este instituto resulta absolutamente confiable” y rechaza “por falsa la irresponsable denuncia de manipulación de datos”. El contragolpe del cuadro jerárquico del instituto surge en respuesta al documento presentado el martes por la comisión técnica ATE-Indec, donde se realiza un cálculo alternativo para el cuestionado IPC. El “ejercicio” se confeccionó utilizando para los primeros nueve meses del año los datos pertenecientes a Mendoza y a partir de allí propone tres escenarios posibles, que ubican la inflación entre 22,3 y 26,2 por ciento, lejos del 8,5 por ciento oficial. Los directivos del instituto criticaron el documento por presentar “una inusitada liviandad, exhibiendo una total ausencia de rigor técnico” y los autores del trabajo salieron a defenderlo.

El comunicado de la dirección del Indec, que encabeza Ana María Edwin, destaca la importancia de los datos estadísticos que “tienden a poner en evidencia las realidades existentes en un país, factores sobre los cuales los actores sociales, políticos y económicos toman y justifican sus decisiones”. Al mismo tiempo acusa a los autores del “ejercicio” de querer, “al poner en duda la actividad del Indec, reflejar un llamativo interés por variar sus resultados”, legitimar las estimaciones de la inflación realizadas por consultoras privadas que responden a intereses particulares.

Desde la comisión técnica ATE-Indec comentaron a Página/12 que “para nosotros el Indec es el único que puede llevar adelante un proyecto como el IPC-GBA” y agregaron que “son ellos (las autoridades) los que favorecen a las consultoras dándoles credibilidad, nuestro ejercicio jamás intenta reemplazar al IPC ni generar incertidumbre”.

Entre las críticas que realiza la dirección del Indec al trabajo realizado por la comisión, señalan que las fuentes utilizadas para la confección del índice son artículos de diario y no “datos efectivamente relevados y consistidos por el Indec”. Marcela Almeida, ex coordinadora del IPC y una de los coautoras del trabajo, indicó a Página/12 que “en el trabajo aclaramos que se trata de artículos de diario, que corresponden a datos de Mendoza, pero que se dieron a publicidad en contradicción con los del Indec, y que nadie desmintió su veracidad”.

Desde el organismo argumentaron que la correlación existente entre el IPC-GBA y el de Mendoza es de las más bajas que existen para el período seleccionado. Pero en el documento de la comisión técnica aseguran que supera el 99 por ciento, y argumentaron que “no se debe buscar que mes a mes las variaciones sean iguales, eso no tiene sentido, sino que lo que importa es el período”.

Además critican que al utilizar los datos mendocinos para realizar el ejercicio se dejan de lado 464 variedades que están incluidas en el IPC-GBA, a lo cual Almeida respondió a este diario que “el problema del índice no son las variedades sino que sean representativas del conjunto, en Mendoza se hace un relevamiento más pequeño, por temas de escala y presupuestarios, pero no significa que no siga representando lo mismo” y agregó que “la mayor cantidad de variedades da una idea de precisión, pero no justifica la diferencia de 8 a 20 puntos entre las estimaciones”. Cuando Página/12 le preguntó si los patrones de consumo de Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano eran parecidos, Almeida respondió que “no, los patrones son algo diferentes, por eso tomamos las variaciones por capítulo (rubro) de Mendoza pero utilizamos las ponderaciones de Buenos Aires”.

Mientras que el comunicado pretende desestimar la actividad realizada por la comisión técnica y garantizar la confiabilidad de la información del organismo, los autores aseguran que “no es posible reemplazar un IPC por otro, el ejercicio se hace porque destruyeron el indicador para Buenos Aires, lo nuestro es sólo una estimación” y advierten las dificultades y falencia que tendrá la elaboración del IPC en el 2008. Las dudas continúan.

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