El ministro de Planificación, Julio De Vido, analizó ayer con su par boliviano de Hidrocarburos, Carlos Villegas, la vigencia de los acuerdos en materia energética y la “estrategia conjunta” para la reunión que mantendrán hoy los presidentes de Bolivia, Brasil y Argentina. Se prevé que en la cumbre de los tres mandatarios se logrará un acuerdo respecto del abastecimiento de gas boliviano hacia la Argentina y Brasil, teniendo en cuenta la mayor demanda que se producirá durante los meses más crudos del invierno.

En la actualidad, Bolivia le suministra a Brasil aproximadamente 30 millones de metros cúbicos por día, en tanto que la Argentina recibe entre 2,5 y 3 millones de metros cúbicos diarios. El propio vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, señaló en recientes declaraciones que “entre julio y agosto habrá un incremento conjunto (entre la Argentina y Brasil) de entre dos y tres millones de metros cúbicos por día”.

Si bien los actuales niveles de abastecimiento están garantizados, lo que está en discusión es de dónde saldrá el gas para pasar el invierno. Una opción es que Bolivia produzca más metros cúbicos por día –actualmente su capacidad máxima es de 42 millones de metros–, tarea que conlleva tiempo e inversiones. O que Brasil resigne algo de gas para reenviarlo a la Argentina. Esta hipótesis no incluye los 27,7 millones de metros cúbicos diarios que necesitará Argentina para cubrir al máximo el nuevo gasoducto del Nordeste, para 2010.

En este sentido, el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, reiteró ayer que Brasil precisa “cada molécula” de gas que importa de Bolivia, aunque aclaró que la petrolera se muestra “sensible” a los problemas energéticos de la Argentina. “Petrobras está dispuesta a analizar posibilidades de abastecimiento eléctrico a la Argentina en tiempos de emergencia, viabilizando una mayor generación adicional para exportarle a la Argentina”, señaló Gabrielli.

El directivo de la estatal Petrobras negó también presiones del gobierno argentino para que la empresa ceda una parte de la cuota de gas que le compra a Bolivia, tras versiones sobre una eventual restricción compensatoria en las plantas petroquímicas que Petrobras tiene en la Argentina. Siguiendo esta línea argumentativa, indicó que fue el gobierno boliviano el que le pidió a Brasil que ceda una parte del gas que le compra a la Argentina.