Desde Salta

“Es poco probable que gane la oposición las elecciones presidenciales, pero, de hacerlo, aun así no cambiarían los pilares de la macroeconomía de la Argentina”, dijo tajante el director de Poliarquía Consultores, Sergio Berensztein. El consultor estuvo encargado de abrir la sesión de debates del Precoloquio de IDEA, que se desarrolló ayer en Salta y que aglutinó a más de 250 empresarios. La visión generalizada de los asistentes es que habrá un nuevo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, con lo cual no esperan cambios sustanciales en la política económica. De hecho, los popes empresarios se mostraron satisfechos con los guiños que el oficialismo envió en los últimos meses. En particular, aplaudieron “el freno que les puso a los sindicatos”. La conferencia discurrió entonces en la preocupación que genera hoy la situación en Europa y el impacto que tendrá en las economías emergentes. El canal de transmisión, coinciden, podría venir por el lado del precio de los commodities.

Para sorpresa de muchos, el establishment empresario ofreció un debate sin críticas al gobierno nacional, y más focalizado en la situación externa. El propio Berensztein en eventos anteriores se había mostrado beligerante en cuanto a sus definiciones respecto de la administración kirchnerista. “Tenemos en el oficialismo un candidato fuerte y con altos niveles de popularidad y una oposición muy fragmentada”, sentenció ayer. De acuerdo con sus relevamientos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene actualmente una imagen positiva por encima de 50 puntos, que se asemeja a los números con los que asumió en 2008. “Desde la muerte de Néstor Kirchner, sus niveles de popularidad subieron. Esto se explica porque adoptó medidas en respuesta a un reclamo de la ciudadanía”, expresó. Entre las iniciativas que destacó, y que le valieron una mayor aceptación, enumeró: “Se tomó en serio el tema de la inseguridad, puso en caja la capacidad de lobby de la CGT y mantuvo su política de consumo alto en la población”.

La decisión de bajar los niveles de confrontación entre los gremios y el empresariado es lo que en los pasillos pudo recogerse como un acercamiento del Gobierno. “Los temas que se plantean son los que resolverán a futuro la situación de la Argentina. Los planes del oficialismo son claros. El desafío es llevarlos a la práctica”, definió el titular de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren, quien se mostró molesto por las expresiones de algunos políticos de la oposición. “Uno ve que la integración no es sólo puertas adentro, sino con el sur de Brasil, el sur de Bolivia, el norte de Chile. Hoy las regiones tienen preponderancia a veces mayor que la de los espacios políticos. Hace falta una mayor inversión. Falta continuar. Lo que es importante es que los proyectos sean sustentables”, agregó. En ese sentido, el titular del 47º Coloquio Anual de IDEA, Horacio Martínez, llamó a Gobierno, sindicatos e intelectuales a “mejorar el diálogo social”.

La tensión de los empresarios, en cambio, hoy pasa por lo que sucede con la crisis internacional y la apreciación del real en Brasil. El ex presidente del Banco Central Mario Blejer y el ex ministro de Economía Miguel Peirano coincidieron en que habrá un default de Grecia, lo cual podría complicar el contexto externo.