EL MUNDO › RICE VIAJó AL PAíS PARA APOYAR LA OFENSIVA QUE AYER CAUSó AL MENOS 75 MUERTOS

Otro día de guerra abierta en Irak

La guerra declarada por el ejército iraquí contra las milicias de Muqtada al Sadr tuvo otro día negro, con combates en la capital.

Las advertencias de la resistencia iraquí se hicieron realidad. Al menos 75 personas murieron y otras 25 resultaron heridas, un día después de que el clérigo chiíta Muqtada al Sadr amenazara con una “guerra abierta” contra las fuerzas oficiales. Al igual que en las últimas semanas, el ejército iraquí y estadounidense volvieron a enfrentarse ayer con la milicia fiel a Sadr en Bagdad, mientras la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice visitaba el país ocupado para respaldar la ofensiva del gobierno de Nuri al Maliki contra la insurgencia chiíta. Rice se encuentra de gira por Medio Oriente para lograr que los países árabes sunnitas contrapesen la influencia que, según Washington, Irán tendría sobre el gobierno chiíta de Irak a través de los milicianos sadristas.

El ejército de Estados Unidos informó ayer de la muerte de once supuestos milicianos chiítas. Siete de ellos fallecieron en varios ataques aéreos en el barrio de Ciudad Sadr, al este de Bagdad, donde se desarrollan los principales combates desde el último aniversario de la ocupación en Irak entre las fuerzas iraquíes y las estadounidenses, y el Ejército del Mahdi, que responde a Sadr. Otros cuatro murieron en un combate en el barrio de Al Shaab, en el nordeste de Bagdad, según fuentes policiales iraquíes, donde también falleció un civil, cuyo coche fue arrollado por un blindado estadounidense.

Por otra parte, cuarenta milicianos chiítas murieron ayer después de que las fuerzas de seguridad iraquíes respondieran a un ataque en Nasiriya, al sur de Bagdad, donde se originó el conflicto entre los sadristas y el gobierno iraquí, según anunció el ejército estadounidense. Asimismo, fueron detenidos 40 miembros de una “milicia criminal” –en alusión al Ejército del Mahdi– que atacó a las fuerzas de la coalición en Suq Ash Shuyuh, en el sudeste de Nasiriya, informó el mando militar de Washington.

En la provincia de Diyala, al nordeste de Bagdad, un grupo armado disparó contra un coche y un camión e hirió a tres personas. En Baquba, dentro de Diyala, el ejército estadounidense informó de la muerte de cuatro terroristas en una operación en la que también fallecieron dos niños.

En otro incidente, cuatro civiles perdieron la vida en un bombardeo lanzado por un helicóptero estadounidense en el barrio de Al Hadba, en Mosul, capital de la provincia septentrional de Nánive, informó la policía iraquí, aunque el ejército norteamericano todavía no confirmó el suceso. En el este de Mosul, en el área de Al Bekr, una persona falleció y otras cinco sufrieron heridas de diversa gravedad por el estallido de un artefacto al paso de una patrulla militar iraquí, mientras que un soldado iraquí y dos mujeres resultaron heridos por los disparos de pistoleros en el barrio de Al Nahrauan, ubicado en el oeste de la ciudad.

Estas bajas se producen después de que Muqtada al Sadr amenazase el sábado con una “guerra abierta” si no cesa la campaña de hostigamiento en su contra. Anoche las mezquitas de Ciudad Sadr exhortaron a expulsar a las tropas estadounidenses tras el llamamiento del líder radical chiíta. “Luchen contra el ocupante, échenlo de sus casas”, exhortaron de madrugada los altavoces usados para las oraciones de las mezquitas, según algunos habitantes del barrio. “Queremos que se levante el sitio a Ciudad Sadr”, reclamaron.

Afuera de la Zona Verde, el enclave fortificado en el centro de Bagdad, donde se encuentra la sede del gobierno iraquí y la embajada de Estados Unidos, las explosiones fueron regulares. Dentro de esa zona, Condoleezza Rice conversaba con los líderes iraquíes en una visita sorpresa que hizo ayer a la capital iraquí para saludar los progresos del gobierno en la reconciliación nacional, que calificó como una “primavera política”. “Nunca los sunnitas, los responsables kurdos y los chiítas que no tienen vínculos con los ‘grupos especiales’ han trabajado tan bien juntos”, aseguró Rice. Washington llama “especiales” a los milicianos chiítas, a los que acusa de ser financiados y entrenados por Irán. “Agradezco la valentía mostrada por las fuerzas iraquíes durante las recientes crisis”, dijo en referencia a los combates con las milicias de Sadr.

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Niños iraquíes juegan en los escombros de un auto destruido por misiles de Estados Unidos.
Imagen: AFP
 
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