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Mientras Suecia, Canadá, Italia y Bélgica se unían a la decisión de Estados Unidos y Gran Bretaña de cerrar sus embajadas y consulados en Bogotá por unos días, el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), segunda guerrilla del país, dio una sorpresiva demostración de fuerza al activar ayer un coche bomba en la ciudad de Cúcuta (nordeste), causando la muerte a cinco personas, y matando a igual número de funcionarios municipales, en una nueva jornada de violencia prenavideña. La ofensiva se produjo en momentos en que el gobierno colombiano sostiene contactos en La Habana con voceros del grupo guevarista, orientados a iniciar un proceso de paz. El ELN –con unos 4.500 efectivos– se abstuvo de declarar este año una tregua de Navidad, pese a los llamados en tal sentido de la Iglesia Católica y las organizaciones civiles.