EL MUNDO › OBAMA NOMINó A ELENA KAGAN PARA EL MáXIMO TRIBUNAL

Otra mujer para la Corte

El presidente norteamericano elige a su procuradora general como jueza del Supremo. Será la tercera mujer en ese cargo. Se la ubica en el centro político.

 Por David Usborne *

El presidente Barack Obama ayer nominó a su procuradora general, Elena Kagan, como jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos. Será la tercera mujer en la Corte, lo que representa un adelanto histórico. Kagan, quien a los 50 años se destaca por su juventud, reemplazará a John Paul Stevens, de inclinación progresista, que se está retirando. Mientras la mayoría de los expertos consideran que es improbable que los republicanos traten de bloquear su confirmación a las audiencias del Senado, la elección provocará algunas reservas no sólo de los conservadores de derecha, sino también de la izquierda demócrata.

Por cierto, la elección de un nominado para la Corte Suprema por cualquier presidente nunca pasa sin pena ni gloria. Una vacante le da a la Casa Blanca una oportunidad para alterar el perfil ideológico e intelectual de un brazo del gobierno que impacta directamente en la vida de la ciudadanía, y lo hará durante décadas.

La nueva elección de Obama puede estar hecha a medida para un presidente ansioso de evitar una batalla peleada en un momento potencialmente azaroso: las elecciones de mitad de término de noviembre están a la vuelta de la esquina. Ex decana en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, Kagan tiene antecedentes que la ubican más cerca del centro del espectro político que el juez Stevens.

Con un largo curriculum de enseñanza así como de servir en la Casa Blanca de Obama y Clinton, Kagan nunca antes fue jueza. Esto también puede ayudar a asegurar un proceso de confirmación más tranquilo. Obama subrayó que era “una pionera, la primera mujer decana de la Facultad de Derecho de Harvard. Aunque no se puede tener la presunción de reemplazar la sabiduría o la experiencia del juez Stevens, he seleccionado a una candidata que, en mi opinión, personifica la misma excelencia, independencia, integridad y pasión por la ley y que podrá aportar el mismo tipo de influencia decisiva en la Corte”, explicó Obama.

Kagan aceptó la nominación con un perfil bajo. “Durante la mayor parte de mi vida profesional he tenido la alegría de enseñar, de tratar de trasmitir a mis alumnos mi amor por la ley –dijo–. La ley importa porque nos mantiene a salvo, porque protege nuestras libertades y derechos fundamentales y porque representa el fundamento de nuestra democracia”, afirmó Kagan.

Un punto álgido probable en las audiencias pueden ser los intentos hechos por Kagan mientras estaba en Harvard de mantener afuera del campus a los reclutadores militares en Cambridge Massachusetts, por su oposición a la ley “No Pregunte, No Diga” que restringía la posibilidad de que gays y lesbianas pudieran servir en las armas. El episodio fue señalado por algunos conservadores como evidencia de que Kagan está más inclinada al activismo político que a proteger la ley. “Estoy profundamente desilusionado de que el presidente Obama haya elegido nominar a alguien que demostró una falta de adherencia a los límites de la Constitución y un deseo de utilizar el sistema de la Corte para poner en marcha sus creencias”, dijo David McIntosh, un ex congresista de Indiana y un activista conservador.

En otros lados, los observadores subrayaron que al reemplazar al juez Stevens con Kagan, el presidente se perdía una oportunidad de fortalecer el ala progresista de la Corte. Su núcleo de partidarios también estaba desilusionado con su elección del año pasado de Sonia María Sotomayor, quien tampoco estaba considerada como una clara progresista. Como procuradora general, por ejemplo, Kagan apoyó darle poder a la Casa Blanca para mantener algunas de las políticas de la era Bush relacionadas con secretos estatales y restricciones de hábeas corpus en la “guerra contra el terror”.

“Ahora tenemos a dos nominadas seleccionadas por el presidente Obama que eran más conservadoras que la gente a la que reemplazaron –señaló Jonathan Turley, de la Facultad de Leyes de George Washington–. De manera que Obama está corriendo la Corte hacia la derecha, algo que la gente jamás habría imaginado.”

Los defensores liberales de Kagan sostienen que mientras ella no es una agitadora, su estatus como moderada persuasiva ayudará a ganar el apoyo del voto oscilante de la Corte, la mayoría de las veces el de Anthony Kennedy. “El centro de la experiencia de Kagan en las últimas cuatro décadas ha sido el de correr a gente de distintas creencias a la posición que ella cree que es la correcta”, escribió Lawrence Lessing, un profesor de derecho de Harvard.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Elena Kagan tiene antecedentes que la ubican más cerca del centro político que quien reemplaza.
Imagen: AFP
 
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