EL MUNDO › EL GALARDONADO, EL DISIDENTE CHINO LIU XIAOBO, ESTá PRESO EN SU PAíS

Entrega simbólica del Nobel de la Paz

El comité noruego puso una silla vacía “que representa el aislamiento y la represión a la que China somete a los disidentes políticos”. Beijing calificó la entrega del diploma y la medalla como “una farsa política”.

El Comité Nobel Noruego entregó ayer simbólicamente el Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo, quien está preso en China por su oposición al régimen y le fue impedido viajar a la ceremonia. Para Liu, crítico literario de 54 años, fue destinada una silla vacía que, según el Comité Nobel, representa el aislamiento y la represión a la que China somete a los disidentes políticos. Beijing, como ya lo había dicho en octubre, cuando se hizo público el premio, calificó la entrega del diploma como “una farsa política”.

La ceremonia se llevó a cabo en Oslo, en un ambiente diplomático enrarecido por el furor del régimen comunista chino contra el Comité Nobel y con manifestaciones de decenas de partidarios y de adversarios del disidente frente a la sede de la institución. “Liu no hizo más que ejercer sus derechos cívicos. No hizo nada malo. Debe ser liberado”, declaró el presidente del Comité Nobel, Thorbjoern Jagland, poniendo de relieve que la Constitución china garantiza la libertad de expresión y el derecho de criticar al Estado. Al concluir su discurso, Jagland posó el diploma y la medalla de Liu en una silla vacía. “Lamentamos que el laureado no esté hoy aquí”, agregó.

Unos 20 países decidieron ausentarse, aunque decenas de otros enviaron a sus representantes a la ceremonia encabezada por el rey y la reina de Noruega. Entre los invitados figuraban varias celebridades, como los actores Denzel Wa-shington y Anne Hathaway, que por la noche presentaron un concierto, y la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi.

La actriz sueca Liv Ullmann leyó un texto del disidente, el discurso que el opositor chino dio ante al tribunal que lo condenó el año pasado a 11 años de cárcel por “subversión del poder del Estado por haber participado en la redacción de la ‘Carta 08’”, texto que reclama de democratización de China. “Ninguna fuerza podrá frenar la búsqueda de la libertad y China se convertirá al fin y al cabo en una nación regida por la ley, donde los derechos humanos reinen por encima de todo”, leyó Ullmann.

“Espero ser la última víctima de la interminable inquisición literaria en China y que en adelante ya nadie sea acusado por sus palabras”, agregó.

“Yo no tengo enemigos ni odio.” “Ninguno de los policías que me han vigilado, detenido o interrogado, ninguno de los fiscales que me inculparon y ninguno de los jueces que me juzgaron son mis enemigos”, puntualizó el texto.

La transmisión de la ceremonia fue censurada en China, donde las pantallas de las cadenas de televisión extranjeras BBC, CCN o TV5 quedaron oscuras en el momento en que se inició. También fueron censuradas en Internet entradas como “silla vacía” y “Oslo”.

Liu Xia, la esposa del laureado, está en detención domiciliaria desde el anuncio del premio, el 8 de octubre. Las autoridades chinas impidieron además salir del país a los allegados al intelectual.

El Instituto Nobel de Noruega informó poco antes de comenzar el acto en el ayuntamiento de Oslo que al menos 18 países no asistirían a la ceremonia de entrega del premio. Los países ausentes fueron China, Rusia, Kazajistán, Túnez, Arabia Saudita, Pakistán, Irak, Irán, Vietnam, Afganistán, Venezuela, Egipto, Sudán, Cuba y Marruecos.

Liu, de 54 años, casado y sin hijos, había sido detenido por primera vez tras la represión del movimiento estudiantil de la plaza de Tiananmen, de Beijing, en junio de 1989. Pasó un año y medio tras las rejas, sin sentencia.

Volvió a ser detenido a fines de 2008 por haber impulsado la “Carta 08”.

Esta fue la segunda vez en más de un siglo de existencia que el comité del Nobel no puede entregar un premio al laureado o a uno de sus representantes. El único precedente es el del periodista y pacifista alemán Carl von Ossietzky, quien había sido enviado a un campo de concentración por el régimen nazi.

El presidente del comité se interrogó sobre las causas de la intransigencia de China. “Muchos se preguntarán si, a pesar de su poderío actual, China no muestra cierta debilidad al considerar necesario encarcelar a un hombre durante 11 años por el mero hecho de haber expresado sus opiniones sobre la forma en que se debe gobernar el país”, dijo Thorbjoern Jagland.

El presidente estadounidense, Barack Obama, Nobel de la Paz 2009, dijo que los valores defendidos por Liu son “universales” y llamó a China a liberar al disidente “lo antes posible”. “Liu Xiaobo merece mucho más esta recompensa que yo”, aseguró. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, también solicitó la “liberación inmediata” de Liu, haciendo referencia a la celebración ayer del Día Mundial de los Derechos Humanos. “En este día, dedicado a los defensores de los derechos humanos en el mundo, pienso en Liu Xiaobo”, declaró. Medio centenar de chinos se manifestaron en el centro de Oslo para protestar contra la decisión del Comité Nobel Noruego.

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Al premiado Liu Xiaobo le fue impedido viajar a la ceremonia que se realizó ayer en Oslo.
Imagen: EFE
 
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