EL MUNDO › APOYO UNANIME DEL COMITE FEDERAL PARTIDARIO PARA EL CANDIDATO DE ZAPATERO EN ESPAÑA

El PSOE se cuelga de Rubalcaba

Mientras los indignados siguen en las plazas, el ministro del Interior español hizo sus primeras declaraciones como candidato presidencial para el 2012, mientras los referentes del socialismo le dieron su apoyo en una reunión partidaria.

El Partido Socialista (PSOE) cerró filas ayer en torno del vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien tras recibir el apoyo de la cúpula de su partido, liderada por José Luis Rodríguez Zapatero, aceptó el desafío de presentarse como candidato de las elecciones generales de 2012. “Sí, compañeros, me presento a las primarias”, dijo Rubalcaba ante el Comité Federal socialista reunido en Madrid, que previamente lo había animado a postularse. “No somos un partido que vaya a las elecciones a obtener derrotas dignas sino victorias democráticas”, añadió en referencia a quienes dan por hecho que los socialistas serán derrotados por el opositor Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy.

A menos de un año para los comicios, todas las encuestas sitúan como vencedor al PP debido al desgaste sufrido por los socialistas en el poder, como consecuencia de una crisis económica que ya dejó casi 5 millones de desocupados. Por el giro a la derecha que el gobierno socialista dio durante la gestión de la crisis, el partido sufrió una dolorosa derrota el pasado domingo en las elecciones municipales y autonómicas.

Zapatero rechazó inmediatamente adelantar las elecciones generales y confirmó que su sucesor saldría de un proceso de primarias. A pesar de ello, la derrota abrió una profunda crisis interna que amenazaba la continuidad del propio Zapatero al frente del PSOE y del Ejecutivo. Algunos dirigentes territoriales se mostraron contrarios al proceso de primarias y reclamaron un congreso extraordinario para elegir un nuevo proyecto y líder.

Ante la presión de los barones del partido, la ministra de Defensa, Carme Chacón, sorprendió anunciando el jueves que no iba a presentarse a las primarias como tenía previsto desde que Zapatero anunció en abril que no repetiría como candidato del PSOE. “La escalada de los últimos días contra las primarias pone en riesgo la unidad del partido, la imagen del presidente del gobierno e incluso su estabilidad”, dijo al bajarse de la candidatura denunciando una maniobra interna contra el propio Zapatero.

El líder socialista le agradeció ayer su “generosidad” por haber retirado su candidatura para que Rubalcaba sea el “candidato de consenso” de los socialistas. Zapatero recordó también la crónica de esta crisis. “Ayer me reuní con los secretarios generales de las distintas federaciones y coincidimos en que los ciudadanos y compañeros nos piden unidad, que ante esta decisión nos exigen que la cerremos cuanto antes y nos volquemos a la economía y el empleo”, sostuvo.

Y al pedir al comité que apoye a Rubalcaba, señaló: “Alfredo es un sprinter (velocista) que fue capaz de correr 100 metros en 10 segundos, así que es capaz de ganar las elecciones en 10 meses”. Además subrayó que es su número dos y genera confianza y credibilidad. “Es la persona que quieren los compañeros y nuestros votantes; es respetado por los adversarios y temido por la ETA”, dijo el presidente español.

Salvo sorpresas, algo poco probable después de lo que ocurrió con Carme Chacón, Rubalcaba será proclamado oficialmente como candidato el próximo 18 de junio. Las primarias están igualmente abiertas, por lo que si existiese otro aspirante deberá presentarse antes del 13 de junio. El desafío de Rubalcaba es enorme, ya que este político de 59 años, identificado con la vieja guardia “felipista” (por el ex presidente Felipe González), deberá liderar un proyecto nuevo y renovado para evitar que los conservadores lleguen a La Moncloa.

Formó parte del gobierno de Felipe González y ahora también del de Zapatero. “Si hay alguien que representa las dos crisis, es Rubalcaba”, sostuvo ayer el vicesecretario de Política autonómica y local del PP, Javier Arenas. “Es la antítesis del cambio que necesita España”, señaló.

Cuando Zapatero llegó al poder, Rubalcaba fue nombrado portavoz socialista en el Congreso y en 2006 pasó a ser titular del Ministerio del Interior en sustitución de José Antonio Alonso, cargo en el que fue renovado luego de la victoria socialista de 2008. Pero en octubre de 2010 se convirtió en el hombre fuerte del Ejecutivo al asumir el cargo de vicepresidente primero y portavoz del gobierno, sin abandonar Interior.

Esta maniobra de Zapatero ya apuntaba a una eventual sucesión. No obstante, desde el PSOE niegan que la designación de Rubalcaba haya sido a dedo. Lo cierto es que todos lo que intervinieron ayer en el Comité Federal manifestaron sin excepción su respaldo a Rubalcaba a pesar de las divisiones internas que emergieron en los últimos días.

“Si quieren modernizar el Estado de bienestar, lo mejor es llamar al arquitecto que diseñó la casa”, señaló Rubalcaba ante la mirada seria de Carme Chacón, quien pretendía encabezar un proyecto que recuperara y actualizara las señas de identidad de la socialdemocracia.

Mientras el PSOE mira hacia adentro, en las plazas de España miles de personas “indignadas”, que sorprendieron tomando las calles y la palabra en plena campaña electoral, en su gran mayoría votantes de la izquierda, continúan debatiendo sobre cómo conseguir un cambio político y social, sin contar con ellos ni con el Partido Popular.

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“No vamos a las elecciones a obtener derrotas dignas sino victorias democráticas.”
 
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