El gobierno chileno y los dirigentes estudiantiles decidieron demorar la negociación. Durante una semana, estudiantes y profesores analizarán la oferta entregada ayer por el Ejecutivo, que propuso tres mesas de trabajo para negociar todos los reclamos con un plazo que vencería el 30 de septiembre. El cronograma fue entregado a los dirigentes secundarios, universitarios y docentes por el ministro de Educación, Felipe Bulnes, y será analizado entre las agrupaciones de base el jueves. Hasta entonces, las medidas de acción directa quedarán suspendidas en señal de luto por la tragedia aérea en la isla Juan Fernández.

Camila Vallejos, vocera de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), señaló que los universitarios llevarán la propuesta del gobierno a las asambleas estudiantiles para discutirlas y entregar el jueves o viernes una respuesta al Ejecutivo. La agencia de noticias Prensa Latina y el diario El Mercurio informaron que el gobierno chileno propuso conformar tres mesas de trabajo, que se realizarán en forma sucesiva en un plazo de tres semanas, donde se incluirán todos los temas educativos relacionados con el conflicto. El reclamo de un cambio estructural tiene al sector de la educación paralizado desde hace más de tres meses con persistentes marchas, establecimientos tomados y alumnos que mantienen la huelga de hambre.

Según la agenda entregada por Bulnes en el Palacio de La Moneda, la primera mesa comenzaría a funcionar desde el próximo lunes hasta el 16 de septiembre para tratar las ayudas estudiantiles y el financiamiento de las universidades, incluyendo, además, el sistema de becas y créditos y los aranceles de referencia. La segunda mesa, que funcionará entre el 19 y el 23 de septiembre, abordará la desmunicipalización de la enseñanza pública; la regulación de la calidad en la educación escolar y superior; la Superintendencia de Educación Superior y prohibición del lucro en la universidades; el fortalecimiento de la educación técnico-profesional y la participación estudiantil.

Entretanto, en la última instancia, que tendrá lugar entre el 26 y el 30 de septiembre, se discutirá uno de los temas que por estos días genera más discrepancia entre los actores en pugna: el lucro, el financiamiento compartido y el resto de las diferencias que existen entre las posturas. El gobierno también aceptó abordar la reforma constitucional con la que se busca incluir nuevos derechos en educación, tales como derechos educativos y lingüísticos de los pueblos originarios, el acceso a la educación superior y la carrera docente. El documento entregado por el ministro especifica que el objetivo de las mesas de trabajo será “abrir un espacio de diálogo directo con actores universitarios, secundarios y profesores en torno de las orientaciones y características de cada una de las iniciativas”.

Sin embargo, el texto aclara que eso se realizará “sin perjuicio del trabajo del Ministerio de Educación con otros actores relevantes” en las distintas materias. “Estamos muy expectantes por empezar a trabajar y construir soluciones porque tenemos varios puntos de coincidencia que son bases sólidas. Y en los otros (puntos) tenemos que abrir espacios para acercar posturas”, manifestó Bulnes, luego de entregar el calendario.

Por su parte, Camila Vallejos –quien además es presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech)– dijo que la Confech todavía no ha iniciado ninguna mesa de negociación. Por otra parte, esa confederación resolvió suspender el paro convocado para el jueves como adhesión al luto de los familiares de las víctimas de la tragedia aérea en isla Juan Fernández.

Vallejo se acercó hasta el Teatro Oriente, donde se velan los restos de los funcionarios del Consejo de Cultura que viajaban en el avión de la Fuerza Aérea siniestrado, para expresar su pésame. La líder estudiantil señaló que, por respeto a los familiares y por el impacto que el accidente ocasionó en la comunidad, no están las condiciones dadas para realizar una marcha.

El gobierno y los dirigentes tuvieron un primer acercamiento el sábado en La Moneda, en una reunión encabezada por el presidente Piñera que duró casi cinco horas, en la que participaron Bulnes y otros funcionarios del Ministerio de Educación. La contraparte estuvo representada por los rectores de las universidades de Chile, Católica y de Santiago; la cúpula de la Confech; dirigentes del Colegio de Profesores y de la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones).

El conflicto estudiantil, entre los principales factores, hizo caer la imagen del mandatario de derecha a mínimos históricos. Según una encuesta de la consultora Adimark difundida ayer, Piñera cuenta con un 27 por ciento de aprobación. La misma encuesta señala que tres de cada cuatro chilenos apoya el conflicto estudiantil. Y que el 76 por ciento de los encuestados está de acuerdo “con las demandas que han presentado los estudiantes universitarios y secundarios” y desaprueba el modo en que el gobierno manejó el conflicto, mientras que sólo el 14 por ciento no apoya los reclamos.