EL MUNDO › EL GOBIERNO CONSERVADOR DE ESPAñA ANUNCIó UNA REDUCCIóN DEL 40 POR CIENTO PARA BAJAR EL DéFICIT

Un recorte salvaje a la inversión pública

Este ajuste llega en un momento en que España, sumida en una recesión, no consigue poner freno a la sangría de desocupados, que alcanza ya a cinco millones de personas, 23,3 por ciento de la población activa, la tasa más alta de la Unión Europea.

El gobierno conservador de España –presidido por el líder del derechista Partido Popular, Mariano Rajoy– anunció ayer un recorte del 40 por ciento en inversión pública, como parte de la política de ajustes ante la crisis económica. “Hay que ser realistas”, aleccionó el presidente al líder de la Izquierda Unida (IU) Cayo Lara. “Cuando hay déficit, el dinero hay que pedirlo afuera”, fue su justificativo ante los recortes presupuestarios. En este panorama sombrío, una encuesta reveló ayer niveles de pesimismo histórico entre los españoles relevados.

El encargado de arrojar este baldazo de agua fría fue el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una sesión de control al gobierno en el Congreso de los Diputados. “En este ejercicio tenemos que hacer el ajuste que ustedes no hicieron, por su falta de responsabilidad”, les espetó a los diputados socialistas presentes en el recinto. Como viene siendo costumbre, los funcionarios del gobernante PP, desde el presidente hacia abajo, culpan ante cada anuncio de ajuste a la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero por la herencia recibida.

Este ajuste llega en un momento en que España afronta una nueva etapa de recesión y no consigue poner freno a la sangría de desocupados, que alcanza ya a cinco millones de personas, 23,3 por ciento de la población activa, la tasa más alta de la UE y más del doble de la media de sus socios comunitarios. De Guindos prosiguió, recordando que el PSOE se había comprometido a llevar el déficit al 6 por ciento del PBI en 2011, año que cerró en 8,5 por ciento. El titular de Economía señaló que el desequilibro presupuestario que dejó el ex presidente Zapatero superó en 25.000 millones de euros el objetivo previsto para 2011, y, ahora, el gobierno de Rajoy se ve obligado a realizar el mayor esfuerzo de reforma y ajuste presupuestario desde el inicio de la transición democrática, hace 35 años. Esto tiene como impacto una reducción del gasto público en consumo de 11,5 por ciento –un dato que ya se conocía– y de la inversión pública en 40 por ciento, remarcó. Rajoy defendió previamente los planes de ajuste y la reforma laboral de su gobierno, y adelantó que el próximo 30 de marzo presentará unos presupuestos que serán austeros y realistas.

Según Rajoy, el gasto del Estado se va a reducir 4,7 por ciento este año, aunque el recorte llegará al 12,5 por ciento en el caso de los ministerios. El presidente insistió en la idea de que el duro recorte es consecuencia del déficit excesivo, pero también de la contracción de la economía española, que de acuerdo con los propios cálculos del Ejecutivo caerá 1,7 por ciento en 2012.

Asimismo, Rajoy recordó que en 2011 las administraciones públicas gastaron 90.000 millones de euros más de lo que ingresaron, por lo que ahora deben hacer un esfuerzo para cumplir con el objetivo de déficit fijado del 5,8 por ciento del PBI para este año. España decidió recientemente rebajar la meta de déficit de 2012 del 4,4 por ciento pactada por el antecesor gobierno socialista con la Unión Europea al 5,8 por ciento.

Alemania y la Comisión Europea se mostraron escépticos ante esta decisión, que creen generará desconfianza en los mercados. Sin embargo, esperan que Rajoy presente los presupuestos de 2012 para conocer el alcance del ajuste que llevará a cabo España para corregir la desviación del déficit.

En tanto, ayer se difundió una encuesta en que los españoles ven la actual situación económica peor que nunca y tienen pocas esperanzas de que mejore. Se trata de la primera vez que tantos españoles se declaran tan pesimistas sobre la evolución de la economía del país, según dijo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que elaboró el relevamiento. Desde que Rajoy asumió la presidencia del gobierno, en diciembre, él y sus ministros han insistido en que la situación económica es extremadamente difícil.

Los últimos datos del Ejecutivo indican que el desempleo, que ya afecta a cinco millones de personas, seguirá en aumento, y que el PBI se contraerá un 1,7 por ciento este año. Las medidas de ajuste y reformas del gobierno tampoco parecen traer tranquilidad a los españoles, que no ven una salida a la crisis en el corto plazo.

El 89 por ciento de los encuestados consideró que la situación económica de España es “mala” o “muy mala”, frente al 86,6 por ciento que pensaba así en el sondeo anterior del prestigioso CIS. De cara al futuro, uno de cada tres consultados cree que la situación económica del país será peor dentro de un año. Los optimistas que consideran que la economía mejorará apenas superan el 18 por ciento, de acuerdo con el barómetro de febrero.

El 34,2 por ciento cree que la situación económica del país empeorará aún más el próximo año, frente al 29,6 por ciento que lo creía así en la encuesta de enero.

Asimismo, el desempleo sigue siendo la mayor preocupación de los españoles, en un 84 por ciento, seguido de los problemas económicos, que mencionan el 52,3 por ciento de los consultados. En tercer lugar figura la clase política, seguida de la corrupción, y la sanidad.

Sólo un 1,7 por ciento, uno de los porcentajes más bajos de la historia, percibe el terrorismo como un problema, coincidiendo con el cese definitivo de la violencia de ETA declarado el pasado 20 de octubre.

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El ajuste conservador provocó muchas protestas como ésta de la semana pasada en la Puerta del Sol de Madrid.
Imagen: EFE
 
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