Los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) celebraron ayer la última jornada de la cumbre que los convocó en Bruselas. El encuentro culminó con el triunfo de la canciller alemana, Angela Merkel, quien logró que se retrase la puesta en marcha del supervisor bancario único de la Zona Euro. Además, los líderes reconocieron diferencias sobre el próximo marco presupuestario del bloque.

Los representantes, que estuvieron reunidos durante más de diez horas en el primer día de cumbre, volvieron a encontrarse ayer en la segunda y última jornada del encuentro. En la reunión, Merkel impuso su postura por sobre la del presidente francés, François Hollande, y también por sobre la del jefe de gobierno español, Mariano Rajoy. Hollande y Rajoy aspiraban a que el supervisor bancario europeo estuviese plenamente operativo cuanto antes en enero de 2013, pero su asunción ahora se verá demorada al menos un año mas. El presidente de Francia pedía que su implementación fuera el 1° de enero de 2013, pero Merkel quería más tiempo debido a que tiene por delante una apretada agenda electoral en su país y teme un efecto nocivo de esa decisión en su electorado.

Sin dejar traslucir su decepción, Rajoy buscó restarle importancia minimizando la urgencia operativa del supervisor aunque contradiciendo la postura que lleva reiterando desde hace semanas y meses. “La recapitalización directa es algo que no urge a España”, afirmó el jefe del Gobierno español en la rueda de prensa final de la cumbre. Para el mandatario, el hecho de que la recapitalización del sistema bancario español repercuta sobre la deuda en apenas cuatro puntos del Producto Bruto Interno (PBI), hace que no suponga la preocupación más importante del gobierno de España. El resumen de Rajoy es que en Bruselas no hubo “nada de nada” respecto del posible rescate virtual o de la línea de crédito preventiva para el país, sumido en una profunda recesión cebada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. “Si yo tengo que tomarla (la decisión de petición del rescate), la tomaré. Haré lo que convenga a los intereses de los españoles”, reiteró Rajoy. Además, subrayó que nadie más que él puede dar ese paso.

Con respecto a la posibilidad de recapitalización directa de los bancos europeos, Merkel argumentó la necesidad de diferirlo en que había que buscar “una fecha más realista”. En ese terreno, la canciller alemana advirtió ayer de que no habrá recapitalización directa retroactiva para los bancos españoles y rechazó que eso se deba a sus compromisos electorales de cara a que en enero se celebrarán comicios locales y en septiembre elecciones generales. “La banca española tiene un programa a través del cual será recapitalizada. En eso todo está decidido y ahora España sólo tiene que pedir los tramos correspondientes. Tampoco habrá una recapitalización directa retroactiva”, destacó. Por otro lado, la canciller comentó que cuando el Banco Central Europeo (BCE) tenga listos los cimientos sobre los cuales se asentará el futuro supervisor único europeo –que controlará cerca de 6 mil bancos comunitarios– el proceso se realizará a través de una fórmula híbrida: algunos bancos estarán bajo la lupa directa del nuevo instrumento y otros bajo el escrutinio de autoridades nacionales.

Por otra parte, los líderes de la Eurozona elogiaron los “notables esfuerzos” realizados por Grecia para salir de la crisis pero reclamaron al gobierno de Atenas que siga aplicando los ajustes y reformas comprometidos ya que, advirtieron, sólo así se garantiza que Grecia siga en la Eurozona. Asimismo, los referentes reconocieron que existen importantes diferencias en la negociación sobre el próximo marco presupuestario plurianual del bloque, que tratarán de resolver en una nueva cumbre el 22 y 23 de noviembre. Se espera que los países puedan llegar a un acuerdo antes de fin de año sobre el techo de gasto y las principales partidas, con el fin de trabajar durante 2013 en los detalles.

El primer ministro británico, David Cameron, amenazó ayer con vetar el proyecto de cuentas europeas para el período 2014-2020 si el Reino Unido no sale bien parado en las negociaciones. El presidente de Francia defendió la necesidad de pactar un presupuesto “suficiente” y aseguró que peleará por mantener el gasto en la Política Agrícola Común, una de las principales partidas y a la que tradicionalmente se ha opuesto Londres. España, que pasará a ser contribuyente neto en el próximo período, se fijó como límite el no aceptar recortes en las partidas de agricultura y de cohesión.