EL MUNDO › EL PROGRAMA ENCUBIERTO FUE AUTORIZADO POR BUSH HIJO Y CONTINUó EN EL GOBIERNO DE OBAMA, REVELó EL POST

La CIA ayudó a matar a jefes de las FARC

Según informó The Washington Post, para llevar adelante el plan selectivo de asesinatos, como el de Raúl Reyes, se utilizaron bombas inteligentes guiadas por un sistema de GPS, capaz de determinar la ubicación exacta de una persona en la selva.

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos ayudó a las Fuerzas Armadas de Colombia a matar al menos a dos decenas de jefes pertenecientes a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La noticia sobre el plan, que habría sido orquestado mediante un acuerdo secreto, fue revelada ayer por el diario The Washington Post y confirmada implícitamente por el ex presidente colombiano Ernesto Samper, quien no se mostró sorprendido por esa revelación. El programa encubierto de combate a las FARC fue autorizado en 2000 por el entonces presidente George W. Bush y continuó con su sucesor a partir de 2009 y actual mandatario, Barack Obama, afirmó el diario norteamericano. La iniciativa contó además con un presupuesto multimillonario, al margen de los 9000 millones de dólares que, también a partir de 2000, Estados Unidos brindó al país sudamericano mediante el Plan Colombia.

Además de la CIA, formó parte del programa la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), cuestionada en los últimos meses por haber espiado a gobiernos y ciudadanos de gran parte del mundo, según reveló su ex contratista Edward Snowden. El diario basó su informe en entrevistas a más de 30 funcionarios estadounidenses y colombianos, tanto de las actuales administraciones como de anteriores, y la mayoría de los entrevistados declaró bajo la condición de que su identidad se mantuviera preservada.

Según el periódico estadounidense, la ayuda secreta de la CIA estaba dirigida a combatir no sólo a los cabecillas de las FARC sino también a los del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrillero de Colombia. El plan consistía en un seguimiento en tiempo real de los jefes guerrilleros y a partir de 2006 se convirtió en una herramienta particularmente eficaz para matarlos, sostuvo el Post.

De acuerdo con el informe, para llevar adelante ese plan selectivo de crímenes se utilizaron bombas inteligentes guiadas por un sistema de geolocalización (GPS), capaces de matar a una persona en la selva, luego de determinar su ubicación exacta.

El periódico afirmó que de ese modo se produjo la muerte del número dos de las FARC, Luis Devia, alias Raúl Reyes, en marzo de 2008, durante un bombardeo de tropas regulares colombianas a un campamento del grupo guerrillero instalado en territorio de Ecuador, cerca de la frontera con Colombia. Esa operación, en la que murieron al menos otras 24 personas, provocó la reacción del gobierno de Ecuador, que como no había sido avisado, resolvió romper la relación diplomática con Colombia.

The Washington Post aseguró que ese programa secreto en Colombia representa una de las mayores operaciones encubiertas de Inteligencia desarrolladas por Estados Unidos desde que se llevaran a cabo los atentados del 11 de septiembre de 2001. También señaló que la iniciativa comenzó extraoficialmente el 13 de febrero de 2003, cuando las FARC secuestraron a cuatro norteamericanos que volaban en una avioneta en Colombia.

Sin embargo, no se oficializó hasta tres años más tarde, cuando un coronel estadounidense hizo contacto con el por entonces ministro de Defensa colombiano y actual presidente, Juan Manuel Santos, en el que le manifestó la necesidad de mejorar la tecnología para combatir a la guerrilla. Sobre este tema, el representante a la Cámara, Iván Cepeda, aseguró que es necesario investigar el hecho y que es hora de que el gobierno explique las intervenciones en materia de seguridad de los Estados Unidos en Colombia. “Nosotros desde la Comisión Segunda de la Cámara pediremos explicaciones al gobierno con relación a qué clase de información han tenido respecto de estas intervenciones”, manifestó Cepeda.

En una entrevista con Caracol Radio, el ex presidente Samper señaló: “No creo que nos deba sorprender, si ya todos los países, inclusive los mejores aliados de Estados Unidos, como Alemania e Inglaterra, aparecen ‘chuzados’ (intervenidos) por los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, pues nosotros qué podemos esperar para un país como Colombia”.

En tanto, el general retirado Manuel Bonnet, quien estuvo a cargo del ejército durante la gestión presidencial de Samper, aseguró que lo publicado por The Washington Post no es algo que no se supiera. “Siempre ha habido una relación muy estrecha con la Inteligencia americana, ya que los intercambios de información son frecuentes para un lado y para el otro, porque así es como se opera”, dijo Bonnet en una entrevista con la radio RCN. Además, el ex militar sostuvo que la ayuda de Estados Unidos al país latinoamericano comenzó incluso antes de la puesta en práctica del Plan Colombia, lanzado durante el gobierno del presidente Andrés Pastrana, mediante el cual Washington debía intervenir en acciones contra la guerrilla bajo la premisa de que grupos armados ilegales tenían vínculos con los carteles de la droga. Asimismo, el general retirado comentó que en Colombia también se realizaron operaciones con autoridades de inteligencia del Reino Unido, España, Rusia e Israel, en el marco de acuerdos de cooperación.

En bombardeos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) también murieron los dos principales jefes de las FARC, Guillermo Sáenz, alias Alfonso Cano, y Víctor Suárez, alias Mono Jojoy, aunque el Post no relaciona esos asesinatos con la colaboración de la CIA.

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El programa encubierto de combate a las FARC facilitó el asesinato de dos decenas de jefes rebeldes.
 
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