EL MUNDO › TRAS LOS ATENTADOS ATRIBUIDOS A ISLAMISTAS QUE JAQUEAN LAS OLIMPíADAS DE INVIERNO

Putin promete que eliminará al terrorismo

Los atentados generaron temor a que los extremistas hayan iniciado una campaña de ataques que podría extenderse hasta los Juegos Olímpicos de Invierno que el país organizará en la ciudad de Sochi a partir de febrero próximo.

El presidente Vladimir Putin prometió ayer la completa eliminación del extremismo islámico en Rusia, en sus primeros comentarios públicos luego de dos atentados suicidas que en los últimos días dejaron 34 muertos en la ciudad de Volgogrado y pusieron al país en alerta máxima. “Continuaremos la lucha contra los terroristas de manera segura, despiadada y consecuente hasta su completa eliminación”, afirmó. Los atentados, atribuidos por Rusia a islamistas radicales del Cáucaso Norte a los que combate desde hace años, generaron temor a que los extremistas hayan iniciado una campaña de ataques que podría extenderse hasta los Juegos Olímpicos de Invierno que el país organizará en la ciudad de Sochi a partir de febrero próximo. Por otra parte, una bomba colocada bajo un auto mató ayer a un fiscal adjunto en la misma localidad del Cáucaso Norte de la que provenía uno de los presuntos suicidas de Volgogrado, informó la agencia de noticias rusa Interfax. “Este año hemos debido afrontar problemas, desafíos y duras pruebas, como los inhumanos actos terroristas de Volgogrado. En tales momentos, Rusia siempre cerró filas y se mostró unida”, aseguró Putin.

Apenas llegó al aeropuerto de Volgogrado en una visita sorpresa, Putin indicó que su intención era tratar la lucha contra el terrorismo con las autoridades locales, insistió en negar toda justificación para este tipo de crímenes, y reiteró que se iba a perseguir a sus autores. “Poco importa lo que puedan decir estos criminales para intentar justificar sus acciones. No hay justificaciones para crímenes cometidos contra civiles, sobre todo mujeres y niños”, sostuvo. El presidente ruso colocó una corona de rosas rojas en el sitio en el que el lunes un terrorista suicida hizo volar por los aires un trolebús, conversó allí con los residentes y contempló las numerosas velas encendidas. Luego visitó a algunos de los heridos graves en el hospital.

Luego de los atentados del domingo en la estación de trenes de Volgogrado y el del lunes dentro de un trolebús, las autoridades enviaron a la ciudad refuerzos policiales y paramilitares dependientes del Ministerio del Interior, declaró el jefe policial Andrei Pilipchuk. El comisario agregó que más de 5200 efectivos de seguridad fueron desplegados en esa ciudad de un millón de habitantes, ubicada al sur.

El Ministerio del Interior señaló que ayer fallecieron tres víctimas más de los atentados, con lo que la cifra de muertos trepó a al menos 34 –18 en el ataque de la estación y 16 en el del trolebús–. Fuentes médicas dijeron que 65 personas seguían internadas con heridas. Esta situación llevó a las autoridades de Volgogrado a cancelar todos los eventos públicos relativos al Año Nuevo, una de las principales festividades en Rusia, y pidieron a los residentes que no lancen fuegos artificiales.

Ninguno de los atentados fue reivindicado, pero llegaron meses después de que el líder de la insurgencia islamista del Cáucaso Norte, en el sur de Rusia, amenazara con nuevos ataques con blancos civiles en el país, incluyendo los Juegos de Invierno de Sochi, que comenzarán el 7 de febrero. Los atentados suicidas han sacudido a Rusia durante años, pero los insurgentes, que buscan establecer un Estado islámico, focalizaron sus ataques sobre todo en Chechenia, Daguestán y otras repúblicas rusas de mayoría musulmana del Cáucaso Norte.

Los atentados en Volgogrado parecen apuntar a una intención de los islamistas de extender su radio de acción más allá de su región de origen. Volgogrado queda unos 300 kilómetros al norte del Cáucaso y 690 kilómetros al noreste de Sochi. “Apoyaremos a todos los afectados, haremos todo lo planeado, restauraremos y reconstruiremos lo que haya que restaurar y reconstruir”, afirmó Putin. Además, prometió celebrar al más alto nivel los Juegos Olímpicos.

Rusia comenzó ayer a enterrar a los muertos en las explosiones, entre ellos el policía Serguei Nalibaiko, quien evitó que el terrorista suicida accediera el domingo al salón principal de la estación y causara aún un mayor número de muertos. La prensa rusa, por su parte, informó que la explosión de la estación pudo haber sido causada por un joven de padre eslavo y madre tártara, Pavel Pechionkin, que se convirtió al Islam y adoptó el nombre de Ansar Ar-rusi.

Al parecer, el presunto extremista, que había trabajado durante cinco años en una ambulancia de la república de Mari El, se escapó de su casa en 2012 para enrolarse en la guerrilla islamista de la república norcaucasiana de Daguestán. Según la agencia Interfax, las fuerzas de seguridad efectuaron el lunes un análisis de sangre a los padres de Pechionkin para poder realizar un examen genético y confirmar la identidad del suicida que mató a otras 18 personas.

Ayer, en la misma ciudad daguestaní en la que residía el presunto extremista, el fiscal adjunto Ruslan Gasanov murió al explotar una bomba lapa bajo su auto, informaron autoridades. El ayudante del fiscal de la ciudad de Buynaks murió al instante a causa de las heridas, explicó un portavoz del Comité de Instrucción de Rusia para Daguestán.

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Putin en el funeral de Kalashnikov, creador del AK-47. Dijo que será impiadoso.
Imagen: AFP
 
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