EL MUNDO › INFORME PARA OBAMA DE UN COMITE DE EXPERTOS CREADO POR EL CONGRESO ESTADOUNIDENSE

Exigen frenar las escuchas ilegales de la NSA

Obama, quien anunció la semana pasada restricciones en la recolección de datos por parte de la NSA, consultó con la Junta y otros expertos acerca de la vigilancia de llamadas telefónicas y las comunicaciones por Internet.

La recolección indiscriminada de datos sobre llamadas telefónicas practicadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) es ilegal y debería finalizar. Así lo determinó la Junta de Supervisión de Privacidad y Libertades Civiles, creada por el Congreso norteamericano como agencia independiente en 2007, una comisión bipartidista que ayer se expidió al respecto. Aunque la evaluación final del programa de la NSA no se había difundido al cierre de esta edición, medios estadounidenses adelantaron algunas de las conclusiones. El presidente estadounidense, Barack Obama, quien anunció la semana pasada restricciones en la recolección de datos por parte de la NSA, consultó con la Junta y otros expertos acerca de la vigilancia de llamadas telefónicas y las comunicaciones por Internet. Ordenó poner fin al espionaje a mandatarios de países aliados y anunció reformas a la vigilancia telefónica de la NSA, entre ellas que el gobierno deje de controlar esos datos y que sea una corte especial la que autorice acceder a ellos.

El aspecto que aparece como más controvertido del programa de espionaje es el que se refiere a la Sección 214 de la Ley Patriota, promulgada tras los ataques terroristas en Estados Unidos, cometidos en septiembre de 2001, y que permite que la NSA recolecte los metadatos de las llamadas, que incluyen fecha, números y duración, pero no el contenido de las conversaciones. La agencia norteamericana y la administración Obama sostienen, por su parte, que estas labores son útiles y legales para la detección de actividades terroristas, pero la Junta Supervisora indica que los resultados son escasos.

El programa no tiene un fundamento legal viable bajo la Sección 215, implica preocupaciones constitucionales bajo la Cuarta y Quinta enmiendas, presenta amenazas graves para la privacidad y las libertades civiles y ha mostrado un valor limitado, señala el documento elaborado por la comisión bipartidista, según informó el diario The New York Times. Como resultado, la Junta recomienda que el gobierno ponga fin al programa, agregó el diario norteamericano.

“Las reformas que propongo hoy (por ayer) deben dar al pueblo estadounidense una mayor confianza en que sus derechos están siendo protegidos, mientras nuestras agencias de inteligencia y policiales conservan las herramientas que necesitan para mantenernos seguros”, afirmó Obama en un esperado discurso en el Departamento de Justicia. El mandatario norteamericano defendió el funcionamiento del aparato de inteligencia estadounidense tanto en el país como en el extranjero, aunque admitió que es necesario tener en cuenta las preocupaciones sobre la privacidad suscitadas tras las revelaciones del ex analista de la NSA Edward Snowden, en junio pasado, y tomar medidas al respecto.

“He dejado claro a nuestra comunidad de inteligencia que, a menos que haya un motivo de seguridad nacional convincente, no vigilaremos las comunicaciones de jefes de Estado y de gobierno de nuestros amigos cercanos y aliados”, prometió el presidente. “Esos amigos y aliados merecen saber que, si quiero saber lo que piensan sobre un determinado asunto, tomaré el teléfono y los llamaré”, agregó Obama con el propósito de tranquilizar a quienes se presentan como más críticos con el espionaje lanzado por Washington, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, y la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.

Obama declaró, no obstante, que los servicios de espionaje de Estados Unidos seguirán recopilando información sobre los gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones. “No nos vamos a disculpar simplemente porque nuestros servicios de inteligencia son más efectivos. Lo importante es que la gente en todo el mundo, independientemente de su nacionalidad, tenga claro que Estados Unidos no espía a personas normales que no son una amenaza para nuestra seguridad nacional”, sostuvo el presidente norteamericano.

En cuanto a la recopilación por parte de la NSA de registros telefónicos de millones de estadounidenses, Obama ordenó una transición que terminará con el programa “tal como es actualmente”, así como establecer un mecanismo que preserve sus capacidades sin que el gobierno siga teniendo el control de esos datos. A su juicio, ese programa debe continuar porque es útil para la lucha antiterrorista, pero tiene que ser reformado, por lo que el secretario de Justicia, Eric Holder, y las agencias de inteligencia se encargarán de proponer los cambios necesarios hasta fines de marzo en consultas con el Congreso.

Por su parte, el ex analista externo de la NSA Edward Snowden dijo ayer que espera que se analicen las intervenciones de los altos funcionarios encargados de los programas de espionaje estadounidense denunciados por él y se actúe en consecuencia. En un encuentro online con internautas, Snowden –que se encuentra asilado en Rusia– consideró que la democracia estadounidense debería corregir las leyes, contener el gran alcance de algunas agencias y depurar responsabilidades de altos oficiales por los abusivos programas de espionaje.

Snowden se encuentra imputado en Estados Unidos por las filtraciones de programas secretos de la NSA que fue revelando progresivamente, y desnudó la capacidad de esta agencia de espiar las comunicaciones telefónicas y en Internet a miles de usuarios.

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El presidente estadounidense recibió un informe que critica las pinchaduras e intercepciones de la NSA.
Imagen: AFP
 
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