EL MUNDO › BUTEFLIKA VOTO Y ES EL FAVORITO EN LOS COMICIOS PRESIDENCIALES DE ARGELIA

Reapareció para su tercera reelección

El presidente acudió a votar en silla de ruedas, en su primera aparición pública en dos años. El año pasado sufrió un accidente cerebrovascular que ha disminuido sus capacidades de elocución y de movilidad. Incidentes en Argel.

Los argelinos votaron el jueves para elegir un nuevo presidente en una jornada en la que Abdelaziz Buteflika, de 77 años, que aspira a ser reelecto, hizo su primera aparición pública en dos años al votar en silla de ruedas. El presidente lleva 15 años dirigiendo las riendas del país y, según los sondeos, se espera que logre su tercera reelección. La votación terminó a las 20, hora local, una hora más tarde de lo previsto, y los resultados definitivos se conocerán el viernes. Tres horas antes del cierre, la tasa de participación era de 37,06 por ciento.

Durante la jornada electoral se produjeron varios incidentes, en especial en Cabilia, donde 70 personas resultaron heridas en enfrentamientos entre gendarmes y jóvenes que querían impedir la votación, informó el ministro del Interior, Tayeb Belaiz, que al mediodía había dicho que la votación se llevaba a cabo “en buenas condiciones”. La votación terminó más tarde de lo previsto debido a que en 590 localidades tuvieron que prolongarse las operaciones electorales, indicó el Ministerio del Interior.

Una de las imágenes de la jornada ha sido la votación del presidente saliente y candidato a la reelección, quien acudió a votar en silla de ruedas, en su primera aparición pública en dos años. Buteflika llegó sonriente a votar durante la mañana a la escuela Bachir El Ibrahimi en El Biar, en las alturas de Argel, flanqueado por dos de sus hermanos, entre ellos Said, su consejero especial, y un sobrino, según imágenes difundidas en televisión. Saludó a la prensa con la mano, pero no hizo ninguna declaración.

Todavía convaleciente de su accidente cerebrovascular de hace un año, que ha disminuido sus capacidades de elocución y de movilidad, su última aparición en público se remontaba al 8 de mayo de 2012. En aquella ocasión dio a entender que se retiraría y abriría la puerta a su sucesión, cuando declaró que el tiempo de su generación ya había pasado.

Sin embargo, el 22 de febrero pasado anunció finalmente su decisión de lanzarse a la conquista de un cuarto mandato tras una lucha en la cumbre del Estado y pese a las dudas sobre sus capacidades para dirigir el país cinco años más.

Durante la campaña, del 23 de marzo al 13 de abril, los argelinos pudieron verlo en tres ocasiones en la televisión, recibiendo a prestigiosos invitados. Su enfermedad le impidió llevar a él mismo esta campaña y encargó a siete de sus colaboradores recorrer el país para convencer a los electores. Sus seguidores lo consideran garante de la estabilidad e independencia del país –su mayor logro fue negociar el final de una brutal guerra civil entre el Estado e insurgentes islamistas en los años ’90– y su partido, Frente de Liberación Nacional, ejerce el poder desde que Argelia se independizó de Francia hace cincuenta años.

Dos días antes de la apertura de los colegios electorales, Buteflika exhortó a los argelinos a acudir a las urnas porque “la abstención revela una propensión deliberada a querer mantenerse al margen de la nación”. En las presidenciales de 2009, la tasa oficial de participación fue del 74,11 por ciento. Sin embargo, un cable de la embajada estadounidense en Argel, revelado por Wikileaks, consideró que no superó el 30 por ciento.

Más de 260.000 policías y gendarmes han sido desplegados para garantizar la seguridad de cerca de 23 millones de electores llamados a votar en 50.000 colegios por uno de los seis candidatos, incluido el ex primer ministro Ali Benflis y una mujer, la diputada trotskista Luisa Hanune.

Una coalición de cinco partidos de la oposición llama al boicot de los comicios y pide una “transición democrática”, mientras que el movimiento Barakat (Basta), hostil a un cuarto mandato de Buteflika, considera que esta elección es un “no acontecimiento”.

Al margen de la participación, el debate gira en torno del fraude, un “daño incurable”, según el periódico El Watan, después de unas recientes revelaciones de un antiguo wali (prefecto) que confirmaba la existencia de esta práctica. Ali Benflis, principal rival de Buteflika, ha convertido esta cuestión en un tema predominante de su campaña.

Benflis, hombre de confianza de Buteflika durante su primer mandato (1999-2004) y que fue humillado en la presidencial de 2004 (6 por ciento), aspira a tomarse ahora la revancha.

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Buteflika vota en silla de ruedas en su primera aparición pública en dos años.
Imagen: EFE
 
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