El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fuerza principal de oposición al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), lanzó ayer a Aecio Neves como su candidato para las elecciones presidenciales. Neves se configura así como el mayor rival que enfrentará a Dilma Rousseff en la búsqueda de un segundo mandato presidencial. El economista de 54 años y nieto de Tancredo Neves, primer presidente civil elegido en Brasil tras 21 años de dictadura militar, aparece en las encuestas de intención de voto como el rival más fuerte de Rousseff, con un 21 por ciento, frente al 32 por ciento que enarbola la mandataria. Unos 140 millones de electores votarán el 5 de octubre por presidente y vice, gobernadores de 27 unidades políticas y senadores y diputados.

La candidatura de Neves, ex gobernador del estado de Minas Gerais y que ya venía recorriendo el país en su condición de precandidato, fue confirmada en una concurrida convención del PSDB que tuvo lugar en San Pablo a la que el senador llegó acompañado por el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso. En declaraciones publicadas ayer en el sitio online del diario Folha do São Paulo, el flamante candidato aprovechó para cuestionar el presente del gobierno cuando afirmó que ningún partido de los aliados al gobierno federal muestra estar completamente unido a la presidenta Dilma Rousseff. Y agregó que el PT puede estar unido pero también está desanimado. La candidatura de Neves fue aprobada por 447 de los 451 delegados reunidos en la convención realizada ayer, citó el sitio del diario O Globo, aunque el partido aún no confirmó el nombre del candidato que acompañará a Neves en la fórmula presidencial.

Además de Cardoso, al encuentro –que reunió a unas cinco mil personas– también acudieron los dos últimos candidatos del PSDB a la presidencia, el ex gobernador de San Pablo y ex ministro de Salud, José Serra, derrotado por Rousseff en las elecciones de 2010, y el actual gobernador paulista Geraldo Alckmin, que fue el segundo más votado en 2006, cuando Luiz Inácio Lula da Silva se alzó con la reelección. “Estamos dando un paso muy importante para la victoria. El PSDB y sus aliados llegan unidos para la disputa. En cuanto más mentiras ellos digan, más verdades diremos”, afirmó Serra. “Percibo que no hay apenas una brisa, sino un ventarrón pidiendo cambios, un tsunami que barrerá del gobierno federal a aquellos que no se han mostrado dignos y capaces de atender las demandas de la población brasileña”, dijo Neves. “Estoy aquí para dar un basta al PT”, agregó el candidato.

El lanzamiento de Neves también fue acompañado por dirigentes de partidos que pueden apoyar las aspiraciones del PSDB, como el diputado Paulo Pereira da Silva, dirigente de Solidaridad, y el senador José Agripino Maia, del partido Demócratas (DEM). Luego de haber perdido las tres últimas elecciones presidenciales frente al PT, los socialdemócratas buscan reaccionar este año aprovechando las protestas contra el gobierno de Rousseff impulsadas desde distintos sectores sociales por los gastos de la organización del Mundial de Fútbol. Pese a que aún lidera las encuestas de intención de voto manteniendo una gran ventaja, la jefa de Estado viene perdiendo terreno y los últimos sondeos indican que ya no tiene garantizada su reelección sin verse obligada a disputar una segunda vuelta.

En el último sondeo que divulgó la revista Istoé, estudio encargado al Instituto Sensus, Neves aparece más cerca de la presidenta en un proceso que marcha a una polarización entre el PT y el PSDB. En la encuesta, la intención de voto a la mandataria cayó a 32,2 por ciento desde 34 por ciento en el sondeo anterior, mientras que Neves pasó a 21,5 por ciento, desde el 19,9 por ciento que mantenía. En tercer lugar, la encuesta ubica al socialista Eduardo Campos, a quien le atribuye una intención de voto del 7,5 por ciento, según consignó la agencia Brasil247.

Aunque la presidenta Rousseff aún no confirmó oficialmente que se postulará a un nuevo período presidencial, su candidatura es algo que se da por sentado en el PT por el ex presidente Lula, quien ayer adelantó un triunfo del partido luego de los abucheos que recibiera la mandataria durante la inauguración del Mundial. Ante 2500 militantes del PT, el ex mandatario les pidió a sus seguidores que se preparen para una campaña electoral muy violenta. Según el ex presidente, la oposición está dispuesta a expandir una gran cantidad de mentiras y prejuicios y agregó que “si ofenden a Dilma, nos están ofendiendo a cada uno de nosotros”.

“No fue una agresión a la presidenta, fue una agresión al pueblo brasileño. Nuestra victoria será nuestra venganza”, dijo Lula luego de entregarle a Rousseff una rosa blanca en el encuentro del PT que se llevó a cabo en la ciudad de Recife. El ex jefe de Estado atribuyó los abucheos lanzados contra la presidenta a los sectores más ricos de la población brasileña y dijo que duda de que un trabajador tenga el coraje de decir el uno por ciento de las groserías que se escucharon.