EL MUNDO › NIDIA DIAZ, COSECRETARIA GENERAL DEL FARABUNDO MARTI DE EL SALVADOR

“Ganaremos las elecciones del 2004”

En las últimas elecciones salvadoreñas, la otrora organización guerrillera se convirtió en la fuerza política más importante de su país y las encuestas le dan grandes posibilidades de ganar las presidenciales del año próximo.

 Por Luis Bruschtein

Nidia Díaz es su nombre de guerra, su nombre real es María Marta Valladares. Fue comandante guerrillera del PRT salvadoreño y una de las dirigentes guerrilleras que participaron en los acuerdos de paz. Actualmente es cosecretaria general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Fue dos veces diputada y en la última elección presidencial fue candidata a la vicepresidencia. Se incorporó a la guerrilla en 1971, cuando tenía 18 años, y ahora tiene 51. Usó más años su nombre de guerra que el verdadero, por lo que su carnet de legisladora está a nombre de Nidia Díaz, aunque se aclara que también se llama María Marta Valladares. La organización guerrillera, que después de largos años de sangrienta guerra civil se incorporó a la actividad política tras los acuerdos de paz de 1992, resultó la fuerza más votada en las últimas elecciones legislativas y, según las encuestas, podría ganar las elecciones presidenciales que habrá en El Salvador el próximo año.
–En El Salvador pasa lo mismo que lo que pasó en Argentina. Hay dos modelos de país en disputa, el modelo neoliberal y otro que pone al ser humano en el centro de sus prioridades. Desde las elecciones legislativas del 16 de marzo de este año, el FMLN se convirtió en la primera fuerza política electoral, tuvimos más votos que todos los demás partidos, tanto para legisladores como para los municipios. Y las tendencias en las encuestas desde mayo hasta agosto colocan al Frente como el favorito si las elecciones fueran hoy. Este mes de septiembre ha sido más movido, porque nuestros adversarios del partido Arena lanzaron una estrategia para recomponerse. Comenzaron la campaña hace dos meses para instalar a su candidato a presidente, Antonio Saca, un locutor y empresario que ha sido presidente de la Asociación Nacional de Empresarios.
–¿Saca sería la continuidad de las políticas del gobierno salvadoreño actual?
–Saca ha mantenido en encuentros empresariales posiciones de fortalecimiento del modelo neoliberal, a través de fomentar una política de flexibilización laboral, privatizaciones y apoyo al ALCA, se opone a aumentos salariales y a incrementar el radio de acción de las pensiones. Es un hombre muy comprometido con el modelo neoliberal, aunque se lo postula como el hombre de las nuevas ideas.
–¿Y cuál es la imagen electoral del FMLN?
–Hemos sido la primera oposición y también hemos capitalizado la buena gestión de nuestros compañeros en 36 alcaldías en todo el país, donde se concentra alrededor del 60 por ciento de la población. Al ser la primera fuerza en la Asamblea Legislativa hemos tratado de revertir todas las negativas presidenciales a los decretos legislativos que hubieran ayudado a paliar la grave situación económica y social. El FMLN es el partido más organizado del país, y ahora tiene su fórmula presidencial. Shafik Handal es candidato a presidente y a vice es el doctor Guillermo Mata, ambos reflejan una alianza política y social.
–¿El FMLN se presenta con una alianza más amplia?
–Es el FMLN aliado con el sector salud, que fue el que llevó adelante las luchas contra la privatización del sector. Por otro lado, tenemos programas de gobierno para el 2004-2009, basados en un proyecto de país a largo plazo y contamos con una plataforma para salir de la crisis. Formamos parte de un gran esfuerzo para la confluencia de fuerzas por el cambio. Se ha formado en El Salvador la Alianza Social y Política por el Cambio, que aglutina no sólo al sector social productivo o político, sino también a fuerzas vivas de El Salvador. La fórmula de candidatos expresa esa alianza. Esta Alianza Social y Política por el Cambio tiene sectores productivos, sectores militares, sectores profesionales y además al movimiento popular. A su vez, el movimiento popular acaba de conformar el Bloque Popular Social por la Democracia Real, que aglutina a todas las fuerzas dispersas del campo social y cultural en una sola dirección: cambiar el país. Además, el FMLN cuenta con un partido unificado, fuerte. Tuvimos problemas en las elecciones presidenciales anteriores, donde yo competí como candidata a la vicepresidencia, y no se reflejó un partido unido, fuerte. Hemos desarrollado una estrategia de acercamiento al pueblo a través del contacto directo, casa por casa; las brigadas populares recomenzarán esa tarea desde el primero de octubre.
–¿Este proceso de crecimiento que ha tenido el Frente ha sido la fructificación de los esfuerzos que realizan desde el fin de la guerra civil?
–Inciden varios factores. La reforma política que se logró en los acuerdos de paz ha permitido que las personas ya no tengan tanto temor como en el pasado y que acepten la posibilidad de un cambio. También ha sido importante la capacidad de gobernar que, se puso de manifiesto en las alcaldías que controlamos en las grandes ciudades. Eso ha hecho posible que también las personas reflexionen que hay otra forma de gobernar. Y el otro elemento es que, además de tener programas y respuestas a los problemas, el desgaste mismo del modelo neoliberal ha llevado a los salvadoreños a buscar otras opciones. Si uno habla con el pueblo, todos le van a decir que el principal problema es el económico, la falta de trabajo, los bajos salarios, el alto costo de la vida. Y esto trae como consecuencia también el problema de la seguridad. Todo depende de cómo se aborden estos problemas; si sólo se atacan los síntomas, siguen las causas. Creo que es importante señalar como una de las causas de nuestro ascenso el agotamiento del modelo neoliberal.
–¿Qué tipo de gobierno harían si ganan las elecciones?
–Un gobierno basado en las leyes, constitucional, porque el actual gobierno ha importado un modelo neoliberal que no se adecua a las propias realidades. En cambio, impulsaríamos un gobierno constitucional, que nos daría posibilidades de hacer reformas sociales y reformas económicas, dentro del marco jurídico que da la misma constitución. La gente tiene la seguridad a esta altura de que el Frente está dentro del orden y la legalidad. Nosotros pensamos en un gobierno participativo, concertador y que ponga en el centro de su preocupación al ser humano, los derechos de la persona. Por otro lado, pensamos que la reactivación económica debe ser basada en la reactivación de la actividad productiva agrícola, que los campesinos puedan elevar su capacidad para producir en nuestro territorio los granos básicos que son parte de nuestra dieta alimentaria.
–¿Cómo vería el sector empresarial a un gobierno del Frente?
–Creo que les cuesta porque tienen mucho miedo, mucha contracampaña contra nosotros. Afirman que cuando ganemos, vamos a cubanizar El Salvador, no vamos a apoyar a la empresa, que se van a ir todos, que nos van a dejar solos... Hemos tratado de analizar y discutir con ellos directamente para convencerlos de que no será así, que puede haber otro camino que no implique necesariamente la privatización de los servicios y particularmente la privatización de la educación.
–¿Había una tendencia a privatizar la educación?
–Desde hace días este gobierno está con un proyecto para cobrar aranceles. La Asamblea acaba de aprobar un decreto que prohíbe la privatización de la educación. Esto sucede porque el gobierno no quiere invertir en esas áreas.
–¿Y el sector empresario está abierto a esa discusión o piensan que puede recurrir a medidas de desestabilización o de tipo golpista?
–No, yo creo que están abiertos a la discusión. Entre más ingresos tienen, menos posibilidades de entendimiento. Pero yo me refiero a empresarios pequeños y medianos y a algún sector nacionalista de El Salvador con quienes nosotros conversamos.
–¿Cuál sería la medida más importante que ustedes tomarían en caso de ganar las elecciones?
–En primer lugar, rescatar el papel del gobierno, como un gobierno nacional y no privatizado, puesto en función de los bancos y algunos sectores privilegiados. Queremos un Estado fuerte y descentralizado, con sentido social. La base de todo nuestro proyecto es la reactivación del sector productivo urbano y rural. Vamos a fomentar una banca de desarrollo, queremos que la alimentación básica esté asegurada por nuestros propios campesinos. Todo nuestro proyecto económico pone en el centro al ser humano, por eso es tan importante la generación de empleo. Con respecto a la inversión, planteamos que vengan a invertir todos los que quieran, siempre y cuando respeten las leyes laborales de El Salvador.
–¿Cómo se alinearía El Salvador con respecto al ALCA?
–Nosotros creemos que para El Salvador no hay desarrollo si no se inserta dentro del mundo, pero pensamos que el primer paso debería ser un proceso de integración centroamericana, que se generen mecanismos como la unión aduanera y monetaria. Vemos que necesariamente tenemos que insertarnos en el mundo. Tenemos que invertir en El Salvador, crecer. Y tenemos que analizar a fondo las asimetrías.
–El proceso neoliberal en El Salvador llegó también a las políticas monetarias...
–En este momento, estamos en camino de la dolarización. Se logró que la ley estableciera las dos monedas pero, hoy por hoy, sólo circula el dólar, entonces se está violando la Constitución. También hay que determinar las tarifas de energía eléctrica, de seguros, y el gobierno no lo hace porque no le conviene, aunque eso contribuiría a que la gente pueda adquirir más productos porque se abarataría el costo de la vida.

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