EL MUNDO › EN LA CUMBRE DE LA UNIóN EUROPEA SE MOSTRARON UNIDOS FRENTE A LA SALIDA DE GRAN BRETAñA

Los líderes europeos, bien pragmáticos

Los jefes de Estado del bloque aseguraron haber lanzado “una reflexión política para dar impulso a más reformas”, pero sostuvieron que los tratados no se tocan. En la declaración también hablaron de generar seguridad, empleo y crecimiento.

El Reino Unido fue excluido ayer de conversaciones de una cumbre de la Unión Europea por primera vez en más de 40 años, mientras los restantes 27 miembros del bloque discutieron cómo reaccionar a la conmocionante decisión británica de abandonar la UE.

Los votantes británicos respaldaron la opción del Brexit en elreferéndum celebrado el jueves pasado. Con este resultado, la UE está a punto de perder un país que presume de ser una de las cinco economías más importantes del planeta, con poder de veto en las

Naciones Unidas, capacidades nucleares, un fuerte Ejército y unsector financiero de primera categoría.

“El resultado del referéndum británico crea una nueva situación para la Unión Europea”, especificaron los líderes en una declaración. “Estamos resueltos a permanecer unidos y (...) estar listos para abordar cualquier dificultad que pueda surgir de la actual situación”. “Nada debe impedir que Europa avance”, declaró el presidente francés François Hollande.

Los líderes se reunieron ayer en el inusual formato de 27 miembros, en una señal de los tiempos venideros con la exclusión del vigésimo octavo miembro, el Reino Unido, que pertenece al bloque desde 1973.

El primer ministro británico, David Cameron, pronunció su despedida ante sus colegas de la UE el martes, tras una reunión a la que describió como dominada por la “tristeza”. Por su parte, los 27 miembros de la UE renovaron sus llamados a Londres para que active “lo antes posible” los procedimientos para salir del bloque y explicaron que “no puede haber negociaciones de ningún tipo antes de que esta notificación haya tenido lugar”.

Respecto de los asuntos internos, los líderes reconocieron que “mucha gente manifiesta insatisfacción con el estado actual” de la UE y aseguraron haber lanzado “una reflexión política para dar impulso a más reformas”.

La canciller alemana, Angela Merkel, explicó que esto no conllevará reelaborar el marco normativo de la UE. “Estos tratados son una muy, muy buena base”, dijo Merkel. “Realmente, haríamos mal en volver a entablar una discusión sobre los tratados”, subrayó.

Proveer mayor “seguridad, puestos de trabajo y crecimiento” fue una de las prioridades en la declaración de los líderes, pero no se acordaron iniciativas concretas.

Los líderes de los 27 países miembros restantes de la UE volverán a reunirse el 16 de septiembre en Bratislava, Eslovaquia, para discutir las consecuencias de la decisión del Reino Unido de abandonar el bloque comunitario.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió que durante esta cumbre en Bruselas quedó claro que “la inmigración irregular era y es una de las razones más importantes de esta crisis de confianza en sí misma de Europa”.

Según Tusk, la inmigración a gran escala desde otros países de la UE y más allá fue uno de los principales factores que impulsaron a los británicos a votar por salir de la UE en el referéndum. En los días previos a la cumbre, un documento franco-germano delineó una agenda de reformas más amplia, que incluye una expansión de la fuerza militar del bloque y las capacidades antiterroristas, así como la creación de un fondo de la eurozona para 2018 que respalde a economías en crisis.

Francia y Alemania, los dos mayores líderes de la UE, dijeron allí que el progreso debería ser posible aunque no estén todos los miembros de acuerdo, una visión que fue compartida en Bruselas por el primer ministro belga, Charles Michel.

Los países que desean integrarse más rápidamente deben “estar en condiciones de hacerlo sin ser obstaculizados por aquellos que eligen tomarse un poco más de tiempo para avanzar”, dijo Michel. Naciones del centro y este de Europa se muestran recelosas de estas maniobras hacia una Europa de “dos velocidades”.

A la vez que negocian con el Reino Unido y ponen sus casas en orden, los líderes de la UE también podrían tener que lidiar con demandas procedentes de Escocia. Luego de que sus votantes rechazaran el “Brexit”, Escocia está considerando avanzar hacia una escisión del Reino Unido y una permanencia en el bloque comunitario.

La primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, visitó Bruselas ayer para conversaciones iniciales con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, destinadas a proteger el lugar de Escocia en la UE.

“Escucharé cuidadosamente lo que la primera ministra me diga, pero no tenemos la intención de interferir en el proceso británico”, comentó Juncker a reporteros. “No es nuestro deber ni nuestro trabajo”, añadió.

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Los líderes se reunieron ayer en el inusual formato de 27 miembros, sin el Reino Unido.
 
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