EL MUNDO › LAS ASAMBLEAS DE IOWA INICIAN EL LUNES LA CAMPAÑA ELECTORAL EN EE.UU.

¿Quién le teme al Dr. Howard Dean?

El ex gobernador de Vermont sigue encabezando las encuestas para la interna opositora en EE.UU., que se lanza el lunes con las asambleas de Iowa. Pero los ataques de demócratas y republicanos están erosionando ese apoyo, motivando su pase a la ofensiva.

Por Andrew Buncombe *
Desde Washington

El candidato demócrata Howard Dean está peleando con uñas y dientes por mantener el escaso margen de liderazgo en las duras y cruciales asambleas partidarias de la semana próxima en Iowa, lanzando una serie de ataques sobre sus oponentes y reiterando su reclamo a ser la única alternativa genuina en la disputa con el presidente George Bush. Los últimos sondeos sugieren que a menos de una semana, el ex gobernador de Vermont aventaja por un módico margen de tres puntos a Dick Gephardt, ex líder demócrata en el Congreso. A pesar del reciente surgimiento tanto de John Kerry como de John Edwards, se mantienen en un tercer y cuarto lugar, respectivamente, y no se espera que cambien de esas posiciones.
Con una campaña que se está volviendo cada vez más intensa, con ataques contra Dean en aumento, hay claros indicios de que el ex médico está sintiendo el calor de la contienda y en los últimos días se ha vuelto mucho más abierto en sus críticas a los rivales. “Ataco a todos porque estoy cansado de ser acá el que recibe las bofetadas”, dijo Dean en un acto de campaña el lunes a la mañana en Iowa. Siguió diciendo en varias reuniones de votantes que si querían un cambio real en la capital de la nación no deberían votar un político de Washington. Señalando a Kerry, Edwards y Gephardt por apoyar la decisión de invadir a Irak, añadió: “Quiero que recuerden dentro de una semana cuando se reúnan quién estuvo contra la guerra cuando ningún otro lo estaba”.
En las últimas semanas, la posición de Dean como principal candidato demócrata lo llevaron a él y a sus políticas a estar bajo un escrutinio sin precedentes por los gurúes políticos y los medios de Estados Unidos. Esto llevó a un número de afirmaciones de que cambió su posición sobre temas claves, y potencialmente mucho más perniciosas, acusaciones de que ha hecho una serie de “gaffes”. Esto fue rápidamente tomado por sus opositores y el general retirado Wesley Clark, que no está participando en la contienda de Iowa, se corrió hacia un segundo lugar en las encuestas para las primarias de New Hampshire el 27 de enero.
Hay más de una sugerencia, sin embargo, de que la cantidad de historias señalando una “inestabilidad” en la campaña de Dean y afirmaciones de que el apoyo que tiene está decreciendo están basadas no tanto en la evidencia real como en un esfuerzo concertado por algunos demócratas y por republicanos para hacer cualquier cosa para evitar que se convierta en el candidato del partido. El analista político Eric Boehlert sugirió ayer en la página de Internet salon.com que, alimentado con difamaciones y sugerencias de sus opositores, el cuerpo de prensa de Washington había enfocado injustamente en los supuestos “mal carácter” y “gaffes” de Dean. Escribió: “Un vistazo al último medio año de la cobertura de los medios provoca la pregunta: ¿ha sido su enojo tan incontrolable, sus fallas de campaña tan frecuentes, son sus probabilidades políticas tan improbables, como para merecer el incansable foco sobre su rabia, gaffes y su llamada inelegibilidad, que se ha convertido el informar sobre Dean?”.
Frente a esto, pareciera que Dean ha tomado la decisión consciente de afilar sus ataques sobre sus rivales y tratar de alterar la percepción que ha pasado gran parte de las últimas semanas en la defensiva. Hace sólo una semana, le dijo a los periodistas que permanecería por encima de la contienda, diciendo: “Creo que la manera de tratar estos ataques de los opositores no es contestarlos, porque creo que eso es lo que no les gusta a los votantes”. Este ya no es el caso. Nuevamente el lunes –Dean no estuvo haciendo campaña ayer– volvió a su popular afirmación de ser un hombre ajeno a los políticos de Washington y dijo a los votantes: “Necesitamos un cambio real, y no solamente un cambio de presidente. Necesitamos un cambio en Washington y no lo vamos a conseguir eligiendo a alguien de Washington”.
Gephardt, el principal desafiante de Dean en Iowa, no podría ser un político de Washington más característico. El congresista de Missouri pasó más de dos décadas en la política nacional y anteriormente se postuló para la presidencia de Estados Unidos en 1988, cuando ganó la contienda en Iowa. Los observadores creen que el voto de Iowa es sumamente importante para Gephardt. Ha declarado que sus experiencias en 1988 le enseñaron que no puede darse el lujo de hacer una estrategia para un solo estado si espera convertirse en el desafiante de Bush. Pero la mayoría de los observadores concuerdan en que si no gana o por lo menos llega como segundo por escaso margen, sus oportunidades de ganar la nominación democrática son nulas. Al mismo tiempo, si Dean no gana en Iowa esto cambiaría radicalmente la dinámica de la carrera y probablemente aumentaría la suerte de Clark.
Ayer, Gephardt atacó a Bush sobre seguridad nacional, afirmando en un discurso al Consejo de Relaciones Exteriores que Estados Unidos había recibido varias advertencias sobre un probable ataque antes del 11 de septiembre de 2001, pero no actuó. “Hay que tratar los síntomas”, dijo. “La mayor falla de esta administración es que hacen muy poco con la causa raíz de este problema. Este es un problema serio, de largo plazo y de múltiples niveles.”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Howard Dean, candidato principal de los demócratas, se cansó de ser “el que recibe las bofetadas”.
 
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