EL MUNDO › EL DESEMPLEO SE ESTANCA Y LA GENERACION DE NUEVOS TRABAJOS ES MINIMA

Sólo Dios puede apiadarse de este hombre

Un informe del Departamento de Trabajo reveló ayer que la tasa de desempleo se mantiene en un 5,6 por ciento y que sólo se crearon 21.000 puestos de trabajo en febrero, lo que es un golpe a la reelección de Bush.

George W. está en problemas. El índice de desempleo en EE.UU., tema central de la campaña para la elección presidencial de noviembre, fue en febrero del 5,6 por ciento, la misma que en enero, y se crearon sólo 21.000 puestos de trabajo, muy por debajo de las expectativas de creación de empleo de los analistas que calculaban en torno a los 125.000. El informe divulgado ayer por el Departamento de Trabajo resulta muy poco favorable para el gobierno de EE.UU. La publicación de los datos sobre el mercado de trabajo estadounidense puede jugarle a favor a los demócratas, quienes además aseguran que el desempleo para hispanos, primera minoría en el país, sigue aumentando. La primera reacción de la Bolsa fue a la baja mientras que el euro registró una fuerte subida.
Incluso el secretario del Tesoro, John Snow, reconoció ayer luego de la publicación de las cifras que “no son satisfactorias”. Desde luego, tuvo que agregar: “Pero no hay duda de que la economía estadounidense está en crecimiento” y estimó que “en los próximos meses las cifras del empleo serán mucho mejores. Confío en que los empleos volverán”, añadió. Pero incluso en términos de los empleos generados la situación no es brillante: esos 21.000 puestos corresponden todos al sector gubernamental y no al sector privado, según revela el informe. Las empresas no contratan suficiente personal para asegurar la solidez de esta reactivación y el país cuenta 8,2 millones de personas en busca de empleo. Según los expertos, para asegurar la solidez harían falta en promedio 200.000 empleos adicionales por mes, mucho más que los 21.000 de febrero, los 97.000 de enero y los 16.000 de diciembre pasado. Desde que cambió la tendencia económica en agosto de 2003, la economía estadounidense creó 364.000 empleos, una débil compensación de los 2,2 millones de puestos de trabajo perdidos desde enero de 2001, cuando llegó al poder el presidente George W. Bush.
El influyente presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Alan Greenspan, advirtió, por su parte, sobre la precariedad de un crecimiento sin empleo y de la utilización, a cambio, de las nuevas tecnologías y la deslocalización para asegurar la producción. No obstante, estas cifras del viernes deberían empujar a la Fed “a permanecer muy paciente” antes de decidir un aumento de su principal tasa de interés, actualmente en 1 por ciento, sostuvo el economista independiente Joel Naroff. “Los beneficios de los refinanciamientos de deudas y de las reducciones de impuestos se derretirán como nieve al sol en los próximos meses y la economía deberá comenzar a generar ingresos según el viejo método: las personas deberán ganarlos trabajando”, advirtió Naroff.
El desempleo es el gran talón de Aquiles del mandato del presidente Bush y se perfila como una de las principales armas que esgrimirán los demócratas en la carrera hacia la presidencia en las elecciones de noviembre. John Kerry, el candidato demócrata, acusó al presidente de haber “fracasado” en su política económica y de haber permitido la destrucción de casi tres millones de puestos de trabajo que, al ritmo actual, no se recuperarán en casi diez años. “Desde hace más de tres años, desde el inicio de la recesión, George W. Bush prometió a los estadounidenses que verían la creación de nuevos empleos. Hizo muchas promesas y no cumplió ninguna”, agregó el senador por Massachusetts. Los demócratas han insistido una y otra vez en que el historial de creación de empleo del presidente es el peor en el país desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Precisamente, la campaña electoral del presidente, lanzada esta semana a toda máquina, pretende refutar esas acusaciones y hacer de la situación económica, junto a la seguridad nacional, uno de sus principales ejes.
Bush asegura que la recuperación a la que apuntan datos como el crecimiento económico del 4 por ciento el año pasado se debe a los recortes de impuestos adoptados por su gobierno y promete que esa mejora comenzará a traducirse muy pronto en nuevos empleos. En realidad, desde laentrada en vigencia de las reducciones de impuestos en junio de 2003, sólo 294.000 empleos fueron creados, calculó el Economic Policy Institute.
El desempleo de los hispanos, cuyo apoyo es crítico tanto para los republicanos como los demócratas para las próximas elecciones, subió en febrero a 7,4 por ciento, un 28 por ciento más que cuando George W. Bush asumió la Presidencia en enero de 2001, lamentaron el viernes legisladores demócratas. “El informe de hoy es devastador para los ocho millones de estadounidenses que todavía no han encontrado trabajo, incluyendo a 1,4 millón de latinos”, dijo ayer la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (California), al comentar las cifras sobre el empleo en febrero divulgadas por el gobierno.
La secretaria de Trabajo, Elaine Chao, indicó ayer que los datos revelados representan que “nuestra economía ha creado empleos por sexto mes consecutivo, y centenares de miles de trabajadores han encontrado nuevos puestos en todo el país”. Pero el desempleo, de momento, parece la “bestia negra” del presidente.

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George W. Bush debería rezar para que la economía mejore.
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