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El electorado estadounidense prefiere a Kerry para su seguridad

Por primera vez un sondeo ubicó a Bush cuatro puntos por debajo de su rival demócrata. Los votantes ven a John Kerry más creíble para la lucha antiterrorista y desaprueban la guerra.

Por Rupert Cornwell*
Desde Washington

La apuesta de George Bush por la reelección se desploma ante la tormentosa situación en Irak, de acuerdo con los resultados de una encuesta que muestra su caída en la carrera por la Casa Blanca. Por primera vez, un sondeo de opinión mostró que Bush está a la zaga de su rival demócrata John Kerry, no sólo en la contienda por la presidencia sino también en lo que se considera su caballito de batalla: la lucha contra el terrorismo. El último estudio de Washington Post/ABC ofrece una perspectiva sombría para Bush en la batalla para asegurarse un segundo período. Luego de tres meses en los que su estrategia de política exterior ha estado bajo la mirada del electorado, la opinión pública podría estar inclinándose contra la guerra de Irak. Sus chances de ser reelecto nunca antes han parecido tan remotas.
Los resultados de la encuesta confirman que, a pesar de la suma record de 100 millones de dólares invertida en la campaña publicitaria que apunta a desacreditar a su oponente, ésta no ha logrado equilibrar el torrente de malas noticias para Bush: la interminable violencia en Irak, los informes de fallas en las operaciones de inteligencia previas a la guerra y de los ataques del 11 de septiembre, pero, sobre todo, el escándalo de las torturas en Abu Ghraib. El presidente se ubica detrás, con el 45 por ciento, frente al 53 por ciento de Kerry, el mayor margen registrado hasta ahora. Contrasta con los resultados de la encuesta de Washington Post/ABC del mes pasado, cuando el presidente lideraba con el 52 por ciento, frente al 39 por ciento de Kerry. La visión de los norteamericanos sobre Irak también está cambiando.
Más preocupante aún para los republicanos es la caída en la encuesta de su reputación respecto de “la guerra contra el terrorismo”, que alguna vez pareció prometerle una cómoda elección para noviembre. Sólo el 51 por ciento de los encuestados cree que la guerra ha mejorado la seguridad a largo plazo de EE.UU. Un 71 por ciento dice que el nivel de bajas estadounidenses en Irak es “inaceptable”. Y entre un 47 y 52 por ciento de los norteamericanos cree que la guerra no valía la pena. Una mayoría similar desaprueba el manejo de Bush en Irak.
Aunque queden más de cuatro meses para las elecciones del 2 de noviembre, no ha habido desde Harry Truman un presidente que estuviera tan bajo en las encuestas a esta altura de un período en ejercicio. Además, el Departamento de Estado, ayer, revisó las cifras de víctimas del terrorismo mundial en el 2003, que mostraban un incremento. Un informe de hace dos meses precisó que 307 personas murieron en 190 ataques, la menor cantidad desde 1969 –lo que le permitió a Bush jactarse del triunfo norteamericano en la “guerra contra el terrorismo”–. Pero los nuevos datos que anunciará el secretario de Estado, Colin Powell, mostrarían que 725 personas murieron en el 2002. “Los datos que teníamos estaban equivocados”, dijo Richard Boucher, el vocero de Powell.
En cambio, a pesar de todos los esfuerzos de la máquina partidista de etiquetar a Kerry como débil en su política de seguridad, al demócrata se lo juzga con más probabilidades de hacer un buen trabajo en la lucha contra el terrorismo. El margen es un apenas un 48 por ciento, contra un 47 por ciento, un empate técnico.
Bush basó su imagen política en un discurso directo y sin vueltas. Pero, por un margen de 52 por ciento frente a un 39 por ciento, Kerry lidera en la categoría “creíble y honesto” –una medida sobre cuánto Irak y la guerra han erosionado la credibilidad del presidente–. Aun más sorprendente, y preocupante para los estrategas políticos de Bush, los encuestados dieron al candidato demócrata un masivo puntaje ganador de 20 cuando les preguntaron qué candidato “entendía mejor los problemas de la gente como vos”. Los resultados contradicen los estereotipos de campaña presupuestos. Bush era considerado como el candidato del hombre ordinario.Cualquiera que fuese su virtud, Kerry siempre fue descripto como un patricio extremadamente rico del Norte que tenía poco que ver con el ciudadano común norteamericano.
Aun si el tercer candidato Ralph Nader logra sumarse a la carrera presidencial por la Casa Blanca, Kerry, el senador de Massachusetts, seguiría por delante del presidente Bush, con un 48 sobre un 44 por ciento (contando un seis por ciento para Nader). La mayoría de los analistas cree que el candidato independiente no podrá, de hecho, conseguir un 2,7 por ciento más de lo que obtuvo hace cuatro años. Pero ayer Nader dio un paso significativo en esta dirección, al elegir como compañero de fórmula al activista del Partido Verde, Peter Carmejo. Esto le daría el apoyo formal de los verdes a Nader, quien fuera el nominado del partido en el 2000. Si es así, ganaría un acceso al ballottage de facto en 22 estados, incluyendo Florida, donde Nader le costó a Gore, el estado y la presidencia cuatro años atrás. Los demócratas están tan unidos, sin embargo, en su deseo de deshacerse de Bush, que pocos se tomarán esta vez probablemente el lujo de hacer un voto de protesta.

* De The Independent. Especial desde Gran Bretaña, para Página/12.
Traducción: Alicia B Nieva.

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El candidato presidencial demócrata, John Kerry, haciendo campaña en Denver.
 
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