EL MUNDO › 16 MUERTOS EN UN ATENTADO SUICIDA EN TEL AVIV

La bomba que ayudó a Sharon

Mientras el premier israelí estaba reunido con George W. Bush en Washington, un ataque suicida en una discoteca de Tel Aviv mató a 16 personas e hirió a 57. Sharon volvió a la región.

El ataque que tuvo lugar ayer cerca de Tel Aviv y que provocó 16 muertos y 57 heridos llevó agua para el molino del Ariel Sharon. En ojos del primer ministro israelí, el ataque es la prueba más reciente de lo que considera imposible: hacer la paz con los palestinos bajo el liderazgo de Yasser Arafat. Fue precisamente esto lo que Sharon pretendía demostrar en la reunión que mantuvo en la Casa Blanca con el presidente norteamericano George W. Bush, con documentos que probarían de manera irrefutable la conexión de Arafat con los activistas palestinos. Tras el atentado, Bush dio personalmente sus condolencias a Sharon y dijo sentir “repulsión por el ataque contra inocentes”. En la reunión, Bush reafirmó su intención de mantener su rol de mediador en el conflicto israelo-palestino con el anuncio de la partida del jefe de la CIA, George Tenet, a Medio Oriente. La Autoridad Palestina condenó el atentado mientras Sharon adelantó para hoy su vuelta a Israel.
Sharon se encontraba ayer en Washington para presentar un plan de paz para con los palestinos que tiene como eje el desplazamiento de su líder, Arafat, e intentaba lograr el apoyo norteamericano en esta cuestión. Aún no es clara la reacción de la dividida administración Bush: mientras el secretario de Estado, Colin Powell, continúa jugando el rol de –poco exitoso– conciliador, el Pentágono parece dispuesto a apoyar lo que considera la extensión de su propia política antiterrorista en Medio Oriente. En la reunión que Bush y Sharon mantuvieron, el mandatario norteamericano propuso la puesta en marcha de una fuerza de seguridad “unificada” en los territorios palestinos.
Sharon presentó a Bush un informe titulado “La participación de Arafat, Altos funcionarios de la Autoridad Palestina y los aparatos del terrorismo contra Israel, corrupción y crimen”. Su tapa era significativa: una foto de Arafat hablando por teléfono y con una pistola en su escritorio. Los funcionarios israelíes aseguran que el informe prueba la complicidad de Arafat en los ataques contra israelíes. Con estos documentos, que el ejército israelí obtuvo de las oficinas palestinas durante su reocupación de Cisjordania el mes pasado, Sharon intentaba lograr lo que no pudo con el sitio de 34 días sobre el complejo de Arafat: lograr la aprobación de la administración Bush para deportar a Arafat y negociar un acuerdo con un líder palestino más moderado. Sin embargo, aún no está claro si la estrategia de Sharon va a funcionar.
Tras el encuentro, los líderes hablaron con la prensa. Bush abogó por la reforma de las instituciones palestinas, y aseguró: “Nuestra tarea es convencer a los saudíes, los jordanos y los egipcios que esas reformas son absolutamente necesarias”, previo a cualquier conversación respecto de la creación de un Estado palestino. Al respecto, Sharon dijo que es muy “prematuro” hablar de un Estado palestino independiente. “Pienso que primero debe darse pasos hacia una reforma de la Autoridad Palestina”. Previamente ayer, Sharon había descolocado a la dividida administración Bush al agradecer a los norteamericanos por anular una investigación propuesta por la ONU respecto de las muertes de la ciudad cisjordana de Jenín. Powell tuvo un rol activo para que se realizara la comisión investigadora para investigar el accionar militar israelí en Jenín, donde los palestinos alegan, tuvo lugar una masacre.
Cuando todos los ojos estaban puestos en Washington, un ataque de un suicida palestino volvió los ojos a la región. Al menos 16 personas murieron y cincuenta resultaron heridas con el ataque reivindicado por las Brigadas Ezzedin al Qassam, el brazo armado de Hamas, en Rishón Letzión, al sur de Tel Aviv. La Autoridad Palestina declaró en un comunicado que “condena enérgicamente el ataque” y considera que el que se realizara simultáneamente a la reunión entre Bush y Sharon, “sólo sirve para reforzar las alegaciones de Israel de que los palestinos no desean la paz”.

Compartir: 

Twitter

En primer plano, George W. Bush. Detrás, sonriendo, el premier israelí Ariel Sharon.
Israel quiere ir hacia un acuerdo progresivo de paz, pero sin Arafat como líder palestino.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.