EL MUNDO › PERDIO SU BASTION Y ADELANTO LAS ELECCIONES

Trago amargo para Schroeder

La socialdemocracia alemana fue derrotada en Renania del Norte-Westfalia y llamó a anticipar los comicios generales.

Por Tony Paterson *
Desde Berlín

Los socialdemócratas del gobierno de Gerhard Schroeder anunciaron el plan sorpresivo de adelantar un año las elecciones generales de Alemania y realizarlas este otoño, luego de que el partido sufriera una derrota devastadora con los conservadores en el antiguo bastión de la izquierda, Renania del Norte-Westfalia. El partido gobernante sacó sólo un 37,1 por ciento, frente al 44,8 por ciento de los conservadores. Según una encuesta relámpago de la televisión pública alemana, el 67 por ciento del país estaría de acuerdo con adelantar las elecciones generales, aunque los sondeos seguirían adjudicando la victoria a la oposición.
La votación en el estado más populoso del país es vista como la última y la más importante prueba de la popularidad del canciller Schroeder previamente a la elección general en Alemania, originalmente programada para octubre del 2006. Sin embargo, resultó en una victoria para la oposición conservadora de los demócrata-cristianos, que acabaron con 39 años de gobierno indiscutido de los socialdemócratas en ese estado y aumentaron su cantidad de votos en un ocho por ciento. La desoladora performance de los socialdemócratas –la peor en 50 años en Renania del Norte-Westfalia– llevó a Franz Muntefering, el secretario general del partido, a tomar el paso sin precedentes de llamar a adelantar un año las elecciones generales de Alemania. “El canciller y yo queremos una elección general más temprana para este año”, dijo ayer. La decisión final sobre si la elección sr adelantará quedará sujeta al voto del pleno del Parlamento alemán.
No obstante, Angela Merkel, la líder democratacristiana de 46 años, que describió la victoria de su partido como un “éxito sensacional”, dijo que está a favor de una elección temprana. La CDU –el partido demócratacristiano–, juntamente con su ala bávara, decidirá el candidato que desafiaría a Schroeder por la Cancillería el próximo 30 de mayo. El candidato con más posibilidades sigue siendo Merkel, que se convertiría en la primera mujer que compite por ese puesto en Alemania. Sin embargo, según la encuesta relámpago de la televisión pública, Merkel sería la segunda preferida por los votantes conservadores detrás de Christian Wulf, el primer ministro de Baja Sajonia.
La votación resultó en una severa derrota para la “coalición roji-verde” de los socialdemócratas y los Verdes en su bastión y fortaleció a la CDU para formar una nueva coalición en el estado, compuesta por conservadores y liberales, que ganaron un voto estimado del seis por ciento. Más significativamente, el resultado fue un voto de desconfianza aplastante para Schroeder, que fue elegido por primera vez hace siete años con mandato para reformar la alicaída economía alemana y reducir el problema profundo de desempleo (ver aparte).
Miembros de la CDU insistían ayer en que la victoria en Renania del Norte-Westfalia, un estado más grande que Bélgica en cuanto a población y con un producto industrial más alto que el brasileño, los ha puesto en un camino firme hacia el triunfo en las próximas elecciones generales alemanas. “El resultado puede anunciar el principio del fin del gobierno en Berlín, porque 12 de los 16 estados federales alemanes serán gobernados por los conservadores”, explicó Richard Kessler, un comentador político del estado. “Schroeder tendrá muy poco espacio para maniobrar”, agregó.
Observadores veteranos de la izquierda alemana advirtieron tempranamente que el resultado también podría llevar a un crecimiento de las amargas peleas internas del SPD –el partido socialdemócrata–, que podrían causar la renuncia adelantada de Schroder como canciller.
El fracaso de Schroeder en reducir el peso del desempleo de cinco millones, a pesar de una batería de reformas sociales y económicas diseñadas para combatir el problema, fue visto como la principal razón de la derrota de la social democracia en Renania del Norte-Westfalia, un estado considerado por alrededor de cuatro décadas como un bastiónimpenetrable de la izquierda. El estado tiene más de un millón de desempleados y un nivel de desempleo mayor al 15 por ciento –una cifra bien superior al diez por ciento del promedio nacional–. Más de 12 mil compañías han caído en bancarrota en la región, antes considerada el centro de la fuerza de la economía de Alemania, en los últimos cinco años. La conservadora CDU dedicó su campaña a representar al partido de Schroeder en Renania del Norte-Westfalia como un motor de auto arruinado que no puede arrancar. “¿No es tiempo de pensar en conseguir un nuevo motor?”, decía su slogan. En un intento desesperado de mejorar sus chances de triunfar en Renania-Westfalia, el SPD se embarcó en una extraordinaria campaña que incluía retratar a los especuladores y a las compañías inversoras que despedían gente en masa como “saltamontes”. Diez días atrás salió a luz que el partido había también sacado una “lista de saltamontes” de empresas reconocidas por la práctica antisocial de las políticas de contratar y despedir.
La táctica provocó una reacción furiosa de los empleadores. Pero tampoco les funcionó con los votantes, ya que falló en traducirse en un aumento del apoyo a los socialdemócratas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.

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Juergen Ruettgers, el candidato que ganó en Renania Westfalia.
 
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