EL MUNDO › ISRAEL Y HEZBOLA ACATARIAN EL ALTO EL FUEGO NEGOCIADO EN NUEVA YORK

La ONU aprobó un plan de paz

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el plan por unanimidad y su secretario general, Kofi Annan, viajará a la zona del conflicto para trasmitirles su propuesta a los gobiernos de Israel y el Líbano. El texto habla de “cese total de hostilidades” y deja para otra resolución futura las cuestiones operativas.

El Consejo de Seguridad de la ONU se decidió. Después de un mes de guerra entre Israel y el grupo chiíta libanés Hezbolá, los 15 miembros de ese organismo aprobaron unánimemente una resolución que llama a un “cese total de las hostilidades” y estipula una serie de pasos a seguir para mantener la seguridad en la frontera entre Israel y el Líbano. La resolución 1701 es la primera respuesta concreta de la diplomacia internacional al conflicto que comenzó el 12 de julio pasado tras el ataque de Hezbolá a un puesto militar israelí, donde murieron ocho soldados y otros dos fueron secuestrados. El gobierno libanés, que incluye a dos ministros del grupo chiíta, se reunirá hoy para discutir la propuesta y mañana lo hará el primer ministro israelí, Ehud Olmert, con su gabinete. Antes de la reunión del Consejo, el premier pidió a su gobierno que acepte la resolución, lo que da esperanzas de que el texto tenga éxito.

El voto por el “cese de las hostilidades” tuvo lugar ayer por la noche en una sesión en la que participaron el secretario general de la ONU, Kofi Annan; los titulares de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Condoleezza Rice, de Francia, Philippe Douste-Blazy, y de Gran Bretaña, Margaret Beckett, entre otros diplomáticos. Pese a felicitar al Consejo por la adopción de la resolución, Kofi Annan dijo que la tardanza del organismo “ha afectado gravemente la confianza del mundo en las Naciones Unidas. Faltaría a mi deber si no les dijera que estoy decepcionado de que el Consejo no haya tenido éxito mucho, mucho antes”, declaró el secretario general ante los ministros y embajadores de los 15 países miembros.

La misma opinión expresó Hamad bin Jassim Jabr Al Thani, ministro de Exteriores de Qatar –el único país árabe de la instancia–, al afirmar que el Consejo “tendría que haber adoptado desde el primer día una resolución pidiendo un alto el fuego inmediato para evitar el baño de sangre”. Douste-Blazy, su par francés y patrocinador de la resolución junto a Estados Unidos, manifestó que la comunidad internacional “asumió hoy sus responsabilidades”. La resolución pide un “cese total de las hostilidades basada, en particular, en el cese inmediato por Hezbolá de todos los ataques y en el cese inmediato por Israel de todas las operaciones militares ofensivas”.

La versión final del texto, que introduce cambios respecto de una difundida muy poco antes, pide que el Líbano y la Finul (Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano) “desplieguen sus fuerzas juntos a través del sur” y “pide al gobierno de Israel que, cuando el despliegue empiece, retire a todas sus fuerzas del sur del Líbano”. La versión que había circulado un poco antes, y que Israel había calificado de “inaceptable”, pedía a Tel Aviv que retirase a su ejército “lo antes posible”.

La resolución prevé aumentar la Finul de 10.000 a 15.000 soldados en el sur del Líbano y que éstos compartan las tareas previstas por el texto junto al ejército libanés. Israel quería que la resolución se apegue al capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, el que debería usarse para dar a cualquier fuerza de la ONU el máximo de capacidad militar. Finalmente, la mención a ese capítulo no aparece aunque la Finul podrá “tomar todas acciones necesarias en las áreas de despliegue de sus fuerzas y, cuando considere dentro de sus posibilidades, asegurar que su área de operaciones no es usada para actividades hostiles de ningún tipo”.

La resolución también hace referencia a los prisioneros. El texto pide la liberación de los dos soldados israelíes capturados por Hezbolá en la acción que sirvió de motivo a Israel para lanzar su ofensiva. En cuanto a los presos libaneses en Israel, el proyecto anima “los esfuerzos destinados a arreglar este asunto urgentemente”. Asimismo, el texto “toma debida nota” del contencioso territorial de la región de las Granjas de Sheeba, una zona reclamada por el Líbano y actualmente bajo poder israelí, uno de los elementos que los árabes y Beirut habían pedido tomar en consideración. En lo que se refiere a un embargo de armas a Hezbolá, la resolución prohíbe “la venta, abastecimiento de armas y material relacionado en el Líbano, excepto aquella transacción que sea autorizada por su gobierno”. A este respecto, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, llamó “a todos los Estados, especialmente a Irán y Siria, a que respeten la soberanía del gobierno libanés y la voluntad de la comunidad internacional”.

Kofi Annan tiene unos días atareados por delante. El secretario general informó que se reunirá este fin de semana con los gobiernos de Israel y Líbano para “fijar la fecha y hora exacta en la que comenzará el cese de hostilidades”. La resolución encomienda además a Annan a que informe al Consejo de Seguridad dentro de una semana de la aplicación de la resolución. Asimismo se espera que el Consejo emita ulteriormente otro texto para finalizar los temas pendientes del plan de paz, como el eventual emplazamiento de una fuerza de paz encabezada por Francia y el desarme o desplazamiento de Hezbolá.

El día de ayer no transcurrió sin sobresaltos. Antes de la sesión del Consejo de Seguridad, la situación pareció complicarse, ya que el primer ministro israelí ordenó al ejército comenzar la ampliación de la ofensiva terrestre en el sur del Líbano, mientras su gobierno se quejaba de la “ausencia de pasos concretos” de la ONU. La movida, sólo horas antes de la esperada votación de la resolución, autorizó al ejército a avanzar hasta el río Litani, una medida aprobada por el gabinete israelí el miércoles. Israel dejó claro sin embargo que daría marcha atrás a la operación si “la solución emergente de Nueva York les satisfacía”. Aún quedan por delante varias reuniones para que el cese de ataques entre Hezbolá e Israel se efectivice, pero la adopción de la resolución fue un importante paso adelante para lograrlo.

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Soldados israelíes preparan su equipo en la frontera libanesa, mientras esperan órdenes.
 
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