Kofi Annan asumió ayer la ardua tarea de mediar entre Israel y Hezbolá para conseguir la liberación de los soldados israelíes secuestrados en el comienzo del conflicto. En una rueda de prensa en Arabia Saudita, aseguró que las dos partes ya habían accedido a participar en las negociaciones y aclaró que, aunque ya había designado a su representante, no divulgaría su nombre para que pueda trabajar con calma. Demostrando lo difícil que será este compromiso, a las pocas horas del anuncio, algunos medios israelíes desmintieron al secretario general de la ONU y afirmaron que el gobierno de Israel no estaría dispuesto a someterse a una mediación. “No se necesita una mediación”, aseguró un funcionario de Tel Aviv al diario Haaretz. “La resolución de la ONU establece que los soldados deben ser liberados sin condiciones”, agregó la fuente.

Funcionarios de la diplomacia israelí también desmintieron ayer que su gobierno hubiera aprobado el ofrecimiento de Annan, según informó el diario Yediot Ahronot en su edición electrónica. “No acordamos que la ONU y Kofi Annan sean mediadores”, afirmó una fuente de la Cancillería citada por el periódico. Según explicó, Tel Aviv habría pedido ayuda a la ONU para conseguir la liberación de dos de sus soldados, pero no una mediación. El vocero de la Cancillería israelí, Mark Regev, sin embargo, se negó a hacer comentarios sobre el anuncio del secretario general de la ONU, al igual que el resto del gobierno de Ehud Olmert. Por su parte, la dirigencia de la milicia chiíta libanesa hizo otro tanto. Según la cadena televisiva CNN, el principal vocero de Hezbolá, Hussein Rahal, no quiso hacer comentarios sobre el asunto.

En su anuncio, Annan afirmó que Israel ya había elegido a la persona que lo representaría en las negociaciones, mientras que Hezbolá todavía estaba decidiéndolo. El secretario general de la ONU le explicó al diario madrileño El País que su objetivo era que la liberación de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, secuestrados el 12 de julio en la frontera con el Líbano, anime a Israel a levantar el bloqueo aéreo sobre ese país y al retiro de sus tropas del sur libanés.

Hasta ahora Israel se negaba a negociar con la milicia libanesa, mientras que Hezbolá supeditaba la liberación de los soldados a un intercambio de prisioneros. La milicia dirigida por Hassan Nasralá demanda la devolución de los cientos de detenidos libaneses que se encuentran en las cárceles israelíes. Annan no quiso detallar si incluirá esta posibilidad en las negociaciones.

Antes de llegar a Arabia Saudita, Annan había visitado Doha. El viaje fue un éxito (ver pág. 18). Consiguió que Qatar anunciara el envío de entre 200 y 300 soldados para la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul). El canciller qatarí, Hamad bin Jasem al Thani, sostuvo que su país, miembro de turno del Consejo de Seguridad, quiere que haya una presencia árabe en la Finul y también demostrarle a Israel que Qatar hace todo lo posible por hallar una solución pacífica al conflicto.