EL MUNDO › HABLA STEVE RENDALL, MONITOR DE LA PRENSA DE EE.UU.

“Es peor que el macartismo”

Steve Rendall es analista de Fair, una organización norteamericana que monitorea y critica a los medios de ese país. En una entrevista con Página/12, este periodista neoyorquino habló de las consecuencias del 11 de septiembre en los derechos civiles de los norteamericanos. Según él, los ataques terroristas le dieron un pretexto al gobierno para disminuir estos derechos. “En materia de libertades civiles, Estados Unidos tuvo una de las legislaciones más fuertes del mundo”, dice. Pero sostiene que en su país hoy se vive un momento más represivo que en el macartismo. Y que los medios norteamericanos no hacen ningún tipo de cuestionamiento al gobierno.
–¿Cuál es el panorama actual de los medios en Estados Unidos?
–Los más prestigiosos están controlados por menos de 10 corporaciones y reflejan los intereses de estas empresas. Cuestionan muy poco al gobierno, especialmente en temas económicos y lo que la administración Bush llama “seguridad nacional”. Sé que hay periodistas del New York Times o el Washington Post que tratan de hacer un buen trabajo. Pero se les complica porque están haciendo carrera a través de estas instituciones. Y cuando hablamos de guerra, como la de Afganistán o Irak, los medios deberían hacer, como mínimo, tres cosas: promover un gran debate, dar información correcta e independiente y tener periodistas dispuestos a hacer preguntas difíciles a los que tienen el poder. Y desde el 11 de septiembre, los medios norteamericanos han fallado en esas tres cosas.
–¿Qué le pareció la cobertura de los ataques del 11/9 que hicieron los medios norteamericanos?
–Como periodista, voy a ser caritativo. Creo que no hicieron un buen trabajo. Pero hay que tener en cuenta que Nueva York es el centro de la prensa estadounidense y que ese día la ciudad estaba siendo atacada. Había mucha confusión y a los periodistas se les hizo difícil cumplir con su trabajo. Pero, por otro lado, conciliaron su trabajo con el autoritarismo de las medidas que esa semana tomó el gobierno. Y esto no puede perdonarse. Los derechos civiles no están sólo para cuando hay buen clima. Justamente es en tiempos conflictivos como éstos cuando se los necesita más que nunca. En materia de derechos civiles, Estados Unidos tuvo una de las legislaciones más fuertes del mundo. No conozco otro país donde la libertad de expresión haya sido más protegida que en el nuestro.
–¿El 11/9 marcó un punto de inflexión en los medios norteamericanos?
–Es un punto de inflexión, pero ya mucho antes de los ataques los medios generaban poco debate. Sin embargo, después de esa fecha, los medios fueron de mal en peor. El 11/9 le dio un pretexto al gobierno para disminuir los derechos de la gente. Con la Ley Patriota sancionada en el 2001 se puede investigar a la gente por el simple hecho de ser árabe. Y ahora se viene la Ley Patriota II, que incluso disminuirá esos derechos mucho más. Si se aprueba, hasta los norteamericanos sospechosos de terrorismo podrían ser expulsados de su propio país.
–Cuando el Congreso aprobó la Ley Patriota, los medios le dieron poca cobertura.
–En realidad sí la cubrieron, pero no generaron ningún debate, que es lo que debería ocurrir cuando un paquete de leyes tan grande como la Ley Patriota está por aprobarse. En cambio, la actitud fue “el 11/9 cambió todo. Tenemos que limitar algunos derechos”. Y es lo que pasa con la Ley Patriota, una abrupta violación de las libertades. Entre sus leyes, está la “Law of the Land” (“la ley de la tierra”), que permite al gobierno entrar secretamente en la computadora de una persona sospechosa. También puede ir a librerías y bibliotecas públicas y pedir los registros de los libros que se compraron o prestaron. Esta información se usa para investigaciones de inteligencia pero no puedo asegurar que haya terminado en los prontuarios de la gente arrestada luego del 11/9. Los propietariosde librerías y el personal de las bibliotecas están obligados por ley a dar esta información.
–¿Esto es una vuelta al macartismo?
–Algunos dicen que el gobierno no ha actuado tan intromisivamente en el tema de las libertades civiles desde 1915, que fue el período más represivo de nuestra historia. Incluso algunos observadores dicen que hoy vivimos un momento aún más represivo que en el macartismo o la época de las “redadas Palmer”. En 1919, el fiscal general de la Nación, Michael Palmer, convenció a la opinión de que había que tomar medidas contra los extranjeros comunistas. Ordenaba detener a los grupos sindicales sospechosos y los deportaba.
–¿En la era Clinton los medios andaban mejor?
–No, esta situación viene desde muchos antes, de la Guerra Fría. Hay que remitirse a la década del 30, cuando diarios como P.M. o New York World desafiaban constantemente al poder. De todos modos, ahora hay una vuelta incipiente al periodismo escéptico frente a las mentiras que usó la Casa Blanca para venderles la guerra de Irak a los norteamericanos.

Entrevista: M.B.

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