EL MUNDO › LO QUE INVOLUCRA LA VENTA DEL GAS BOLIVIANO

La guerra del combustible

Por Mabel Azcui *
Desde Cochabamba

Las expectativas del gobierno boliviano de consolidar la venta de gas a Estados Unidos y México están en la cuerda floja debido a la reacción popular en contra, que acaba de conformar una Dirección Unica de Defensa del Gas en la ciudad de Cochabamba. Esta está integrada por la Central Obrera Boliviana, los productores de hoja de coca, los trabajadores de fábricas y los pequeños comerciantes, además de algunos movimientos políticos muy pequeños, que respaldan al cocalero Evo Morales, del Movimiento al Socialismo, el principal opositor del gobierno.
Las negociaciones para llevar gas a California y a México implican la construcción de un gasoducto hasta una planta GTL (conversora de gas a líquido) en un puerto sobre el Pacífico, no determinado aún por ser altamente conflictivo, para su transporte marítimo hasta otra planta conversora en México. Bolivia no tiene costa, está encerrada entre la cordillera andina y la selva amazónica. A pesar de los beneficios que puedan derivarse de la venta de gas, cuyas reservas son las segundas mayores de la región, después de Venezuela, existe una creciente corriente ciudadana que rechaza la exportación de gas hasta en tanto no se extienda el uso doméstico e industrial del hidrocarburo.
Paralelamente se cumple un programa de reconversión de combustible en 80.000 vehículos y se impulsa el cambio de matriz energética en el precario parque industrial existente en el país. Pero se considera insuficiente, aunque las reservas de gas pueden cubrir varios siglos las necesidades bolivianas, independientemente de los 30 millones de metros cúbicos/ día comprometidos a Brasil en los próximos veinte años. El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ha reiterado varias veces en los últimos días, tras las manifestaciones de protesta contra la venta del gas, que los beneficios de esta operación se destinarán exclusivamente a financiar proyectos de salud y educación para la población boliviana, de 8,4 millones de habitantes.
El objetivo de la Dirección Unica de Defensa del Gas es conformar un frente común de rechazo a las acciones oficiales en relación al gas natural, pero fundamentalmente en cuanto a la definición del puerto de salida, que atañe a una centenaria herida abierta en el sentimiento boliviano contra Chile, que mantiene soberanía sobre los 120.000 kilómetros cuadrados de litoral que fue boliviano hasta la Guerra del Pacífico de 1879.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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