EL PAíS › LOS TRABAJADORES QUE SE HICIERON CARGO DE LA CERAMISTA ESTáN PENDIENTES DE LA LEGISLATURA

Zanon entró en tiempo de descuento

En tres meses vence el permiso que les dio la Justicia a los obreros de Zanon para que se hicieran cargo de la fábrica abandonada por sus dueños. El gobernador Sapag dijo que estaba de acuerdo con la expropiación, pero la Legislatura no avanza.

 Por Adriana Meyer

Comenzó la cuenta regresiva para los obreros y obreras de Zanon. Dentro de tres meses vence el permiso que la Justicia le dio a la cooperativa Fasinpat (Fábrica sin patrón) para seguir a cargo de la administración de la fábrica. Si la Legislatura neuquina no sanciona la ley de expropiación antes de octubre, se producirá el desalojo y el fin de una de las experiencias más audaces y sólidas del movimiento de fábricas bajo gestión obrera, según coinciden los expertos. Los ceramistas mantuvieron reuniones con el Gobierno y diputados provinciales, pero denuncian que aún no discuten el proyecto de esa ley. Aunque el gobernador Jorge Sapag se pronunció a favor de que la planta quede en manos de los trabajadores, no hubo ningún hecho concreto en tal sentido. En los seis años que lleva la gestión obrera aumentaron la producción, los puestos de trabajo y sus sueldos, lograron el apoyo de la comunidad y se mantuvieron alertas. Esa lucha va camino a endurecerse, pero confían en que tienen el apoyo de amplios sectores porque dicen haber “sembrado solidaridad de clase”, tal como lo expresó a PáginaI12 Alejandro López, secretario general del Sindicato Ceramista de Neuquén.

Sobre la ruta 7, entre Neuquén y Centenario, está la reja; luego el playón que parece una cancha de fútbol, el polvillo de la arcilla, el calor de los hornos en funcionamiento, los olores de los esmaltes y el ruido de las líneas de producción. La autogestionada Zanon creó un cerámico para cada coyuntura: uno por Julio López, otro por Carlos Fuentealba, uno más para el conflicto en Mafissa, y varios para Attaque o la Bersuit, desde aquel primer modelo que llamaron El Obrero, y venía en celeste, gris y blanco.

En 1998 la familia Zanon comenzó el proceso de vaciamiento de la fábrica, no pagaban los sueldos, suspendían al personal y no cuidaban la seguridad. Dos años después, la muerte del operario Daniel Ferrás colmó el vaso y sus compañeros salieron por primera vez a la calle. Los empresarios apagaron los hornos y la Justicia los condenó por el delito de lockout (paro patronal). Los operarios y operarias quemaron los telegramas de despido frente a la Casa de Gobierno y estuvieron seis meses acampando al borde de la ruta hasta que decidieron tomar la fábrica y volverla a poner en funcionamiento. En marzo de 2002 reactivaron la producción sin apoyo financiero privado ni estatal, y enfrentando el boicot de los proveedores que sólo pudo ser superado por el aporte de arcilla de los mapuches. Mantuvieron y repararon la maquinaria, abonaron los servicios y enfrentaron cinco órdenes de desalojo con represión. Aunque la condena por lo-ckout fue ratificada en segunda instancia, los empresarios la desconocieron y se presentaron a concurso preventivo.

La experiencia generó 220 nuevos puestos de trabajo, por lo cual hoy viven de la fábrica 470 familias. Como parte de la nueva campaña, los obreros emitieron un informe en el que se dirigen a la comunidad. “¿Sabía usted que para seguir produciendo tuvimos que pagar una deuda de la familia Zanon de un millón y medio de pesos? ¿Sabía usted que mensualmente donamos más de mil metros cuadrados de cerámicos destinados a las familias de bajos recursos, que hemos construido viviendas y un centro de salud?”, explican en sucesivas “panfleteadas”. Los volantes enuncian que “en octubre vencen los plazos de la cooperativa Fasinpat”, por lo cual dicen que necesitan “una solución política ya, que los diputados pueden darla”.

A la hora de mantener el apoyo logrado en la comunidad saben que tienen que ser creativos. “La semana pasada paramos la producción, fuimos a supermercados, puentes y caminos”, dice Mariano Pedrero, abogado de los ceramistas. En el pasado contaron con la adhesión de artistas e intelectuales, desde León Gieco hasta Naomi Klein y Hebe de Bonafini. “Hay apoyos concretos tanto a nivel regional, nacional e internacional, se empiezan a formar comités por la ex Zanon en diferentes ciudades por diversas organizaciones”, describe López. Sin embargo, el dirigente dice ser consciente de que “no será tarea fácil” porque “el MPN (Movimiento Popular Neuquino) siempre ha privilegiado los intereses de la propiedad privada, por lo tanto no quieren sentar este precedente”. A pesar del pronunciamiento de Sapag, los diputados que hasta ahora expresaron su apoyo a los ceramistas son todos de la oposición.

El proyecto de ley de expropiación fue presentado por los ceramistas en tres oportunidades (2003, 2006 y 2007) y cuenta con el respaldo de 90 mil firmas. “La mayoría de los casos de fábricas y empresas recuperadas (más de 160 en casi todas las provincias de Argentina) se encaminaron por medio de leyes de expropiación votadas por las legislaturas. La expropiación es la vía más directa, rápida y económica para una solución de fondo, porque en lugar de considerar una transacción comercial prevalece el bien común”, afirman los ceramistas en su informe.

“¿Este escenario los obliga a endurecer su plan de lucha?”, le pregunta PáginaI12 a López. “Sí, nos jugamos la carta más difícil. El gobierno va a tratar de desprestigiar la gestión obrera, pero nuestra columna vertebral es el trabajo de todos estos años de solidaridad de clase manifestada en cada conflicto. Tenemos muchos aliados entre los docentes, los trabajadores de la salud y la comunidad en general. Por eso ahora la clave es ver cómo hacemos para que el apoyo de esos sectores nos ayude a obtener la voluntad política para la aprobación de la ley, que por ahora nos es esquiva”, responde el secretario general de los ceramistas neuquinos. “Mantenemos vivo este monstruo con un sentido social, y tenemos otros frentes como la crisis energética, la del campo y la inflación, pero estamos bien plantados para lo que venga”, agrega. Eso que venga será decidido en asamblea, uno de los secretos de la experiencia en Zanon. ¿El otro? Están dispuestos a todo antes que entregar la fábrica a patrón alguno.

Compartir: 

Twitter

Desde que se organizaron como Fasinpat (Fábrica sin patrón), la producción se incrementó.
Imagen: Luis Garcia
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.