EL PAíS › ALBERTO BALESTRINI FUE ELECTO AL FRENTE DEL PJ BONAERENSE Y HUBO SORPRESAS EN VARIOS DISTRITOS

A la cabeza de la máquina electoral

Alrededor del 30 por ciento de los afiliados participaron de la elección interna. El destituido intendente Porretti ganó en Pinamar y Aldo Rico en San Miguel. Los candidatos de Barrionuevo se impusieron en San Martín, Morón y Presidente Perón.

 Por Martín Piqué

Alberto Balestrini tuvo el premio que tanto deseaba. Eran las siete de la tarde cuando recibió el llamado que esperaba. Del otro lado de la línea escuchó a la presidenta Cristina Fernández y a su esposo, Néstor Kirchner. A esa hora la interna ya había terminado y el resultado era el previsto: el vicegobernador bonaerense se había convertido en el nuevo presidente de la máquina electoral más poderosa de la política argentina. No había otra posibilidad, ya que el ex intendente de La Matanza era el primer candidato de una lista única para el consejo provincial. “Salió todo perfecto”, le dijo el matrimonio. En ese momento Balestrini estaba en San Justo, cabecera del municipio más poblado y el distrito que lo catapultó a las alturas. Los festejos siguieron en la sede de Matheu 130. Allí lo felicitaron el gobernador Daniel Scioli y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Entre abrazos y palmadas, los tres comentaron el triunfo del ex carapintada Aldo Rico en San Miguel. Otra sorpresa la aportó el ex intendente de Pinamar Roberto Porretti. Destituido del cargo este año, en medio de un escándalo por sobornos, Porretti venció a su sucesor en la comuna, Rafael Di Vito. Como el fútbol, el peronismo da revancha.

Balestrini ganó con la participación de alrededor del 30 por ciento del padrón. En la elección votaron unos 550 mil afiliados, una tercera parte de los habilitados. Se trató de una participación relativamente baja, que las autoridades de la Junta Electoral atribuyeron a que en 99 de los 134 municipios hubo lista única. “Sólo se competía en 35 distritos, y eso hizo bajar la asistencia”, dijo a Página/12 el apoderado del PJ bonaerense, Jorge Landau. Como se había dicho en las notas previas, el interés de la interna estuvo justamente en los distritos donde compitieron dos o más listas. La definición aportó varias sorpresas, otros resultados no asombraron tanto. Rico se alzó con la victoria en San Miguel, donde competían otros dos candidatos que terminaron dividiéndose los votos: el actual intendente Joaquín De la Torre y el diputado provincial Franco La Porta. Dentro del peronismo bonaerense se comentó que Rico habría recibido el apoyo del diputado kirchnerista Carlos Kunkel.

El resultado de San Isidro generó sorpresa en el bunker del PJ. Aunque se trata de un municipio radical, allí se enfrentaban dos jóvenes con apellidos emblemáticos del peronismo. El favorito parecía ser Sebastián Galmarini, hijo del ex secretario de Deportes del menemismo y cuñado del jefe de Gabinete, Sergio Massa. Su principal competidor era Santiago Cafiero, nieto de Antonio e hijo de Juan Pablo, embajador en el Vaticano. Contra todos los pronósticos, Galmarini perdió con Cafiero por alrededor de cuatrocientos votos. También fue sorpresiva la derrota del intendente de Presidente Perón, Aníbal Regueiro. Fue el único intendente del conurbano que perdió el control del PJ. Le ganó el sindicalista Carlos Acuña (del gremio de empleados de estaciones de servicio), un peronista disidente alineado con Luis Barrionuevo y Francisco De Narváez.

Diputado y dirigente de la CGT Azul y Blanca, Barrionuevo tuvo una jornada con varias alegrías. Al triunfo de Acuña en Presidente Perón, le sumó el de su esposa, Graciela Camaño, en San Martín. La diputada le ganó a Osvaldo Lobato, secretario general de la filial San Martín de la UOM, por casi treinta puntos. Como miembro del gremio metalúrgico, Lobato fue apoyado por la CGT de Moyano. “Me queda felicitar a la compañera Camaño por haber ganado las elecciones en el distrito de San Martín. En cientos de distritos ha habido participación de la CGT y hemos ganado”, declaró anoche Moyano. Otra conquista de Barrionuevo fue la victoria de Domingo Bruno en Morón. “Felicito a mi conductor nacional, Luis Barrionuevo”, fue una de las frases usadas por Bruno para presentarse durante la campaña. En el futuro su desafío será tratar de terminar con la hegemonía que tiene en ese distrito el intendente Martín Sabbatella.

Quienes se garantizaron su continuidad fueron la mayoría de los caciques del conurbano. Al igual que Balestrini, casi todos ellos lograron acordar listas de unidad y fueron proclamados sin oposición. Fue el caso de Alberto Descalzo (Ituzaingó), Hugo Curto (Tres de Febrero), Julio Pereyra (Florencio Varela), Mario Ishii (José C. Paz), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Luis Acuña (Hurlingham), Alejandro Granados (Ezeiza), entre otros. Hubo quienes compitieron contra rivales casi ignotos, el caso de Raúl Othacehé (Merlo), para asegurarse un triunfo abrumador. Uno de los pocos resultados que se puede asociar a la renovación fue el triunfo de Francisco “Barba” Gutiérrez en Quilmes. El dirigente metalúrgico y actual intendente supo ser candidato por el Polo Social. Ayer compitió por el PJ, tras un fallo de la Cámara Electoral que lo habilitó a hacerlo. Así ganó la presidencia del partido en un distrito que hasta hace poco controlaba con mano de hierro el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

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“Salió todo perfecto”, le dijo el matrimonio Kirchner a Balestrini, que encabezó una lista única.
Imagen: Téam
 
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