EL PAíS › MARTíN SABBATELLA, ELECTO DIPUTADO NACIONAL BONAERENSE POR NUEVO ENCUENTRO

“La derecha va a querer sacar provecho”

El intendente de Morón armó una fuerza de centroizquierda y alcanzó el 6 por ciento de los votos en Buenos Aires. Néstor Kirchner lo llamó para felicitarlo por el resultado. Critica la “pejotización” del kirchnerismo y apuesta a unificar al progresismo.

 Por Nora Veiras

“Estoy en las antípodas de De Narváez”, repite y no hace falta más que sobrevolar sobre sus modestos recursos de propaganda para comprobarlo. Recorrió 18 mil kilómetros en un auto que compró el espacio Nuevo Encuentro cuando decidieron dar pelea por una diputación nacional. Después de diez años como intendente de Morón y con apenas dos meses de campaña, Martín Sabbatella cosechó casi 500 mil votos. Consiguió dos bancas en el Congreso aunque la cantidad de sufragios duplica al total de electores de la provincia de San Luis. Con ese caudal consiguió el 6 por ciento, mientras que la misma cantidad de votantes representaron casi un 25 por ciento para Pino Solanas en la ciudad de Buenos Aires.

A los 39 años, Sabbatella, que proviene de una familia peronista, supo militar en la Federación Juvenil Comunista y recaló en el Frente Grande antes de crear su propio partido, analiza el resultado electoral y advierte que “se votó un cambio, pero la derecha va a querer sacar provecho diciendo que hay que reprivatizar jubilaciones, meter mano en todo lo que se hizo bien. Nosotros creemos que se puede cambiar desde un proyecto progresista y popular. La derecha quiere cambiar cosas que yo quiero defender”.

–¿Lo llamaron Néstor Kirchner o Daniel Scioli para saludarlo?

–Hoy a la mañana (por ayer) me llamó Kirchner. Nos saludamos y me planteó el reconocimiento por el trabajo que hicimos con esta nueva fuerza política.

–¿Qué opina sobre la decisión de Kirchner de renunciar a la conducción del PJ como primera reacción ante la derrota?

–En principio, no me gusta opinar sobre otras fuerzas. Sí me parece un error que K haya decidido presidir el PJ y que se haya pejotizado su lógica de construcción. Renunciar o no es una decisión personal que él evaluará, debe tener datos de cuál fue el comportamiento de esa estructura, de lo que han hecho cada uno. Sigo insistiendo en que una cosa es el peronismo y otra el PJ, una cosa es el radicalismo y otra la UCR. Por eso nosotros creamos una fuerza nueva que se nutra de la historia, pero que marque un nuevo relato a futuro. En Nuevo Encuentro uno se siente cómodo viniendo del radicalismo, del socialismo, del peronismo, de los movimientos sociales... El PJ es una maquinaria pragmática funcional a cualquier ideología. Es posible que el piso de conquistas no hubiera sido posible sin la estrucutra del PJ, lo que falta no se puede hacer con la estructura del PJ: le pone el techo y le empieza a romper el piso.

–Desde el kirchnerismo se escucharon voces criticándolo porque si hubiera participado junto al Frente para la Victoria se hubiesen impuesto en la provincia...

–Nosotros tenemos el derecho de presentar nuevas propuestas. No somos los dueños de la decisión de la gente. El kirchnerismo es responsable de todo lo bueno y de todo lo malo, cada uno se hace cargo de eso. Lo que está claro es dónde hay que estar cuando se discuten cosas. Desde el 2003, el kirchnerismo generó rupturas con los paradigmas de los ’90, pero continuó la construcción política sobre la misa estructura. Hay que tener una imaginación muy grande para creer que Othacehé, Curto puedan garantizar cambios en situaciones adversas. Ahora, si hay algo que no somos es oportunistas: me criticaba el 80 por ciento de la gente por ir a la Plaza a apoyar el proyecto de retenciones móviles al agro y fui igual. Defendemos lo que creemos, tenemos convicciones.

–Evidentemente en el conurbano hubo varios que jugaron a dos puntas.

–El resultado ratifica que no se puede sostener un cambio sobre la base de una estructura que está si le conviene o no. Intendentes que impulsaron el corte de boletas, especulando con resultados, es una estructura por conveniencia y no por convicción, funcional a cualquier ideología. Nosotros estamos convencidos, hay una expresión de la sociedad que reclama un cambio de una cultura política, que demanda que la política tiene que ser otra cosa. De eso hay que tomar nota. Nuevo Encuentro expresa eso.

–Lo que dice puede ser una lectura, pero en la provincia ganó De Narváez.

–Esa demanda fue un canal para generar rechazo a otras cuestiones. Hay una derecha conservadora que plantea recetas que ya fracasaron, que quiere volver para atrás, no es lo que la sociedad plantea con su búsqueda. Hay que tener cuidado cómo se interpreta: una cosa es una voluntad política nueva y otra cosa, que la derecha utilice eso para ir por los avances que se alcanzaron desde el 2003. Desde fuerzas progresistas interpretamos eso: tenemos que proteger el piso de lo construido. El rol de lo público, la defensa de los derechos humanos, la estatización de las AFJP, ese piso hay que defenderlo con fuerza.

–No facilitar el camino de retorno a los ’90...

–Hay ideas positivas que al plantearse de determinadas maneras se devalúan. Las contradicciones, la falta de profundidad, los interlocutores que se eligen devalúan ideas que hay que defender. Hay que discernir esto.

–Concretamente, ¿a qué contradicciones se refiere?

–Lo del Indec devalúa la palabra oficial, le quita fuerza; cuando se plantea como prioridad el tren bala, te quita autoridad; cuando se veta la Ley de Glaciares también. Me parece que el nacimiento de Nuevo Encuentro es importante como fuerza política popular que quiere proteger la agenda pública y quiere, obviamente, criticar y cambiar y agregar todo lo que falta. La derecha obviamente utiliza esa bronca existente en la sociedad para usar ese empujón de crítica para ver también si puede cuestionar ese piso.

–¿Cómo se va a manejar su bloque en Diputados?

–Vamos a conversar con los distintos sectores, trabajando siempre para construir espacios por la unidad del espacio progresista, democrático, de centroizquierda. Hay claramente muchos sectores que creemos en estas cosas y tendremos que tener una expresión en el Parlamento. A nosotros nos van a encontrar con absoluta coherencia y sin sorpresas para profundizar la calidad de la democracia, la política distributiva y la soberanía de los recursos naturales. Vamos a estar en contra de todo lo que profundice la concentración o desproteja los recursos naturales. Es muy importante seguir trabajando para hablar de una propuesta nacional.

–¿Ya habló con Pino Solanas?

–Me lo encontré ayer de casualidad. La elección de Pino fue muy buena: si se hubiera juntado el progresismo en la ciudad le hubiera ganado a la derecha macrista. Se requiere un esfuerzo grande para construir una alternativa a la derecha y al mismo tiempo saldar la deuda que el propio progresismo tiene. Hay que hacer un gran esfuerzo para producir, que los que naturalmente tenemos que estar juntos estemos y los que tienen que estar separados lo estén.

–¿Cómo definieron su estrategia frente al despliegue de recursos de Unión-PRO?

–Cuando nos juntábamos con los compañeros de la CTA, de los movimientos sociales, del SI, de Víctor De Gennaro a darle forma a este encuentro, sinceramente tuvimos dudas para darle nacimiento en dos meses. Contactamos con una búsqueda de una parte de la sociedad para intentar construir algo por fuera del bipartidismo, algo que no resuelven ni aparatos viciados ni billeteras gigantes de un candidato. Hay algo que no se compra ni se vende, y es la militancia. Tenemos mucha militancia, muchos hombres y mujeres que volvieron a creer: con convicciones, con sueños, con ideales, con ganas. Son cosas que no se compran en Casa Tía, que no están en ninguna góndola: que la política vuelva a enamorar, vuelva a ser un proyecto colectivo, que entusiasma. Creo que los aparatos se puedan vencer. En Morón, obtuvimos el 44 por ciento, se ratifica un rumbo desde hace 10 años. En municipios vecinos como Ituzaingó, 21 puntos; en Merlo 12, en Tres de Febrero, en La Matanza, Hurlinghan. Cuanto más capacidad de evaluarte, más nos conocen y más nos votaron.

–¿Cómo se imagina la relación con Unión-PRO?

–Está en las antípodas de nuestro pensamiento. Lo dijo Macri cuando propuso reprivatizar Aerolíneas, jubilaciones. Prat Gay cuando habla de sacar las retenciones y endeudarse con el FMI. Eso muestra sus ideas de país. No se puede hablar de protección de sectores vulnerables sin decir de dónde saca recursos. Nosotros proponemos la asignación universal por hijo, ampliar el seguro de desempleo, profundizar la reforma tributaria, gravar la renta financiera, la renta petrolera, la renta minera, el juego. Cuando la derecha critica al Gobierno lo critica porque distribuye, nosotros porque distribuye poco.

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Martín Sabbatella tiene 39 años, está casado con la psicóloga Mónica Macha y tiene una hija de 16.
Imagen: Pablo Piovano
 
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