EL PAíS › LA MUERTE DE UN EMPRESARIO CERCANO AL GOBERNADOR ARTURO COLOMBI ENRARECIó EL CLIMA PREVIO AL BALLOTTAGE EN CORRIENTES

Un tiro en el cierre de la campaña electoral

Hernán González Moreno manejaba la agencia de noticias correntina. Apareció con un tiro en la cabeza. Aparentemente se suicidó. Los primos y candidatos Arturo y Ricardo Colombi se acusan mutuamente.

 Por Alejandra Dandan

Desde Corrientes

Una historia de muerte sacude a la provincia de Corrientes en vísperas de la elección de la que surgirá el próximo gobernador: Hernán González Moreno, un empresario de 28 años que manejaba la agencia de noticias de la gobernación, apareció ayer con un tiro en la cabeza en la estancia El Rincón, a 300 kilómetros de la capital provincial. González Moreno había denunciado por enriquecimiento ilícito y evasión a Ricardo Colombi, quien con el respaldo orgánico del radicalismo buscará arrebatarle mañana la gobernación a su primo Arturo, que busca su reeleción con el aval de Julio Cobos. En el gobierno correntino sostienen que antes de su muerte el empresario afirmó haber recibido amenazas contra la vida de sus hijos y responsabilizó a Ricardo Colombi, quien negó tener vinculación con el hecho.

González Moreno conducía la agencia de noticias oficial de la provincia. La Justicia detectó que allí se manejaron presupuestos de dimensiones enormes en los últimos meses y durante un allanamiento realizado sólo cinco días atrás encontraron un mecanismo informático de espionaje con el que se dedicaba presuntamente a seguir el trabajo de los periodistas de los medios locales.

González Moreno era la cara pública de la agencia y lo acusaban de haberse enriquecido: sólo en el último mes compró dos vehículos Toyota.

Durante la madrugada del viernes recorrió unos 300 kilómetros hasta la estancia El Rincón, una de sus propiedades. En las zonas de los palmares, adonde solía ir de caza con Arturo Colombi, detuvo su auto, bajó los vidrios de las ventanillas y encendió el equipo de radio. La Justicia lo encontró muerto, con una herida de bala en la frente y un agujero de salida. Una Colt 45 en el auto. Y un vaso de whisky por la mitad.

“¿Como Santiago del Estero? No”, ensayó una de las mujeres correntinas, que más conoce las historias de las muertes en el país. “Esto no es un territorio feudal, ni caudillista, eso no, pero no te olvides que los de acá son machistas a ultranza, son de los radicales pero correntinos.”

González Moreno se hizo conocido hace tiempo cuando empezó a trabajar en el diario Libertador, un medio local controlado por el ex diputado nacional Rodolfo Martínez Llano. Con la llegada de Arturo Colombi al gobierno de Corrientes, ambos organizaron lo que algunos periodistas locales definen como un centro de propaganda oficial: una agencia de noticias con una redacción de unas cuarenta personas, por donde el gobierno difunde la información oficial y distribuye la pauta publicitaria. La Justicia investiga si allí se habían montado, además, equipos para grabar y archivar el contenido de todos los programas de radio y de televisión de la provincia.

“Los periodistas tenían que llamar por ejemplo a las siete de la tarde –contó un fiscal a Páginal12–. Si la gente de Agencia Corrientes te decía: ‘Muy negativo”, al otro día, tenías que salir a revertir la información y mejorar la imagen, si te decían ‘positivo’ podías estar tranquilo”.

El caso González Moreno

Dos meses atrás, González Moreno había iniciado una causa judicial contra Ricardo Colombi, el primo del gobernador, en el juzgado federal de Paso de Los Libres. Según la denuncia, Ricardo “compró a través de un insolvente”, un testaferro, una “casa por un millón de dólares”. González Moreno hizo una primera denuncia en compañía de Mariano Cúneo Libarona. El abogado de Emir y Amira Yoma, del Rey de la Efedrina Mario Segovia y el hombre que sobrevoló la defensa de Francisco de Narváez fue convocado a Corrientes para respaldar una causa que el arturismo explotó durante la campaña política.

Hace unas semanas, con la campaña recalentada por el ballottage de mañana, la saga de denuncias volvió a recalentarse. En ese contexto, González Moreno quedó en el medio de la tormenta. Primero, el juez Cochia Breard a cargo de una investigación impulsada por un periodista local, dictó una medida cautelar para impedir que el gobierno siguiera pagando publicidad oficial porque, explicó, se había superado por varios miles la pauta prevista en el presupuesto. Y eso, dice una fuente, “que hasta ese momento el juez apenas había analizado el presupuesto de 2007 y 2008 porque sólo en agosto de este año se pagaron 32 millones de pesos en publicidad”. Una semana después, es decir, el martes pasado, la Justicia allanó la oficina de la Agencia Corrientes, los inspectores se llevaron 4 CPU y documentación. Entre los datos que recogieron los investigadores, encontraron indicios de empresas fantasma y listas de personas que cobraban facturas a nombre de otros.

Dicen que alguien le había avisado a González Moreno que estaban por hacerle el allanamiento. Por eso el lunes, poco antes del operativo, convocó a Cúneo Libarona urgente a la provincia. El abogado dio otra conferencia de prensa y volvió a contar lo que ya había dicho: denunció a Ricardo por la casa y por supuesto enriquecimiento ilícito. Al día siguiente, cuando la Justicia hizo el allanamiento, el arturismo encontró el modo de convertir el episodio en un nuevo acto de campaña: dijo que “la Justicia ordenó el allanamiento porque aún está manejada” por el primo Ricardo.

“Esto es como la caja de Pandora, acordate de lo que te digo”, dijo otro investigador a Página/12 y agregó: “Es la punta de la ruta de lavado de dinero más grande que hubo jamás en la historia”.

El muerto era uno de los compañeros de cacería de Arturo. Los palmares donde apareció su cuerpo figuraban entre sus lugares elegidos para cazar. Arturo llegaba hasta allí a bordo del avión sanitario de Corrientes.

El desenlace

La agencia de Información Pública del gobierno emitió temprano en el que dio cuenta de la muerte de González Moreno. “El empresario que había denunciado por enriquecimiento ilícito y evasión al candidato opositor Ricardo Colombi se suicidó hoy, a tres días de las elecciones, tras recibir numerosas amenazas contra la vida de sus hijos mediante mensajes de texto, fotografías y otras comunicaciones de desconocidos que le habrían exigido su propia muerte o el desistimiento de la presentación contra el aspirante a la Gobernación”, relató.

A partir de entonces, en la página web de la agencia del gobierno podían verse las imágenes de los palmares, la camioneta y el círculo de custodios y de policías que llegaron hasta el lugar del hecho.

En la versión oficial, que los investigadores ponen entre comillas, el gobierno indicó que González Moreno llamó “antes de la medianoche con varios amigos íntimos a los que comunicó su decisión: ‘Me quebraron, me amenazan con matar a mis hijos si no me mato yo antes, y me voy a pegar un tiro para salvarlos’”.

En esa versión, el empresario se despidió de al menos seis “amigos” de su entorno más íntimo. Entre los mencionados están Arturo Colombi y el director de Información Pública, José Luis Zampa. Según ese mismo relato, Billy –como lo conocen en Corrientes a Zampa– le dijo a González Moreno que no se matara y fue directamente a buscarlo por orden del gobernador.

“¿Si estaban a 300 kilómetros y en esa situación piensa un investigador en voz alta por qué no mandaron a la gente de un puesto de policía más cercano a ese lugar?”

“Lo encontramos acurrucado en la butaca del conductor de su Toyota Camry”, contó Zampa. “Estaba a su lado la pistola Colt 45 con la que se disparó una bala después de bajar todos los cristales del vehículo; a su lado estaban los celulares con los que se había comunicado con nosotros para anoticiarnos de su decisión.”

González Moreno les dijo, siempre según esa misma versión, que el mensaje “amenazador” que había recibido en las últimas horas incluía fotos de sus hijos. Las imágenes los mostrarían entrando al jardín de infantes y durante un viaje a Buenos Aires.

“Los siguieron a mis cachorros todo el viaje”, dicen que dijo. “Mil kilómetros, para matarlos, se metieron con mis cachorros y me quebraron, me exigen que me mate o que desista de la denuncia contra Ricardo, pero yo tengo códigos y no voy a desdecirme.” A varios de sus amigos, según la página la agencia oficial, les pidió: “Por favor hagan lo que tengan que hacer, pero no dejen que Ricardo llegue al poder de nuevo. Ricardo Colombi me quebró, rompió los códigos más sagrados, yo no voy a dejar que se metan con mis cachorros.”

Las explicaciones de un suicidio

Anoche, los peritos terminaban la primera autopsia al cadáver. Confirmaron, según pudo saber este diario, que González Moreno tenía dos orificios de bala: uno de entrada en el temporal derecho y uno de salida en el temporal izquierdo. El dato confirmaría la supuesta hipótesis del suicidio, porque la bala sale del cuerpo cuando el impacto se produce a una distancia muy corta. Otro indicio en ese sentido es la existencia de “halo fish”, una aureola violácea marcada en la piel producto de la pólvora. La Colt 45 es el arma que se sospecha que usó para matarse y sería de su padre.

Una semana antes de la primera vuelta electoral, Ricardo Colombi denunció al secretario general de la Gobernación por enriquecimiento ilícito. Según la denuncia, Diego Mosquera acumulaba en una cuenta sueldo 2.260.000 de pesos, y su mujer, 1.448.000. Mosquera está detenido desde comienzos de octubre. Algunos creen que Hernán González Moreno imaginó a partir del martes pasado ese mismo final.

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El momento en el que suben a una ambulancia el cadáver del empresario Hernán González Moreno.
Imagen: DyN
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