EL PAíS › PENUMBRAS > LOS VECINOS DE SANDRO, EN BANFIELD, RODEARON SU CASA EN UN SENTIDO HOMENAJE

En el barrio cantaban “Rosa, Rosa”

Desde que se enteraron del fallecimiento de su ídolo, los vecinos de Sandro se acercaron a la puerta de su casa para estar presentes. Cantaban a capella. Y se lamentaban por el fallecimiento. La calle Beruti al 200 estaba llena de mujeres.

 Por Carlos Rodríguez

Como cada 19 de agosto, día de su cumpleaños, la casa de la calle Beruti al 200, en Banfield, se llenó de mujeres –y hombres– de todas las edades. Esta vez no fueron a festejar, pero muchos, tanto en la localidad del sur bonaerense como en la ciudad de Mendoza, frente al Hospital Italiano donde estuvo internado Roberto Sánchez, prefirieron hablar de resurrección y no de muerte. “No, no puede ser que se haya ido. Los ídolos como Sandro nunca se van, siempre se quedan”, dijo Oscar, un hombre de unos 50 años que lloraba, abrazado con su hija adolescente. “No se va a ir nunca, siempre se va a quedar con nosotros”, ratificó una mujer que se paró frente a las cámaras de la televisión. “Los que sigan entonando sus canciones, en toda Latinoamérica, van a ayudar a que siga vivo en todos nosotros, porque Sandro fue y es de su pueblo”, subrayó otra mujer, quien le pidió a la esposa de Sandro que permitiera que sus restos fueran velados “al menos por un par de horas” en Mendoza. Mientras, en Banfield, las fanáticas lloraban y cantaban, a capella, “Rosa, Rosa”.

En el sur bonaerense, varios centenares de personas se reunieron anoche frente a la casa de Sandro, a poco de que se conociera la noticia. Los vecinos, frente a las dos nuevas operaciones a las que se había sometido su ídolo durante el fin de semana, habían organizado para anoche una cadena de oración a la que habían convocado mediante el reparto de volantes, casa por casa. La iniciativa quedó trunca por el fallecimiento y los vecinos comenzaron a agruparse, formando un semicírculo, frente a la puerta de la ayer deshabitada vivienda de Beruti 251.

Gabriela Pizzo se presentó como una de las integrantes del grupo Las Nenas, fieles seguidoras de Sandro. “Hace un año nos recibió en la casa y él nos dio la primicia de que se iba a operar, aunque Olga, su mujer, no estaba muy de acuerdo con esa decisión”, recordó Gabriela. “Nosotros teníamos una muy buena relación con Sandro, pero también con Olga, que ha sido muy buena, que ha sido un verdadero pilar tanto para él como para nosotras.” En un tono más íntimo, Gabriela le comentó a Página/12 que Sandro fue el “primer amor” de su vida. Por eso dijo que ahora ella y sus amigas no saben “qué vamos a hacer”, sin la motivación que significaba el estar siempre cerca de su ídolo. “Ahora lo vamos a seguir donde sea”, dijo en relación con su presencia en el velatorio.

Darío Greco tiene 35 años y también es fanático de Sandro. “Hace cuatro años lo pude conocer personalmente. El estaba caminando por la calle Acevedo, paseando a su perro. Siempre iba caminando hasta el parque Miñaqui y cuando se cruzaba con alguien por la calle, lo primero que le decía era que no fumara. A un montón de jóvenes les dio el mismo consejo”, relató Greco. “Era común encontrarlo en la calle, porque siempre iba a la panadería Las Vegas. Sus facturas preferidas eran las tortitas negras rellenas. Andaba por la calle en bata, con distintas batas, siempre elegante, pero en bata, como si estuviera en su casa.”

Greco también recordó que años atrás, cuando su salud no era un problema, Sandro salía a pasear en su automóvil, un Torino, reliquia de los años setenta. “Muchas veces solía invitar a los vecinos y los llevaba en su auto. Era una persona sencilla, muy agradable, que hablaba con todo el mundo. A todos les decía que lo llamaran Sandro o El Gitano. No le gustaba que le dijeran Roberto.”

Elsa es otra fanática de Sandro que anoche se había venido desde Temperley, apenas se enteró de la noticia. “Estaba haciendo la comida para mi familia cuando me llamó mi hermana, que está en Mar del Plata. No lo pensé ni un minuto, dejé todo y me vine para acá.” Elsa consideró que Sandro “es el mejor artista argentino” y destacó que él siempre fue “una persona muy agradecida, simple, consejera”. Dijo que ésa fue la impresión que les dejó “cada vez que vinimos a saludarlo para su cumpleaños. Lo único que hacía era agradecer. Por eso hoy estamos aquí”. Anoche, un cordón de Control de Tránsito, del municipio de Banfield, había cerrado la circulación de vehículos por la calle Beruti, que estaba siendo colmada por una multitud. También se advertía la presencia de una guardia médica, con ambulancia, para asistir, de ser necesario, a los fanáticos.

Informe: Rocío Ilama.

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