EL PAíS › MARTIN SABBATELLA SE PLANTEA RESPALDAR A LA PRESIDENTA Y ENFRENTAR A DANIEL SCIOLI

“Me gustaría ser gobernador bonaerense”

El diputado de Nuevo Encuentro destacó que la Presidenta es la “única que expresa la continuidad de este rumbo de la Argentina”. Criticó, en cambio, a Scioli y lo ubicó entre quienes “acompañan al Gobierno más por conveniencia que por convicción”.

 Por Miguel Jorquera

Aunque la decisión se tomará los primeros meses del 2011, Nuevo Encuentro quiere que Martín Sabbatella sea candidato a gobernador bonaerense. El diputado nacional y ex intendente de Morón, que cerrará el año este miércoles en Ezeiza con un acto de ese espacio, afirmó que apoyarán la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner como “la única que expresa con claridad la continuidad de este rumbo en la Argentina”, en la que “hay que defender lo hecho y profundizarlo” frente “al regreso del neoliberalismo que plantean todas las variantes de la derecha conservadora”. De todos modos, aclaró que el EDE-NE se plantará como “alternativa” de las expresiones territoriales “atadas a las viejas estructuras políticas” que “acompañan al Gobierno más por conveniencia que por convicción”. Por eso enfrentará a Daniel Scioli en Buenos Aires y a otros gobernadores del PJ, mientras que en la ciudad propone, junto a sus aliados, el armado de un frente antimacrista que pueda derrotar la “experiencia conservadora porteña”.

–¿Va a ser candidato a gobernador bonaerense?

–A mí me gustaría ser gobernador de la provincia de Buenos Aires, por lo tanto candidato, pero esto lo va a decidir el partido (Encuentro por la Democracia y la Equidad, EDE) y el frente electoral (Nuevo Encuentro, NE) como parte de una construcción colectiva. Una decisión que debe tomar en el momento que esté más claro el escenario electoral para el año próximo, que puede ser febrero o marzo.

–Hace tiempo que ese frente electoral viene debatiendo tres opciones distintas sobre su candidatura: a gobernador bonaerense, a jefe de Gobierno porteño y hasta la posibilidad que impulsa un sector del kirchnerismo para que sea el compañero de fórmula de la Presidenta.

–Puede haber distintas opiniones, pero nosotros realizaos un debate político sobre el rol de esta fuerza progresista, nacional y popular en este momento de la Argentina. Vemos que hay un contexto positivo, un momento extraordinario en la región y en el país, y un momento y un proceso político del que nosotros nos sentimos parte. Por eso sin ningún tipo de especulación ni mezquindad entendemos que a nivel nacional hay que defender el rumbo que está recorriendo la Argentina que se inauguró en 2003, para poder ir por más y avanzar en lo que falta. En medio de esta puja que hay en el país, entre quienes creemos que hay que defender lo hecho y profundizarlo y quienes quieren retroceder a la experiencia neoliberal como propone la derecha conservadora en todas sus variables.

–¿Apoyarán a CFK en primera vuelta, si ella es la candidata presidencial?

–Cristina es la única que expresa con claridad la continuidad de este rumbo en la Argentina y también para generar las mejores condiciones para profundizarlo. Si decide buscar su reelección, la vamos a apoyar. De la misma manera decimos que si el candidato fuera cualquier otro, no lo vamos a respaldar. No me imagino otra alternativa que exprese con claridad ni que garantice el triunfo de esa propuesta.

–¿Compartiría la fórmula con CFK si se lo proponen?

–Sería muy irresponsable de mi parte, nosotros nunca hemos conversado eso. Somos una fuerza política, no una agencia de colocación de candidatos. Si la Argentina construye espacios políticos emergentes donde distintas fuerzas podemos encontrarnos en un espacio común, después se puede debatir cómo se expresa eso. No es un problema de candidatos sino de una construcción política, que sea hija de lo mejor de nuestra historia y de la tradición nacional y popular. Le vamos a poner el cuerpo a un proceso en construcción del que nos sentimos parte, con una postura autónoma e independiente pero profundamente comprometida con lo que pasa.

–¿Volverían a la vieja estrategia de la tijera para cortar boletas como lo hicieron en Morón, donde no tenían referentes nacionales?

–Todavía no decidimos la ingeniería electoral para expresar esta postura. En cualquier escenario vamos a sostener esta idea en lo nacional, lo mismo que vamos a ir con candidatos propios en los distintos territorios. El proceso político nacional va mucho más delante de las miradas de las provincias y municipios y en las construcciones políticas que la expresan.

–¿Cómo mide estas diferencias?

–Mientras que a nivel nacional se plantea como valor no reprimir la protesta social, en Formosa el gobernador se jacta de que la policía actuó bien cuando intervino en la ruta asesinando a los representantes de la comunidad toba. Lo mismo pasa con un gobierno nacional que impulsa con garra la equiparación de derechos con el matrimonio igualitario y (Juan Manuel) Urtubey en Salta organiza un reconocimiento y un homenaje a los legisladores que se opusieron al proyecto en el Congreso.

–¿Cómo va a diferenciarse de Daniel Scioli si ambos apoyan a un mismo candidato presidencial?

–Quizá sea la única coincidencia. Es parte del debate y del proceso que vive hoy la Argentina. Hay estructuras pragmáticas, como el PJ, que son funcionales a cualquier ideología y por lo tanto construyen un relacionamiento sobre la base de la conveniencia. Y hay otras fuerzas políticas, como nosotros, que actuamos por convicción, por lo que se piensa, dice y hace. Nosotros lo hacemos sin ningún tipo de especulación ni mezquindad. Este profundo proceso que vive el país no puede estar en manos de quienes están por conveniencia. En la provincia también se da esa disociación con el proceso nacional. Nos parece altamente positiva la creación del Ministerio de Seguridad y la designación de Nilda Garré, vinculado con la concepción de seguridad democrática y de renovar las fuerzas de seguridad sometiéndolas al poder político y civil. Pero Scioli hace todo lo contrario, retrocediendo en la reforma policial y entregándole el autogobierno a la Policía Bonaerense, orientando su política a la demagogia punitiva y la lógica del discurso mediático.

–¿Qué van a proponer para la ciudad de Buenos Aires?

–Vamos a constituir NE en la ciudad con nuestros aliados, como Carlos Heller del Partido Solidario, para desde ahí trabajar en conjunto con la idea de promover un amplio frente antimacrista con posibilidades reales de vencer la experiencia neoliberal en la ciudad.

Cuestiones del centroizquierda

–Al Congreso llegaron representantes de varias vertientes de centroizquierda con la posibilidad de sumar fuerzas e impulsar proyectos comunes, pero esa unidad no se dio. ¿Por qué?

–Ahí hay una lectura y una mirada distinta de lo que están viviendo la Argentina y la región. Hay quienes dicen que lo que sucede aquí es más de lo mismo y eso nos parece una barbaridad. Por eso creen que no hay nada que defender y su lógica de construcción política es en la oposición furiosa y su marco de alianza es dentro de todos los que se oponen, donde la mayoría está hegemonizada por un pensamiento conservador y de derecha. Con dolor, muchas veces vemos que con un discurso de querer ir por más hay quienes terminan aliados a los que quieren ir por menos, y, quieran o no, terminan convirtiéndose en la pata progresista de la estrategia de la derecha.

–Pero esa unidad ni siquiera se plasmó en iniciativas comunes.

–Nosotros también apoyamos la aplicación del 82 por ciento móvil para los jubilados y pensionados. Le dijimos a Proyecto Sur que dábamos quórum para impulsar una iniciativa que permita financiar la implementación a través de la restitución de los aportes patronales y gravando rentas extraordinarias. Si no terminás avalando el show mediático de quienes estuvieron siempre enfrente de los intereses de los jubilados buscando desfinanciar al Estado o simplemente una operación política. Que la derecha diga acaloradamente lo que dice y haga lo que hace, es razonable porque son los intereses que ellos defienden. En cambio, si lo haces desde el centroizquierda, me parece una confusión profunda.

–Esas diferencias también terminaron por partir la CTA.

–La idea de la unidad del centroizquierda no puede ser un valor en sí mismo. Hago una apuesta profunda por la unidad porque es importantísima para tener mejores herramientas y mayor fuerza para un proyecto político determinado. En realidad, está primero el proyecto político y si lográs unidad en eso mucho mejor. El problema de la CTA estuvo y está atravesado por la lectura del presente y el rol de la Argentina hoy en el proceso de integración regional, reconocido por todos los gobiernos democráticos, populares, transformadores que desde acá todos apoyamos. Por eso me resulta difícil entender cómo bancás esos procesos de diferentes países y acá terminan en la foto del Grupo A.

–¿Y en lo sindical?

–Esa discusión también atraviesa el modelo de construcción sindical. Si la CTA es un modelo sindical alternativo que dispute la representación de los trabajadores y que participe de la puja distributiva o si era una secta testimonial sin intervenir en la vida política real ni en la puja que se plantean los trabajadores. Y encima proyectan la Central como la base de lanzamiento de una candidatura política de sustentación de una futura fuerza política. Y en términos políticos aliados al Grupo A y una parte de la Mesa de Enlace. Además con prácticas políticas que, como el fraude o la modificación de padrones, terminan degradando los propios motivos fundantes de la Central. Reivindico y me siento parte de la CTA que mantiene un perfil distinto y que encabeza Hugo Yasky.

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Imagen: Daniel Dabove
 
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