EL PAíS › MARIANO NARODOWSKI, EX MINISTRO DE EDUCACIóN DE MACRI, FUE PROCESADO POR LAS ESCUCHAS ILEGALES

Los riesgos de contratar a un espía

El juez Norberto Oyarbide procesó a Narodowski por el delito de asociación ilícita. Lo señaló como responsable de emplear a Ciro James como asesor en Educación y destacó que no pudo probar que realizara ninguna tarea en el ministerio.

 Por  Irina Hauser y Raúl Kollmann

El juez federal Norberto Oyarbide procesó ayer al ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski por el delito de asociación ilícita, en la causa por las escuchas ilegales a, entre otros, el cuñado de Mauricio Macri, Daniel Leonardo. En una resolución de 202 páginas, el magistrado reiteró que Narodowski contrató al espía Ciro James como asesor en el Ministerio de Educación, le pagó seis mil pesos mensuales, pero no pudo probar que haya hecho tarea alguna. Y la contratación fue justo cuando empezaron las escuchas al cuñado de Macri. Como prueba, Oyarbide señaló que Narodowski declaró que prácticamente no conocía a James y que no tuvo ningún vínculo, pero el juez detectó nada menos que 111 llamadas o intentos de llamadas telefónicas, varias de ellas en domingos y muchas después de las 20, algo inhabitual para una relación entre un empleado y un ministro.

También fue procesada la jefa de Gabinete de Narodowoski, Roxana Barroso, que era la superior directa del espía. Barroso le echó la culpa de todo al ministro, pero igual fue imputada porque no podía desconocer la contratación.

Oyarbide ya había procesado a Narodowski, pero la Cámara Federal le decretó la falta de mérito reclamando más evidencias, sobre todo en lo que tiene que ver con la relación entre el ministro y el espía. Esa investigación la redondeó Oyarbide con las llamadas (ver aparte). Narodowski dijo que no tenía contacto con James, que fue contratado por recomendación de la Universidad de La Matanza y que su trabajo consistía en Auditoría Interna, pero de inmediato fue asignado a Jefatura de Gabinete y que, por lo tanto, debía ser controlado por Barroso. Lo cierto es que en el expediente no se pudo probar que haya hecho ningún trabajo ni presentado ningún informe y testigos importantes dijeron que nunca lo vieron en el ministerio.

El juez remarcó que “la carpeta de contratación de Ciro James se inicia un día después de que se ordenó la escucha a Daniel Leonardo y se le hiciera a James una autorización para que retire las cintas de la SIDE”. Leonardo es cuñado de Macri y por entonces había un conflicto familiar: buena parte del clan –con Franco Macri a la cabeza– quería demostrarle a Sandra Macri que Leonardo mantenía otra relación y que lo mejor era divorciarse. Como reveló Página/12 en su momento, James armó, en complicidad con policías y jueces de Misiones, causas falsas en esa provincia; desde allí ordenaban a la SIDE las intervenciones de teléfonos y las cintas eran retiradas por James. Esta fue la mecánica con la que se espió al familiar de víctimas del atentado contra la AMIA, Sergio Burstein; al empresario Carlos Avila, a funcionarios de Supermercados Coto y a otros ciudadanos. La cabeza de la organización de espionaje fue, según la Justicia, Jorge “el Fino” Palacios, el policía de confianza de Macri y luego titular de la Policía Metropolitana.

Cuando Oyarbide, luego confirmado por la Cámara Federal, procesó a Macri, señaló que el papel del jefe de Gobierno fue permitir que “la matriz del aparato clandestino de inteligencia se instale en su gobierno se nutra de sus recursos y de tal suerte pueda funcionar”. Y la Cámara agregó: “Tal vez Macri no conocía a James, pero sí a Palacios y, por lo tanto, no podía desconocer el armado de una estructura de inteligencia, puntualmente en la Metropolitana, insertando mientras tanto a James en la administración, nombrándolo, pagándole para que se realice la inteligencia prohibida”.

El papel que el juez le otorga a Narodowski en la asociación ilícita es el de simular una relación contractual de James con el Ministerio de Educación, con un contrato de locación de servicios muy particular, que le permitía evitar controles, y con el sueldo más alto permitido por la normativa. Señaló el magistrado que “la imprecisión de Narodowski sobre los motivos de la contratación de James evidencia que el objetivo era pagarle una suma mensual para que haga el trabajo de inteligencia que estaba haciendo”.

Como ejemplos, Oyarbide detalla:

- James fue contratado para hacer trabajos de auditoría, pero el director del área, César Carlos Neira, afirma que no intervino en ningún trabajo.

- El auditor Roberto Ayub afirma que le informaron de la contratación de James, pero que de inmediato lo pasaron a la Unidad Ministro. Y que sólo vio a James una vez en el ministerio.

- Narodowski dijo que contrató a James por recomendación de la UnLaM, pero desde sus pares hasta el rector de la universidad lo negaron. Casi todos dijeron que ni siquiera sabían que James tenía algún vínculo con el ministerio.

- No hay pruebas de la labor de James. Nunca firmó un dictamen o un informe. Ni siquiera se presentaron mails que acreditaran en qué consistía su asesoramiento.

Oyarbide redondeó de la siguiente manera el procesamiento: “La participación de Narodowski fue fundamental porque aseguró el financiamiento de la actividad ilegal a través del contrato, sin contraprestación, de James por seis mil pesos mensuales. Narodowski fue uno de los brazos operativos de Mauricio Macri en la actividad ilegal de intervención de los teléfonos, entre otros, de Daniel Leonardo. Fue quien puso a James en su cargo, le asignó una función, un área de trabajo, le fijó la remuneración y el tipo de contrato que evitaba controles. Dijo que no tuvo ningún conocimiento de James y resulta que hablaron por teléfono en numerosas oportunidades”.

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El ex ministro dijo que casi no conocía a James, pero se detectaron 111 llamadas entre ellos.
Imagen: DyN
 
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