EL PAíS › EL HIJO DEL COMISARIO PIAZZA CREE QUE FUE UN ROBO

Polémica por el asesinato

Mientras algunos investigadores especulan con que al comisario Piazza lo asesinaron policías, el hijo de la víctima cree, como la Bonaerense que lo mataron para robarle. Nadie sabe si fue por la Aduana Paralela.

El asesinato del comisario retirado Jorge Piazza ya es motivo de una polémica silenciosa. Los voceros de la investigación y de la Policía Bonaerense insisten en que al oficial lo mataron delincuentes comunes que sólo querían robarle el auto, se dieron cuenta de que era policía porque llevaba una credencial -.iba desarmado–, y únicamente por odio a los uniformados lo ataron, lo llevaron a un descampado al que sólo se puede llegar a pie y ahí le pegaron un tiro en la nuca. El hijo de Piazza, Mariano, respaldó ayer esa hipótesis. Sin embargo, otras fuentes policiales y de los tribunales de Quilmes no creen en esa versión e insisten en que se trató de un crimen mafioso. Nadie sabe si fue por el caso de la Aduana Paralela o por otras cuestiones recientes, pero no existen antecedentes de que en el marco de un robo de un auto de 300 pesos, los ladrones secuestren a alguien, lo aten, lo transporten casi siete kilómetros, lo obliguen a arrodillarse y le peguen un tiro en la nuca. Quienes creen en el crimen mafioso hablan también de mano de obra de policías o ex policías en el asesinato.
Los informes de la autopsia confirmaron lo adelantado por Página/12 el martes: a Piazza lo maniataron, fue obligado a arrodillarse y lo ejecutaron de un tiro en la nuca. El texto de los forenses dice que “en la única mano que se conserva, ya que la otra fue devorada por los roedores, se detectó una impronta compatible con indicios de que lo sujetaron”. También se habla de pelos entre las uñas, un elemento que demostraría que Piazza se defendió. A esos pelos se los someterá a pruebas para ver si se puede determinar el ADN de alguno de los asesinos, aunque esa evidencia sólo servirá una vez que se haya establecido al menos quiénes son sospechosos de haber matado al oficial retirado.
En principio, los investigadores creen que el crimen se perpetró en el cañaveral, lleno de ratas, en el que apareció el cuerpo. A ese lugar no se puede llegar en automóvil ya que hay que cruzar un arroyito y aún después de eso debe avanzarse en medio de la maleza. De todas maneras, hasta el momento en el lugar no se encontró el proyectil que se sigue buscando intensamente por cuanto Piazza tenía un orificio de entrada en la nuca, pero también uno de salida. Con el proyectil se podría determinar qué arma se usó para el crimen y si se encuentra un sospechoso y un arma se podría determinar fehacientemente si el disparo salió o no de esa arma.
Los investigadores reconocían anoche que no hay significativos avances en la pesquisa que inicialmente se orientó a buscar el auto en el que viajaba Piazza, un Volkswagen Gol 93 color celeste. Ese vehículo no se detectó pese a que había informes de que fue ofrecido a un desarmadero hace cuatro días por 300 pesos. “Ese coche ya debe estar ‘cortado’”, admitía un jefe policial.
El otro trabajo que se está realizando es un relevamiento para encontrar testigos del momento en que Piazza fue secuestrado. Hasta ahora no aparece nadie que haya escuchado el tiro con que lo mataron ni que haya aportado dato alguno sobre el lugar y la forma en que abordaron al comisario. Quienes hablan de crimen policial justamente creen que Piazza fue abordado por un conocido y por ello no hay registro de ningún hecho violento, ni robo ni secuestro, con el Volkswagen de por medio.
Los elementos recolectados hasta el momento encendieron una polémica que por ahora se realiza en voz baja. Los funcionarios policiales insisten en la teoría del robo y alegan que es común que ladrones torturen y maten a un policía cuando descubren que es de la Bonaerense. Sin embargo, esos mismos voceros no pueden aportar ningún caso anterior parecido: hubo episodios en que le intentaron robar un auto a un policía, los ladrones percibieron que tenía un arma, lo tiraron del vehículo y lo mataron. Hechos de características parecidas se repitieron en varias oportunidades.Sin embargo no hay antecedentes de que por robarle un auto de 300 pesos a un oficial desarmado, que no se pudo haber resistido, lo secuestren y lo fusilen en un lugar inhóspito a 70 cuadras de donde supuestamente lo interceptaron. En base a estos datos y a insistentes versiones que recorren la Bonaerense, se insiste en que se trató de un crimen mafioso perpetrado por policías y muy similar al caso Cabezas.

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El cañaveral donde fue encontrado el cadáver del comisario Jorge Piazza.
 
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