EL PAíS › UNA ENCUESTA SOBRE EL VOTO EN LAS PRIMARIAS Y LAS PERSPECTIVAS EN OCTUBRE

Análisis y expectativas

La Presidenta y Binner retienen los votos de agosto. Las razones positivas y negativas para elegir candidato. La percepción de optimismo, las tres políticas que más ganan y el “efecto arrastre” del éxito en las PASO.

 Por Raúl Kollmann

Una encuesta de Hugo Haime y Asociados indica que Cristina Fernández de Kirchner aumentaría algo la cantidad de votos el 23 de octubre, llegando al 53 por ciento, sacándole casi 40 puntos de distancia a Hermes Binner, quien se ubica segundo. El tercer puesto es para Ricardo Alfonsín, cuarto Eduardo Duhalde y quinto Alberto Rodríguez Saá. Las claves de la intención de voto de CFK son, según el estudio, “que es la mejor candidata” y tres políticas sociales: la de los jubilados, la creación de empleo y la Asignación Universal por Hijo. Un punto nodal de la situación es que el 51 por ciento de los ciudadanos piensa que “la gente está esperanzada y contenta”, contra sólo un 24 por ciento que dice que “la gente está con bronca”. Debe pensarse que esta misma pregunta, hecha en 2008, llegó a arrojar que un 59 por ciento afirmaba que “la gente está con bronca”. En el Gran Buenos Aires, tanto Cristina como Daniel Scioli podrían alcanzar el 57 por ciento de los votos (ver aparte).

El trabajo de Haime resalta porque la metodología es domiciliaria, no son entrevistas telefónicas sino encuentros cara a cara. Se entrevistaron 1100 personas de todo el país, con respeto de las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Además, se hizo un reparto también proporcional en función del tamaño de los aglomerados urbanos: más de dos millones de personas, entre 500.000 y dos millones; menos de 500.000.

“Lo que es claro es que CFK mantiene o crece algo en la intención de voto –dice Haime–. Piense que si pasa del 50 al 53 por ciento, como lo indica nuestro trabajo, estamos dentro del margen de error de la encuesta. Hay un crecimiento de Binner que se ubica segundo, se estanca Alfonsín y registramos leves caídas de Duhalde y Rodríguez Saá. ¿Por qué Cristina se mantiene o incluso crece? Una victoria como la que obtuvo en las primarias genera la idea, entre quienes no la votaron, de que las cosas no están tan mal como se decía o como ellos lo veían. Siempre hay gente que se suma al carro ganador, además. Y yo creo que al Gobierno le rinde frutos su política de apertura, de búsqueda de acuerdos con empresarios, el campo y otros sectores. Ha reducido muchísimo la confrontación.”

Desde el punto de vista de los números, CFK retiene el 97 por ciento de los votos que sacó en las primarias y agrega un cinco por ciento de los que consiguió Alfonsín, la mitad de los escasos sufragios de Elisa Carrió, algo de Duhalde, algo de Rodríguez Saá y hasta algo de Jorge Altamira. Eso es lo que le permite trepar al 53 por ciento. Los demás candidatos no retienen los votos que consiguieron en las primarias. Alfonsín retiene el 86 por ciento, Duhalde el 82, Rodríguez Saá sólo el 60 y el que obviamente tiene mayor capacidad de retención es Binner, con el 89. Debe entenderse que esos son los votantes que los apoyaron en las PASO y ahora anuncian que volverán a apoyarlos. A esto suman lo que se van quitando entre sí y en ese terreno, por ejemplo, Binner se queda con votos de Alfonsín y de Rodríguez Saá. Eso es lo que le permite aumentar su caudal. “Es curioso que Rodríguez Saá no aumente su intención de voto, porque los datos muestran que ha crecido en la imagen positiva”, remarca Haime.

“Si uno hace la discriminación por estratos sociales –profundiza el consultor–, en los de mayor ingreso CFK y Binner están empatados, CFK le saca alguna diferencia entre los sectores medios y pone una enorme distancia entre los más pobres. Para dar una idea de esto, Cristina consigue el 59 por ciento en los sectores de menos ingresos, contra apenas el ocho por ciento de Binner.”

Del trabajo de Haime surge otro dato interesante: cuándo decidió su voto el ciudadano. Uno de cada tres ciudadanos decidió su voto en la última semana o en el mismo cuarto oscuro. Pero lo significativo es que si se analiza por candidato al que votaron, los que lo hicieron por CFK lo tenían decidido en su enorme mayoría un mes antes, mientras que las dudas y la decisión sobre el final fue en casi todos los casos cuando el voto era para alguno de los candidatos de la oposición. Eso muestra, como valor agregado, que el sufragio a la Presidenta aparecía y aparece más consolidado. “Los indecisos eran los opositores”, certifica Haime. “Yo creo que la base del voto a CFK está en el liderazgo político, porque cuando preguntamos por qué la votaron, buena parte de las respuestas son ‘porque la quiero apoyar’ o ‘es buena candidata’ o ‘se preocupa por los pobres’. Son razones positivas. Hay que comparar eso con las razones del voto a Alfonsín. Ahí se centra en que es el candidato radical o ‘es para oponerme al Gobierno’. En el caso de Duhalde es todavía más remarcado este último aspecto de la oposición al kirchnerismo. Los dos que también tienen razones de voto positivas son Binner y Rodríguez Saá. En ellos prima la buena gestión en sus provincias.” La consultora preguntó por los hechos positivos que orientaron la intención de voto a la Presidenta. Y ahí surgen tres elementos clave:

- La política hacia los jubilados. Hay más de cinco millones de jubilados, de los cuales dos millones consiguieron la jubilación sin haber hecho los aportes en su momento.

- La Asignación Universal por Hijo. Llega a unas tres millones de personas.

- La política de empleo. Hay una percepción de que hay más trabajo. Los jóvenes remarcan la entrega de computadoras y el plan Argentina Trabaja.

La contracara son las tres políticas en que los votantes, incluso los de Cristina, piden que se mejore:

- La inseguridad

- La inflación

- Mejorar la calidad del empleo, porque hay muchos ciudadanos –según Haime– cuyo trabajo es muy discontinuo. “Changas, pero changas no permanentes”, precisa Haime.

Para ponerlo en números, dándole la opción al encuestado de elegir tres temas, el 49 por ciento de los ciudadanos opina que debe combatirse más la inseguridad; el 42 dice que lo que hay que corregir es la inflación, lo mismo que plantea que se debe mejorar la desocupación. “Aun así –dice Haime–, CFK aparece como la persona en condiciones de poder resolver estos problemas. Le tienen confianza. Fíjese que hay temas que quedan bastante atrás en las preocupaciones. La corrupción fue señalada por sólo el 26 por ciento de los entrevistados y tampoco hay menciones a cuestiones como los derechos humanos.”

Redondeando, Haime sostiene que “el trasfondo de todo es el clima social. Hace nueve meses que vienen creciendo las expectativas, que la gente piensa que le va a ir mejor. El ciudadano común solía no decir que está bien o que el país está bien. Lo que dicen habitualmente es que está mal o regular, pero que estará mejor. Ahora, en cambio, hay una levísima mayoría que dice que está bien en la actualidad. El 51 por ciento afirma que ‘la gente está esperanzada y contenta’, contra un 24 que dice que ‘la gente está con bronca’. En marzo de 2008, el 38 por ciento hablaba de la bronca, en julio de ese año el 51 y en noviembre el pico fue de 59. Le repito, ahora es el 24 por ciento. Y también hay acuerdo con el rumbo. El 24 por ciento de las personas que consultamos dice que hay que seguir así, sin cambiar nada; el 51 dice que sigamos, pero haciendo cambios, y sólo el 24 afirma que hay que cambiar completamente. En estos porcentajes, yo creo que pesa mucho que el ciudadano común vea la crisis en los principales países y percibe, al menos por ahora, algo distinto en Argentina. No dude de que todo eso es lo que explica que la Presidenta, en el actual cuadro de situación, tenga una intención de voto del 53 por ciento”.

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