EL PAíS › A HORAS DE LA PRESENTACIóN DE CFK EN LA ONU, LOS KELPERS ANUNCIARON UN REFERéNDUM

Una autoconsulta para convencerse

Con el vicecanciller británico presente, un asambleísta kelper anunció un referéndum para 2013 para decir que quieren seguir siendo británicos. Esta noche, Cristina Kirchner viajará para hablar ante el Comité de Descolonización.

El gobierno inglés encontró la manera de convencer al mundo de que Malvinas no es una colonia: lanzará un referéndum entre los que viven hoy en las islas. Los kelpers no tienen gobernador electo, sino que es designado desde Londres, pero un representante de la Asamblea Legislativa de la isla anunció que en la primera mitad del año que viene harán una consulta popular para “ponerle fin a la disputa”. Inmediatamente, el gobierno británico salió a reclamarle a la ONU que respete la decisión. La estrategia sigue en línea con el argumento inglés de la “autodeterminación” de los kelpers y se produce cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viaja a Nueva York al Comité de Descolonización a reclamar que el gobierno británico se siente a dialogar con la Argentina.

El encargado de anunciar el referéndum fue Gavin Short, una de las ocho personas que integran la Asamblea Legislativa de las islas Malvinas. En una conferencia de prensa en Puerto Argentino, en la que lo acompañaba el visitante secretario de Estado del Reino Unido, Jeremy Browne, Short anunció: “Vamos a realizar este referéndum no porque tengamos dudas sobre quiénes somos y qué futuro queremos, sino para mostrarle al mundo lo firmes que estamos al respecto”.

Short remarcó que la convocatoria será “durante la primera mitad del año próximo” y aseguró que cuenta con el “completo apoyo del gobierno británico”. “Se hará para eliminar cualquier posible duda sobre nuestros deseos. No tengo dudas de que la gente de las Falklands desea para las islas mantener su calidad de territorio británico de ultramar autogobernado. Por supuesto que no tenemos ningún deseo de ser gobernados por el gobierno de Buenos Aires”, afirmó, por si quedaban dudas. “Apoyo esta iniciativa del gobierno local, porque dará a la gente la oportunidad de enviar un claro mensaje a la Argentina y también a la comunidad internacional”, sostuvo Browne, quien quiso presentar el resultado del referéndum como el “veredicto definitivo”.

Con la velocidad de un guión prepautado, el primer ministro David Cameron y el canciller, William Hague, salieron a reclamar que la ONU acepte la decisión –ya cantada– del referéndum. Cameron aseguró que el Reino Unido “respetará y defenderá” el resultado del comicio y que “deben ser los isleños los que elijan si quieren ser británicos y el mundo debe escuchar su opinión”. “Hace treinta años dejaron claro que querían ser británicos y por eso las fuerzas británicas liberaron las islas de los invasores argentinos”, interpretó el primer ministro lo que ocurrió en 1982. Hague, en tanto, sostuvo que “apoya esa iniciativa”. “En una región que valora la democracia y los derechos humanos, es totalmente apropiado que los isleños puedan expresar este derecho fundamental”, afirmó el titular del Foreign Office.

La estrategia británica puede encontrar algunos problemas en su historia colonial: como recordó el canciller Héctor Timerman, los habitantes de la isla Diego García –otra colonia inglesa– no tuvieron la posibilidad de participar de un referéndum antes de que el gobierno británico los echara de su isla para que Estados Unidos pudiera tener pleno control del territorio y hacer allí una de sus bases militares. Hasta hoy, los isleños reclaman que les devuelvan sus tierras.

La estrategia inglesa busca evitar el peso del reclamo en la ONU de que Inglaterra se siente a dialogar con la Argentina sobre el futuro de las islas. La Presidenta actualizará ese planteo ante el Comité de Descolonización de la ONU en un viaje en el que la acompañaron fuerzas de la oposición, en una demostración de que el reclamo es una política de Estado para el país.

El senador kirchnerista Daniel Filmus advirtió que “para Argentina, la decisión de llamar a un referéndum no cambia para nada la posición de nuestro país, que siempre se basó en las resoluciones de las Naciones Unidas, donde se plantea que la negociación de la soberanía debe resolverse en negociaciones bilaterales con el Reino Unido”. “La militarización, la negativa al diálogo y este último plebiscito al que acaban de convocar, además de constituir sendas expresiones de debilidad jurídica, colocan a los británicos en el lugar de la sinrazón y la prepotencia. El referéndum no tiene valor jurídico”, estimó el diputado de Nuevo Encuentro Carlos Raimundi. Por su parte, el diputado del espacio de Francisco de Narváez, Gustavo Ferrari, remarcó que “la consulta a los kelpers no tendrá ningún efecto jurídico sobre nuestros derechos soberanos en las islas Malvinas”.

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Los kelpers anunciaron un referéndum para el primer semestre de 2013.
Imagen: EFE
 
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