[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La jueza María Romilda Servini de Cubría encabezó ayer un extraño allanamiento al diario La Nación. Todo partió de una no menos extraña nota aparecida hace cinco meses en el semanario El Guardián, una publicación a la que se vincula con el tantas veces acusado banquero Raúl Moneta. El 27 de noviembre se publicó, sin firma, un informe sobre el supuesto ingreso de capitales al diario y 24 horas más tarde un ignoto ciudadano se presentó en una comisaría para acusar a sus accionistas de haber protagonizado “una operación de lavado de dinero”. Anoche, fuentes del Gobierno adjudicaban la ofensiva contra el diario a restos del menemismo que quieren jugar sucio contra la administración Kirchner. Otros, insisten en que Moneta, o sus amigos del menemismo, intentarían incidir en un eventual proceso de venta de La Nación.
En el allanamiento de ayer, el secretario de Servini, Manuel Sandberg Haedo, que tuvo la colaboración técnica de la contadora Alicia López de la Unidad Fiscal de Investigaciones Tributarias y Contrabando (Ufitco), se llevó documentación de La Nación. Como respuesta, el diario emitió un comunicado en el que señaló que “Sociedad Anónima La Nación informa que se ha llevado a cabo un allanamiento en sus oficinas, en el que se recabó información de la empresa. Dicha documentación nunca había sido solicitada por el juzgado. La empresa puso a disposición del juzgado la documentación solicitada”.
Quienes en forma habitual investigan el lavado de dinero, hicieron el siguiente diagnóstico ante este diario:
- La publicación de la nota en El Guardián denota que hay detrás una operación interesada, alguien que le quiere embarrar la cancha al diario.
- La denuncia, 24 horas después de la salida del semanario, de un desconocido ciudadano, que se presenta en una comisaría, también llama la atención y corrobora la impresión de que alguien está desarrollando una operación desde las sombras.
- El sorteo de la denuncia llevó el expediente al juzgado de Servini de Cubría, que decidió una medida grave como el allanamiento sin contar con una denuncia seria, sino con un artículo aparecido sin firma en un semanario, al que se sumó una presentación casi anónima en una comisaría.
El próximo paso en la causa judicial será el análisis de la documentación secuestrada que estará a cargo del juzgado y tendrá la colaboración técnica de la Ufitco y, en especial, de la contadora Alicia López, que suele trabajar con Servini de Cubría. El comunicado de La Nación indica que sus abogados se van a interiorizar del expediente desde hoy mismo.
En los ámbitos políticos se hablaba ayer de varias hipótesis:
- Hubo un notorio choque inicial entre La Nación y el flamante gobierno de Kirchner. Sin embargo, hombres del santacruceño sostuvieron que “es ridículo pensar que el Gobierno puede tener algo que ver. Esto parece que se inició en noviembre y ni sabíamos que existía”.
- El Guardián, origen de la denuncia, está vinculado con el cuestionado banquero Raúl Moneta, muchas veces llamado el banquero de Menem. No faltan quienes atribuyen esta movida a que Moneta tiene algún interés en lidiar en una eventual compra de La Nación. También se relaciona al ex ministro José Luis Manzano con Moneta.
- La tercera hipótesis apunta al menemismo, o mejor dicho a los restos del menemismo, que querrían complicarle las cosas al Gobierno. No faltan quienes vinculan a la jueza con el ex presidente y de allí deviene la sospecha.
Sea como fuere, el hecho concreto es que por primera vez en mucho tiempo allanaron un medio de comunicación. Y eso no es poca cosa.