EL PAíS › EL LíDER PRO NO CONSIGUE AVANZAR CON SU ARMADO NACIONAL Y ESTá EN PROBLEMAS EN LA PROVINCIA

Sin candidato y con unas pocas fotos

Hasta ahora Macri no consiguió cerrar ningún acuerdo político y sólo pudo exhibir algunos encuentros con referentes opositores e intendentes. Sin una figura de peso para encabezar la lista bonaerense, algunos insisten en que debe ocupar él ese lugar.

 Por Werner Pertot

Cuando chocó su copa en Año Nuevo, Mauricio Macri no pudo brindar también por haber conseguido el armado nacional que necesita para intentar llegar a la presidencia en 2015. Con el comienzo de 2013, de hecho, ni siquiera tiene un candidato fuerte en provincia de Buenos Aires. Su principal operador y ministro de Gobierno, Emilio Monzó, hizo un balance positivo en el que destacó la incipiente alianza con el radical Gustavo Posse en San Isidro, con el ex duhaldista Jesús Cariglino en Malvinas Argentinas, con el ex ARI Daniel Ivoskus en San Martín y la incorporación como candidato en Córdoba del ex árbitro Héctor Baldassi. Otros macristas comentan por lo bajo que el armado todavía tiene muchas falencias y que esos logros saben a poco. En tanto, la falta de un candidato fuerte en el principal distrito llevó a que reflote el pedido de que Macri renuncie a la Jefatura de Gobierno y se lance como candidato a diputado por provincia.

Para una buena parte de los macristas, este año probablemente se definirá la suerte del PRO como alternativa al Gobierno. El análisis que hacen es que es necesario que queden posicionados ante la sociedad como la principal fuerza opositora y para eso necesitan –de mínima– éxitos parciales en los principales distritos. El gurú ecuatoriano Jaime Duran Barba, en cambio, tiene la idea de que Macri sólo requiere que ningún otro opositor pueda levantar cabeza en 2013. En la dispersión general –calcula el consultor– el procesado jefe de Gobierno sale ganando como líder de la oposición, como parece haber ocurrido en 2011.

Mucha foto y pocas nueces

El 2012 fue tal vez el año en que más activo se mostró Macri en su intención de reunir tras de sí a otros espacios opositores. Algo similar había intentado en 2011 con la firma de un acuerdo entre los candidatos presidenciales de distinto signo, pero la iniciativa rápidamente naufragó cuando Macri renunció a su candidatura presidencial y fue por la reelección como jefe de Gobierno. Con dos mandatos encima, esa opción ya no será posible en 2015 y un armado nacional sólido se vuelve acuciante.

Sin la posibilidad de anunciar alianzas de inmediato, Macri optó –por consejo de Monzó– por mostrarse junto con otros referentes de la oposición. Así, el año que pasó fue el de la foto del jefe de Gobierno con el gobernador cordobés José Manuel de la Sota, el de la imagen del jefe de Gobierno junto a los intendentes radicales que firmaron convenios culturales con la Ciudad y también la postal que lo muestra al lado de Gustavo Posse y Jesús Cariglino. Sin imágenes, el líder del PRO también tuvo encuentros con Ricardo Alfonsín y Roberto Lavagna.

De ese álbum de encuentros y cafés no salió con un armado definido e incluso cosechó algunos “no” rotundos como el de Alfonsín. El socialista Hermes Binner ni siquiera aceptó dialogar con él, aunque luego se sacaron una foto junto al resto de la oposición en el encuentro del 10 de diciembre en la sede del Comité Nacional de la UCR.

“Fue un año muy bueno –consideró Monzó ante –. Lo terminamos en una reunión con Mauricio con 40 dirigentes de los 30 distritos de la provincia de Buenos Aires y del interior. En Córdoba, consolidamos el partido y Baldassi va a ser candidato, En Santa Fe, tenemos la figura de Miguel Del Sel. En Mendoza, seguimos trabajando en el acuerdo con los Gansos. En Catamarca, con el Frente Cívico. En Neuquén, con Horacio ‘Pechi’ Quiroga. Se ha hecho muchísimo. Se han encontrado dirigentes con legitimación electoral. Y Mauricio se muestra muy conforme con lo que hicimos.” En Salta, el PRO va a un acuerdo con Juan Carlos Romero. Otra posible incorporación es el dirigente de la Federación Agraria Alfredo De Angeli como candidato en Entre Ríos. También sueñan con que se postule en La Pampa el ex jugador de Boca Carlos “El Colorado” Mac Allister.

Monzó hizo un análisis pormenorizado de la provincia de Buenos Aires. “En la primera sección el acercamiento de Posse, Cariglino e Ivoskus nos deja en condiciones de dar la pelea. En la tercera sección, se consolidó la figura de Néstor Grindetti, con la incorporación de figuras que daremos a conocer en los próximos meses, una para La Matanza y otra para Quilmes.”

El plan M

El ministro de Gobierno reconoció que en la provincia de Buenos Aires tienen “la gran dificultad de tener la gran figura que aglutine al electorado. Intentamos que sea Gabriela Michetti, pero no pudo ser”. El no de Michetti fue otro de los hitos del año pasado, cuando la ex vicejefa optó por seguir compitiendo en la ciudad de Buenos Aires. Esto llevó a que reflote el debate sobre si Macri no debería ser candidato en provincia. El principal impulsor de esta posibilidad es su primo e intendente de Vicente López, Jorge Macri. “Yo creo que Mauricio tiene que ser candidato en la provincia de Buenos Aires, que es una decisión compleja y que plantea un posicionamiento distinto. Lo pone en la construcción de una alternativa. Mauricio tiene que ser candidato a diputado en provincia”, señaló.

Para el intendente, es una jugada de riesgo, pero que no representará un cambio grande para el gobierno porteño. “Tiene que renunciar a la Jefatura de Gobierno. Horacio está sólido, él confía en María Eugenia y el gabinete está bien”, indicó. No es el único dirigente que sostiene esa idea: Monzó, Esteban Bullrich y Daniel “El Tano” Angelici también son partidarios de esa posibilidad. Horacio Rodríguez Larreta mantiene una posición ambigua, aunque podría inclinarse a favor. Duran Barba, Marcos Peña y Gabriela Michetti están en contra. Macri ya lo rechazó públicamente, pero los dirigentes sostienen que ahora se muestra más receptivo a la idea.

Por ahora, la opción oficial para la provincia son las candidaturas del economista Carlos Melconian y/o de Guillermo Montenegro, aunque en el PRO advierten que “no superan el 20 por ciento de conocimiento”. Otra posibilidad que se barajaba es la del ex titular del Banco Central Martín Redrado. De Francisco de Narváez, los macristas ni quieren oír hablar. “Al Colorado hay que sentarlo último en la mesa, porque es como los chicos: si lo sentás primero te rompe todo”, indicó uno de ellos.

Los reclamos de que Macri sea candidato van de la mano de las advertencias sobre la falta de un armado nacional. “El avance ha sido paupérrimo”, “No sumamos ni un dirigente”, se les escucha decir. “El PRO sigue pensando toda su estrategia en función de la Ciudad. Los conflictos del subte y de la basura lo pusieron a Mauricio a antagonizar con los bonaerenses y eso no nos ayudó”, indica uno de los principales dirigentes, quien señala que Macri entiende que existe esta tensión entre gobernar en la Ciudad y construir una candidatura nacional. La decisión de Macri sobre su eventual candidatura en la provincia estará en marzo.

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Macri en una de sus fotos, con Jesús Cariglino, Gustavo Posse, Guillermo Montenegro y su primo Jorge.
 
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