“No es sólo una visita de Estado, sino lo que yo considero la reconstitución de un instrumento que es política de Estado, como es el Mercosur”, señaló ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al recibir al presidente paraguayo, Horacio Cartes. Ambos mandatarios mantuvieron un encuentro privado de cuarenta minutos en el despacho presidencial, en lo que fue la puesta en marcha de las relaciones con los guaraníes después de la destitución de Fernando Lugo.

“Dijo algo que me impresionó y conmovió: que quiere ser un presidente de un país que no exporte más pobreza, sino que genere riqueza y crecimiento para sus propios compatriotas”, señaló la Presidenta, luego de la reunión a solas con Cartes. Tras destacar “la profunda admiración que tenemos sobre el Paraguay, sobre su historia y sobre su pueblo”, la Presidenta apuntó que los gobiernos de ambos países retomarán trabajos conjuntos sobre “nuevas ideas y nuevos emprendimientos” que tendrán como finalidad lograr “el beneficio de ambos pueblos”.

Argentina es el primer país que el presidente paraguayo visita después de que fue elegido al frente del Ejecutivo. Cartes llegó a la presidencia en una nación que había sido suspendida como integrante del Mercosur por la destitución parlamentaria del presidente electo por el pueblo guaraní, Fernando Lugo, en tiempo record. Los demás integrantes del bloque sudamericano decidieron excluir al Paraguay, defendiendo el principio de reconocer a los gobiernos democráticos elegidos por sus pueblos.

“Su visita, presidente, no es sólo una visita de Estado, sino lo que yo considero la reconstitución de un instrumento que es política de Estado, como es el Mercosur”, destacó Cristina Fernández y agregó que además “es para todos los sudamericanos una poderosísima herramienta, para que nuestros países sigan creciendo”. Fernández de Kirchner ofreció un brindis durante el almuerzo con las delegaciones diplomáticas de los dos países en el Museo del Bicentenario. Además, saludó “esta nueva instancia del Paraguay” en que fue elegido democráticamente Cartes y “una gran oportunidad de profundizar los lazos, de utilizar toda ese inmensa energía hidroeléctrica” de la represa binacional Yacyretá.

El presidente Cartes estuvo acompañado durante la recepción por el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, y en la misma mesa se encontraban el canciller argentino, Héctor Timerman; los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; del Chaco, Jorge Capitanich; de Entre Ríos, Sergio Urribarri; de Formosa, Gildo Insfrán, y de Misiones, Maurice Closs. Además, parte del gabinete nacional participó del almuerzo en honor al presidente paraguayo: estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido; el intendente de Lomas de Zamora y candidato a diputado por el Frente para la Victoria, Martín Insaurralde; el diputado del PRO Federico Pinedo y el historiador Mario “Pacho” O’Donnell, entre otros invitados.

“Con el Paraguay nos unen dos maravillosos ríos, la empresa binacional más importante, Yacyretá, que también tengo el orgullo de haberla terminado definitivamente”, señaló la Presidenta, haciendo foco en la represa hidroeléctrica que demoró más de 24 años en construirse y ponerse en funcionamiento. “Con Paraguay se ha sembrado la semilla para emprender otras grandes obras, sobre todo el mundo ávido de energía, en una región tan necesitada de energía limpia, como es la hidroeléctrica”, sostuvo y remarcó “ese enorme potencial de América del Sur” en la materia, que “se suma a la potencia agroalimentaria”.

La jefa de Estado ofreció como obsequio a Cartes una réplica del sable corvo del general José de San Martín. “Tengo un obsequio para usted, la reproducción del sable que San Martín le entregara a Juan Manuel de Rosas”, señaló y agregó que “lo que muy pocos saben es que Rosas legó al mariscal Francisco Solano López el sable que le diera San Martín”. Allí recordó la Guerra de la Triple Alianza, a la que calificó como una “masacre y genocidio del pueblo paraguayo en un momento en que Paraguay era una potencia industrial, tenían altos hornos de fundición y ferrocarriles. Solano López había convertido al Paraguay en una potencia industrial”. Luego agregó con firmeza que “cuando me hablaba de las inmensas capacidades de su pueblo no tengo ninguna duda de ellas, porque hay testimonios históricos de sus logros”. Además, anunció que en la primera visita que realice a tierras guaraníes entregará “todo el mobiliario que le fuera secuestrado al mariscal y que hoy está en un museo de Entre Ríos”.

Cartes, a su turno, dijo que le “llenó de honor” la presencia de la Presidenta en su asunción –había dudas de los paraguayos sobre la presencia de jefes de Estado de la región– tras el enfriamiento de las relaciones por la salida de Lugo. Y destacó que “nos unen muchas cosas, más de un millón de compatriotas que viven en Argentina”.