EL PAíS › OBJETIVOS Y PROPUESTAS PARA EL VIAJE A WASHINGTON

Que el Tío Sam hable al FMI

Bielsa y Bordón definieron los intereses de la visita a Bush: presión al Fondo, aranceles, ALCA y subsidios. El embajador avisó que no esperan “temas puntuales” sino “entendimiento.”

El martes, luego de una intensa gira por Europa, Néstor Kirchner se subirá al Tango 01 con destino a Washington, donde al día siguiente se reunirá con George W. Bush. Ayer, mientras la Cancillería apuraba los preparativos, Rafael Bielsa definió el tono que, después de una década de relaciones carnales, tendrá de aquí en más el vínculo entre los dos países. “Será razonable, serio, persistente, sin bruscos cambios de posición por parte de Argentina”, sostuvo el ministro.
El viernes, el Presidente aterrizó en Buenos Aires luego de una semana de gira por Europa, donde obtuvo resultados superiores a los esperados: dialogó con Tony Blair, percibió el interés de Jacques Chirac y se llevó una sorpresa con José María Aznar, que le pidió que lo llamara ante cualquier dificultad. También tuvo tiempo de marcarles la cancha a los empresarios españoles y de subrayar la política de derechos humanos. Para mejor, cuando la gira terminaba, Kirchner recibió un mensaje de Washington, indicándole que Bush había accedido a adelantar la visita de Estado para el próximo miércoles.
Ayer, mientras Kirchner descansaba en Santa Cruz, Bielsa salió desde Portugal a plantear los ejes de lo que será la política con Estados Unidos. “Hay una gran cantidad de cuestiones donde hay coincidencias muy marcadas y hay otra cantidad de cuestiones donde hay diferencias. Trataremos de profundizar las coincidencias y de minimizar las diferencias”, señaló el ministro.
“Una cosa que yo quisiera de nuestra Patria, en materia de política exterior y en general, es que se cambiase una actitud de grandilocuencia, una actitud ruidosa, por una actitud más humilde, más serena, más moderada. Esto tanto con los Estados Unidos como con el resto de los países”, agregó.
Bielsa también se preocupó por fijar un límite. Advirtió que la idea es “conservar los niveles de autodeterminación, preservando que Argentina va hacer un desafío muy importante en el multilateralismo, en la restitución de Naciones Unidas al papel de ámbito privilegiado para la resolución de los conflictos”. La frase no es casual: es una respuesta a la política de unilateralismo de Bush, que ignoró a la Naciones Unidas en su guerra imperialista contra Irak y amenaza con hacer lo mismo en otros casos, como Irán o Corea del Norte.
En cuanto al contenido de la visita, el canciller confirmó que uno de los ejes será el pedido de Kir-
chner para que Estados Unidos impulse el acuerdo entre el FMI y Argentina. El Gobierno quiere que Washington utilice su influencia en el directorio del Fondo para acelerar los tiempos del acuerdo, que en los cálculos del Ministerio de Economía llegaría a finales de agosto o principios de septiembre. “Es un tema importante para el encuentro”, señaló Bielsa, en una definición que más tarde redondeó José Bordón, embajador argentino en Washington. “Es importante el apoyo del país de mayor peso en el mundo, como lo ha sido la visita de Kirchner a los principales líderes de Gran Bretaña, Alemania, Francia y España hace pocos días.”
Además, Bielsa aseguró que en la cumbre se hablará de algunas cuestiones vinculadas a la relación comercial entre los dos países, como “los sistemas de preferencias generalizadas para la inclusión de nuevos productos argentinos en el mercado norteamericano con arancel especial”.
El tema de los aranceles no es menor. Ayer, Bordón explicó que “hay puntos donde Argentina, Brasil y otros países tenemos diferencias con los países desarrollados, europeos y Estados Unidos, respecto a los subsidios agrícolas que limitan la gran competitividad de Argentina. Si no existieran esos subsidios, nuestro país podría resolver sin ningún tipo de ayuda todos sus problemas de endeudamiento”.
Otro de los ejes es el ALCA, el acuerdo de libre comercio para América que Estados Unidos quiere negociar bilateralmente con cada país y que el gobierno argentino plantea discutir en conjunto con sus socios regionales. “Se va a hablar de la negociación, en el marco del Mercosur, de un acuerdo con el ALCA. Hay una fecha expectativa para el cierre que es el 2005, tenemos la intención de acelerar estos tiempos”, sostuvo Bielsa.
Finalmente, Bielsa aseguró que la agenda incluirá la principal preocupación de la política exterior de Washington: la lucha contra el terrorismo. “En el encuentro se hablará naturalmente de todos los temas vinculados con la resolución del Consejo de Seguridad exhortando a los países a colaborar con el establecimiento de la paz y la reconstrucción de Irak”, sostuvo el canciller.
Bordón se encargó de redondear las expectativas del Gobierno ante la inminente cumbre. “No espero temas puntuales, sino un clima global de entendimiento, que fortalezca las relaciones entre los países de una manera madura”, concluyó.

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El canciller Rafael Bielsa en Lisboa, con el escritor Antonio Tabucchi, el de “Sostiene Pereira”.
 
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