EL PAíS › ENTREVISTA AL SENADOR ANIBAL FERNANDEZ

“No descarto ser candidato a presidente en 2015”

Los saqueos y los alzamientos policiales, los cortes de energía, el supuesto silencio de la Presidenta, el estilo Capitanich, los acuerdos de precios y el 2015. Una recorrida por todos los temas en el estilo Fernández.

 Por Sebastian Abrevaya

Aun estando de vacaciones, el senador Aníbal Fernández no pierde la manía de levantarse temprano. Ni siquiera la mañana siguiente a cumplir 57 años, cuando atendió el llamado de

Página/12 en su casa en Cariló, playa donde veranea hace años. Verborrágico y directo como se lo suele escuchar en todas sus intervenciones públicas, el ex jefe de Gabinete lanza casi sobre el final de la entrevista una frase llamativa: “No descarto ser candidato a presidente”, responde al ser consultado sobre su futuro político en 2015. El senador aseguró que la presidenta Cristina Fernández está “absolutamente compenetrada” con el Gobierno y fustigó a los que la critican por su ausencia en las últimas semanas. “Sacá la cuenta de los días que Macri está fuera del país y se dedica a no hacer absolutamente nada. El es el jefe de la Ciudad Autónoma en el exilio”, lanzó. Además, rechazó la iniciativa de creación de policías comunales y la sindicalización de las fuerzas de seguridad, al tiempo que puso en duda la efectividad de los acuerdos de precios y le pegó a Sergio Massa. “No sé si es peronista”, disparó.

–Cómo analiza lo que sucedió en diciembre a partir de distintos conflictos como los saqueos...

–(Interrumpe). Los saqueos no son un hecho en sí mismo. Son una motivación de alguien que ha tenido el objetivo de generar ese conflicto. Por eso presenté el proyecto para sancionar y sacar definitivamente de la policía o del servicio penitenciario a aquel que se anime a tomar una decisión así. Eso no significa minimizar ni banalizar el reclamo. Digo que tiene que canalizarse por otra vía. Hay que evitar que algunos miembros de la policía tomen esa actitud bochornosa. Y digo algunos, porque sino generalizamos y hacemos daño. La policía de la provincia tiene 60 mil hombres y mujeres, y fueron 500, 600 los que hicieron quilombo. Lo mismo sucedió en la mayoría de las provincias.

–El otro conflicto desatado en diciembre fue el de los cortes de luz, que todavía tiene lugares sin una solución.

–Tengo cuidado con ese tema. La realidad es que en el universo total de usuarios de luz eléctrica, el porcentaje es muy chiquitito. Ahora, batir el parche basándose en el porcentaje es medio injusto, porque pareciera que uno se mofara de los que se quedaron sin luz, que es un momento indeseable. Yo no tuve luz desde el 24 a las 18 horas hasta el 26 a las 13 horas, por lo cual le toca al que venga.

–¿El gobierno nacional hizo la inversión necesaria?

–Cuando nosotros nos hacemos cargo del gobierno acompañando a Néstor Kirchner, comenzamos el proceso de unificación del anillado nacional. El primer pico de consumo que se produce en aquel momento fue de 14.730 megas. Yo le pregunté a (Julio) De Vido cuál era el cuco, adónde no debemos llegar nunca, entonces me dijo 18 mil megas. En los últimos tiempos fue de 24 mil megas, 10 mil megas más que cuando nosotros entramos. Eso es un esfuerzo de transporte, pero sobre todo de generación, que está hecho. Falta la inversión en la distribución, por eso nuestra queja tan fuerte en las distribuidoras, que no han acompañado el crecimiento del país. No solamente en términos de producción, sino también en términos de los hogares. Hoy un split es de acceso popular. A Néstor le gustaba mucho ver esa estadística. Y bueno, viejo, entonces tenemos que estar preparados para poder llegar a cada uno de los lugares. Por eso soy muy cuidadoso con aquellos que no tienen servicio. ¿Tienen bronca? Y... tienen razón. Tienen que tener servicio. Ahora no darse cuenta de lo que hizo el gobierno argentino es muy de mala leche.

–¿Pero no se controló la falta de inversión de las distribuidoras?

–En diez años subió casi el doble el nivel de producción y distribución. Uno puede imaginar que los controles que uno está llevando a la práctica dan resultados, pero se ven realmente cuando estás en la práctica. Eso está demostrando que en algunos lugares hay situaciones que tienen que ser resueltas por las distintas distribuidoras. No es el Gobierno. No es una justificación. Es una mera explicación con muchísimo respeto por el que no tuvo el servicio.

–¿Se deberían estatizar?

–Es un tema muy delicado. Lo planteé cuando empezó el tema de los cortes. Nuestra discusión era: “Viejo, pónganse las pilas y resuélvanlo. Si no, van a tener sanciones muy duras desde el punto de vista pecuniario”. Si en algún momento hay que sacárselas, se les va a sacar. No podés dejarlas en manos de un tercero que vino a llevarse mucha guita y no le resuelve el problema al usuario. La empresa de servicios públicos que esté pensando que el objetivo es el beneficio y no resolver la problemática no es una empresa que le sirva al Estado.

–¿Está de acuerdo con los acuerdos de precios para combatir la inflación?

–No sé cuál es el objetivo. No quiero ponerles título a estas cosas porque lo desconozco. No estoy muy seguro de que sean tan potentes o tan criteriosos como para resolver algún tipo de problema determinado. Sí pueden servir circunstancialmente, sobre todo con estacionalidades o situaciones donde te das cuenta de que hay quienes se aprovechan para sacar ventaja de los que más necesitan, pero no soy muy amigo de estas cosas.

–¿Las paritarias no se verán influidas por los aumentos que consiguieron las policías?

–Hasta ahora debemos llevar más de 3000 Convenciones Colectivas al alza, mejorando las condiciones de trabajo. Es uno de los hechos políticamente más contrastables del gobierno de Cristina respecto de los otros. Todos toman la sopa respecto del poder real que no quiere saber nada con este tipo de situaciones. Lo que no se puede hacer en este caso es alentar a una discusión que lleve el número a un determinado nivel que genere un conflicto y un efecto dominó respecto de los otros gremios. Hay que ser moderado, y eso es lo que entiendo que el Gobierno pide en la discusión paritaria.

–¿Apoya la sindicalización de las fuerzas de seguridad?

–No. La Argentina se debe una modificación respecto de las fuerzas de seguridad. Y la modificación significa discutir que son fuerzas civiles, más o menos verticales, pero en manos de civiles, como siempre han estado en nuestro gobierno. Tiene que haber en ese marco una reforma que descentralice y garantice la participación de la sociedad de la mejor forma posible. Esa apertura va a permitir en algún momento, a lo mejor, hablar de sindicalización. Pero no en estas condiciones, porque abriría el juego a una tercera persona que tendría a lo mejor más poder que el propio jefe de la fuerza. En este contexto, bajo ningún punto de vista.

–También se debate la creación de las policías municipales...

–No creo en eso. Es una solución que supuestamente le van a encontrar dándole fuerza al intendente que ante un conflicto severo del distrito no va a tener forma de responder. Es un ensayo de laboratorio que llevado a la práctica puede traer más dolores de cabeza que soluciones.

–¿Pero entonces qué otra solución ve en materia de inseguridad?

–Seguir insistiendo en medidas que tengan que ver con lo que está necesitando la sociedad en cada uno de los lugares. La idiosincrasia, el espacio geográfico que ocupa, los accesos, la forma de vivir. Muchas cosas tienen que ver, no hay una solución enlatada que les sirve a todos.

–Julián Domínguez habló de trasladar la capital al norte, ¿qué piensa?

–No sé ni a qué se refiere, no tengo ni idea. ¿La Argentina no tiene quilombos que resolver para trabajar sobre semejante tema? Me gustaría conocer un poquito más para tener alguna opinión, porque lo que dice así porque sí me parece innecesario, pero a lo mejor si lo escuchara con algún criterio por ahí la cosa caminaría.

–Dirigentes de la oposición y algunos medios de comunicación advierten que la Presidenta está sola o que se alejó del Gobierno...

(Interrumpe.) Es una idiotez. Los mismos que dicen que Cristina está sola son los que no quieren hablar del procesamiento de los que generaron el megacanje. Se hacen todos los boludos y no dicen nada de aquel latrocinio que le hicieron a la sociedad de 60 mil millones de dólares. La Presidenta tuvo una dolencia física conocida por todos, fue intervenida quirúrgicamente, se recuperó, volvió al Gobierno con el cuidado del caso y cuando se tuvo que tomar vacaciones se tomó unas vacaciones en la casa. Un montón de tarambanas que existen en este país salieron a tocar el pito: “Está en El Calafate”. ¡Vive en El Calafate, gil! Está en su casa. ¿Cuántas veces te quedaste vos de vacaciones en tu casa? Nunca. ¿Dónde estaba? En la casa, reponiéndose. Tener que dar explicaciones por eso es medio tarado. La verdad es que esta Argentina está plagada de bobos que ese tipo de cosas los ponen contentos.

–Pero es cierto que Cristina hasta ahora estaba muy presente en el día a día de la gestión...

–¿Y vos creés que Cristina no estuvo presente? No la conocés a Cristina. Hablará por las vías que corresponda con quien corresponda. Yo he hablado en reiteradas oportunidades, me ha llamado ella por un montón de razones. Seguía absolutamente compenetrada con la situación nacional, simplemente que reponiéndose de su intervención tenía que tomar unos días de descanso, que no tomó nunca, jamás. Desde el 25 de Mayo en que Néstor asumió, jamás tomó vacaciones ninguno de los dos. Sacá la cuenta de los días que Macri está fuera del país y se dedica a no hacer absolutamente nada. Él es el jefe de la Ciudad Autónoma en el exilio.

–¿Cómo ve la situación de Capitanich teniendo en cuenta que tuvo que corregir algunas de sus afirmaciones en su contacto diario con la prensa?

Cuando se elige un jefe de Gabinete, se lo elige con su impronta. Después, las decisiones las toma el presidente de la Nación. En este caso Cristina. Ella es la que baja la línea. Trajo a un gobernador que desde que ganó en el Chaco no perdió nunca más. Un contador formado en economía, con un montón de cualidades para participar de lo que se le está exigiendo. Con esta vocación de estar en contacto para tener informados, cosa que se reclamaba, a veces la celeridad del tema hace que por ahí vayas un poquito más rápido que lo que está sucediendo, pero estamos hablando de políticas públicas, nada es tan clavado para decir que no se mueve más.

–Se renovaron autoridades en el PJ bonaerense y algunos señalaban que usted no tuvo representación en la nueva conducción...

–Nunca tuve interés de estar en el partido. No creo en el partido. Para mí, ligado al pensamiento de Juan Perón, el partido es una herramienta electoral y punto. Soy un hombre formado, hecho y recontra hecho, en el movimiento nacional. Cuando fui al partido como consejero de la Tercera Sección Electoral fue porque me lo pidió Balestrini para que lo acompañara. No tenía ningún interés ni moví un dedo para participar. No fui a votar ni ninguna cosa de esas. No me interesa el partido.

–Martín Insaurralde dijo que le gustaría ser candidato a gobernador en 2015. ¿Qué le parece?

–En este mundo todos tienen derecho a pretender lo que se le antoje. Insaurralde o quien sea. Que diga lo que quiera y, si le da el cuero, que se presente y compita en las primarias y se terminó. La herramienta de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, muy fustigadas por la oposición, han sido inteligentemente utilizadas ahora por la oposición y recontra aplaudidas. Tan cierto es que hoy (Pino) Solanas está sentado en el Senado por el buen uso de esa política. Ingresó por un conjunto de pensamiento político que no se parece ni por casualidad. Son las reglas del juego de esta propuesta política. El que tenga ganas que se presente y que dé la discusión adentro. El que gana, gana, y el otro acompaña y se terminó el conflicto.

–Con esa idea, Massa, que se define peronista, ¿no debería competir en las PASO con el candidato del FpV?

–Yo no me ocupo de la oposición pero... primer tema: no sé si (Massa) es peronista. La tercera en la lista es Mirta Tundis, que no sabe cuándo es nunca. Pobre mujer, la puso (Héctor) Magnetto con el dedo. Cuarto es Felipe Solá, otro que no sabe cuándo es nunca, pero que habiendo entrado siete veces a la Rural en el Cadillac con Menem, votó en contra de mejorar los derechos de los trabajadores rurales. Quinto (José) De Mendiguren, que nos hablaba a los peronistas de los derechos de los trabajadores y cuando vendió Coniglio se cagó en todos los trabajadores. Séptimo es Adrián Pérez, que no votó ni la movilidad jubilatoria. Tres diputados de Macri... ¿de qué peronismo me estás hablando? ¿Esa es la lista con la que tengo que confrontar internamente? Que hagan lo que quieran, que compitan por donde quieran y nosotros haremos lo propio por el Frente para la Victoria.

–¿Y usted adónde se ve en 2015?

–Participando con algún compañero al que le den muy bien las cosas para competir con cua-lquier fuerza que se ponga enfrente o presentándome como candidato en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. No descarto ninguna de las dos cosas.

–¿Se presentaría como candidato a presidente o a gobernador bonaerense?

–A presidente. No lo descarto. De última, es más volumen político y más consolidación del candidato si a mí no me fuera bien. Nunca perjudicaría, al contrario.

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“No sé si Sergio Massa es peronista”, dice Aníbal Fernández.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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