EL PAíS › OPINION

Para que no despidan al 1º de Mayo

 Por Carlos Tomada *

Cuando hablamos de trabajo es interesante tener en claro en qué lado se para cada uno. Cuando nosotros llegamos al gobierno en medio de una crisis fenomenal, la prioridad fue el empleo. Este tema ocupó el centro de la agenda de las políticas públicas durante 12 años. En aquel tiempo los que hoy gobiernan proponían otro sendero. Coherentes hoy, se ocupan de los buitres, de transferir recursos de los que menos tienen a los que menos necesitan, de retenciones, de perdones mineros y de tarifazos. El país, tenía y tiene cuestiones económicas para corregir pero no estaba en crisis en octubre de 2015. Y la prueba más contundente es el crecimiento del PBI que ellos mismos notaron y anunciaron: 2.1 por ciento en 2015, y creación de empleo en los últimos años. Y eso puede ser crecimiento más lento, pero nunca crisis. Entonces ¿para qué el shock?

En esta lógica, el empleo no solo no es una prioridad para ellos, sino que es un obstáculo. Una obstáculo que requiere un disciplinamiento para que sus políticas puedan llevarse a cabo. Tengámoslo en claro, los problemas que hoy vive el país en materia laboral no son un “efecto no deseado”. Todo lo contrario. Es lo que buscan. Y no solo para asustar y ajustar, también para enfriar la economía, enfriar los precios que se les recalentaron y están fuera de control y lograr la rentabilidad que las grandes empresas les reclaman. No son casuales algunos editoriales y notas de opinión que bajo el rotulo de modernizar, lo que proponen es volver a la precarización. Si. La misma del 76 y de los 90.

Seguramente es por eso que tergiversan algunos datos o los usan en sentido contrario de lo que significan. Hacia adentro plantean una crisis. No obstante la realidad, les resulta incontrastable. El año pasado el empleo privado creció en la Argentina. Fue un crecimiento, a tono con un mundo que vive un tsunami con el empleo desde 2008. Pero creció.

Tratando de esconder todas estas realidades y todas estas intenciones, el actual gobierno, propone una parodia de diálogo. Porque el Diálogo Social es otra cosa, se mide por resultado, no por cantidad de reuniones. No es reunirse para conseguir una foto. Es negociación y no imposición. Es poner sobre la mesa diagnósticos certeros y no errados con proyecciones que terminan siendo superadas porque ni los trabajadores ni los dirigentes sindicales comen vidrio. Suena ridículo pensar que con una inflación que está más cerca del 40 que del 35 por ciento, se les pueda imponer a los gremios que firmen acuerdos por un 20 o un 25 por ciento. Ya está superado. Fracasaron. Por eso las paritarias están en la incertidumbre aunque algunos medios lo ocultan.

Hace dos días, el Senado de la Nación, le dio media sanción a un proyecto sobre emergencia laboral. Un proyecto que el propio Presidente de la Nación amenazó con vetar. Habría que creerle porque en la ciudad vetó 87 leyes en ocho años, es decir más de 10 vetos por año. Y ahora lo hace confundiendo o intentando confundir a la sociedad sobre lo que realmente busca esta iniciativa. Porque una cosa es una propuesta de promoción del empleo y otra, muy distinta, es una que apunta a la emergencia. Una emergencia que se creó desde el seno del propio gobierno al poner en práctica una ola de despidos tan inhumana como discriminatoria. Tan innecesaria como perjudicial. Esto hay que pararlo, con la movilización y la ley.

Es imposible pensar, en este contexto, una ley que promocione el empleo. Está condenada al fracaso. Porque son las políticas del gobierno las que las van a hacer fracasar. Con el Plan de Primer Empleo, el gobierno macrista debuta en materia laboral reforzando la agenda económica neoliberal. Ya fracasaron en los 90. La falla es de diagnóstico y de concepción.

Hoy los trabajadores y sus organizaciones, se reúnen para otro Primero de Mayo. Un Día de los Trabajadores, triste. Reaccionan frente a quienes quieren meter miedo. Miedo por el empleo en estado de fragilidad. Miedo por los salarios a tiro del deterioro. Algo que ningún argentino se merece. Viendo tanto desatino oficial, el 13 de abril, una enorme mayoría dijo basta. Basta de atropellos a la libertad. Basta de atropellos a los derechos y a la igualdad. Basta de engañar con anuncios que dicen una cosa y que cuando se leen los decretos resultan otra. Basta de amenazas con el desempleo y la edad jubilatoria. Basta de este retorno a un pasado que tanto dolor nos causó.

Por lo tanto, los que defendemos los intereses nacionales y populares, estaremos junto a los trabajadores en la calle. Porque no vamos a dejar que la fecha del 1º de Mayo sea un despedido más.

* Jefe de bloque del FpV en la Legislatura porteña. Ex ministro de Trabajo.

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