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A diferencia de la semana pasada, ayer los bloques que reclaman la nulidad de los indultos de Carlos Menem pudieron sesionar. En minoría, en una sesión no oficial y sin fuerza resolutiva, pero pudieron manifestarse. Cuando el tablero electrónico, que marca las presencias, se apagó, señalaba que había 56 diputados presentes. Lejos del quórum reglamentario de 129, pero con los suficientes como para iniciar un reclamo.
En la frustrada sesión de la semana pasada había dos proyectos en tratamiento. Uno de la radical Margarita Stolbizer y otro de Patricia Walsh, de Izquierda Unida. En esta ocasión el consenso se unificó en una iniciativa común. Las primeras firmas fueron las de Stolbizer y luego la del jefe de la bancada radical en Diputados, el catamarqueño Horacio Pernasetti. Aun así, los radicales estuvieron lejos de sentar a sus 40 integrantes.
El titular del cuerpo, el duhaldista Eduardo Camaño, acompañó estoicamente el debate de más de una hora. Cada tanto recordaba a los legisladores que la sesión no era seguida por los taquígrafos oficiales. En buen romance les estaba diciendo que sus opiniones no tendrían un lugar en las publicaciones del Congreso, algo que provoca la verborragia de algunos legisladores. En el debate hubo todo tipo de posiciones. Tanto Stolbizer como Walsh condenaron los fundamentos de los indultos de Menem. Luis Zamora fue un paso más allá y sostuvo que el problema no son los indultos sino el Poder Judicial. En este punto señaló que “no hay justicia en la Argentina porque el Poder Judicial trabaja para la impunidad”.
El kirchnerista Miguel Bonasso reivindicó la figura del Presidente y el acto del 24 de marzo en el que se entregó la ESMA para la construcción de un Museo de la Memoria. Al hablar de los indultos, Bonasso resaltó la “nulidad insanable” de estas normas. También recordó que se inscribieron “en la política de entrega y sumisión del gobierno de Menem a Estados Unidos”.