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Un grupo de afiliados a Autodeterminación y Libertad, encabezados por la legisladora porteña Susana Etchegoyen, pidió a la Justicia que disponga la nulidad de las elecciones internas que días atrás se realizaron en esa fuerza e investigue el manejo de los fondos partidarios. La denuncia apunta directamente contra el fundador y líder de ese partido Luis Zamora, a quien acusan de tener manejos poco claros y discrecionales en beneficio propio y de su esposa, la también legisladora Noemí Oliveto.
Los otrora fieles a Zamora afirmaron ante la Justicia Electoral que las internas de Autodeterminación y Libertad del pasado 7 de noviembre fueron armadas a la medida del jefe partidario, de modo de asegurarse el control de esa fuerza. La jueza María Servini de Cubría recibió la denuncia el martes pasado y ayer recibió en su despacho a Etchegoyen, quien la puso al tanto de cómo se sucedieron las cosas.
Los problemas dentro de ese partido no son nuevos, como tampoco sus constantes disputas políticas. De hecho, Etchegoyen mantiene su afiliación a AyL, pero no comparte el bloque cada vez más reducido que esa fuerza tiene en la Legislatura y que conduce Oliveto. Por sus divergencias con Zamora y su esposa, Etchegoyen constituyó el Bloque 19 y 20.
En las elecciones del año pasado, el partido de Zamora obtuvo ocho bancas y se convirtió así en la tercera fuerza legislativa de la ciudad, detrás del macrismo y el oficialismo. Sin embargo, ya antes del debut de la actual Legislatura el zamorismo sufrió sus primeras dos bajas: los hermanos Rubén y Tomás Devoto formaron su propio bloque tras denunciar a Zamora por su manejo discrecional de AyL. Con argumentos similares, a mediados de este año abandonaron la bancada conducida por Oliveto los legisladores Héctor Bidonde, Sergio Molina y Daniel Betti. Frente a las diferencias, Patricia Flores –cuñada de Oliveto– optó por otra salida para no alterar la convivencia familiar: no dejó el bloque, sino que directamente renunció a su banca y así la dejó en manos de Daniel Vega, quien comparte con la mujer de Zamora la profesión de psicólogo y es el único que aún sigue a su lado.
A Zamora no le fue mucho mejor en la Cámara de Diputados. Marta De Brasi, quien también consiguió su banca el año pasado, dejó días atrás el bloque de AyL. Aunque no la hace pública, Carlos Tinnirello –el otro integrante de la bancada– mantiene con Zamora una ruptura de hecho.
El origen de la presentación sobre la que ahora debe expedirse Servini es la falta de normalización de AyL en los plazos correspondientes. Tras la constitución del partido en 2001, la jueza dio 90 días para normalizarlo. Al amparo de sucesivas prórrogas, la normalización nunca se concretó y fue con ese objetivo que se realizaron las internas.
Lo que Etchegoyen y quienes firman la presentación ante Servini no entienden es por qué después de 1071 días sin cumplir la orden de normalizar AyL, Zamora convocó a las internas el pasado 18 de octubre –o sea, tres semanas antes de su realización– y sólo dio plazo hasta el 22 de ese mes –apenas cuatro días– para presentar las listas. Los denunciantes remarcaron, además, que el jefe partidario redactó un reglamento para la elección que prohibió participar a todos aquellos que hubiesen abandonado los bloques de AyL y fijó la obligación de presentar 100 firmas de afiliados para avalar las listas.
Además del pedido de nulidad de la interna, a la cual se presentó sólo la lista oficialista de Zamora, la presentación ante Servini tiene otro planteo: que investigue “los dispendiosos gastos efectuados por la pareja (en alusión al líder de AyL y su mujer), así como también la ubicación de los hoy evanescentes recursos financieros de la organización”.