EL PAíS › LA EMPRESA QUE TENIA QUE VIGILAR
LAS VALIJAS VIENE DEL TRONCO YABRANISTA

¿Quién dijo que Yabrán estaba muerto?

Mientras la investigación judicial avanza, aparecen nuevas patas que ponen al descubierto los enormes huecos del negocio aeroportuario. Las valijas con cocaína rumbo a España pasaron pese al supuesto control de la Fuerza Aérea y a la seguridad que depende de la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000. La empresa teóricamente encargada de los scanners está dirigida por el hijo de un jefe de seguridad de Yabrán y dos de sus miembros fueron expulsados de la Policía Aeronáutica, que sin embargo los dejó actuar.

 Por Martín Granovsky

El slogan publicitario de Southern Winds es “Liberate, animate, volá”. El creativo que lo pensó terminó siendo un astrólogo que pronosticó con exactitud lo que pasaría en Ezeiza con valijas sin control, scanners que no funcionan, una fuerza armada que cumple (deficientemente) funciones de seguridad internas y la presencia inamovible, aun después de muerto, del zar de los negocios de correo, comunicaciones y aeropuertos Alfredo Yabrán.

1 El fantasma de Yabrán
Una de las pistas principales que siguen los investigadores es la relación entre Southern Winds, Aeropuertos Argentina 2000 y Top Air Security SRL. Top Air fue la empresa contratada por SW para velar por su seguridad. La firma tiene antecedentes, incluso familiares, en el ramo de la seguridad y los aeropuertos. La pesquisa ubicó como accionista a Santiago Adolfo Donda y como empleados importantes a un hombre de apellido Heredia y alias “El Negro” y a otro llamado Marcelo Filippi. Donda es hijo de Adolfo Miguel “Palito” Donda Tigel. Capitán de fragata retirado, Donda Tigel estuvo procesado por 62 crímenes de lesa humanidad por sus tareas dentro de la patota de la Escuela de Mecánica de la Armada. Cuando Alfredo Yabrán construyó su imperio, “Palito” puso su oficio al servicio de los negocios aeroportuarios y afines del Cartero. Fue uno de los directores de Zapram, la empresa de seguridad que controlaba los depósitos fiscales de Ezeiza cuando aún pertenecían a Yabrán. También estaba vinculado a Quality Control junto con Víctor Dinamarca, un ex agente del Servicio Penitenciario durante la dictadura que fue otro de los represores contratados por Yabrán. En la ESMA también usaba el alias de “Gerónimo”. Llegó a ser jefe de inteligencia del grupo de tareas. Naturalmente Santiago Adolfo Donda no tiene ninguna responsabilidad en los crímenes de Adolfo Miguel. Solo heredó el apego al oficio y aprovechó los contactos para seguir en el rubro aeroportuario. En cuanto a Heredia y Filippi, los investigadores están tras un indicio que puede confirmarse con facilidad en la Policía Aeronáutica Nacional: los dos fueron dados de baja. La pesquisa trata de averiguar, tal como informó un funcionario a Página/12, si la causa presunta de la baja fue una acusación de contrabando. El responsable de las bajas fue el brigadier Walter Barbero, uno de los jefes de la Fuerza Aérea no ligados a la línea interna yabranista del arma.

2 El viaje de Barbaccia y Palacios
Heredia y Filippi son conocidos en el ambiente de las agencias de seguridad como amigos del comisario retirado Jorge “El Fino” Palacios. Igual que en el caso anterior con la relación filial, la amistad no es delito, y menos causa de sospecha. Tampoco hay derecho a ser suspicaz ante el turismo. Los registros de las fuerzas de seguridad tienen que Palacios estuvo hace un mes en España. Salió el 11 de enero y volvió cuatro días después. Viajó por Southern Winds. Lo acompañó en ese viaje el abogado José María Barbaccia. Barbaccia, junto con Eamon Mullen, son los abogados de Southern Winds. Los dos eran fiscales en la causa del ahora suspendido juez Juan José Galeano por el atentado a la AMIA en 1994. El jefe de la Unidad Antiterrorista que coincidió entonces con ellos, en tiempo y en criterios de investigación que el Tribunal Oral Número Tres cuestionó por su ineficacia, fue Palacios. El presidente Néstor Kirchner lo pasó a retiro el año pasado, luego de una escucha telefónica en la que aparecía junto a un comisario hoy preso, Carlos Gallone, y a un comerciante de autopartes truchas relacionado con el caso Blumberg, Jorge Sagorsky.

3 El papel de Varsavsky y Eurnekian
En tiempos de Fernando de la Rúa, Donda Tigel multiplicó su trabajo. Atendió también la seguridad de Educ.ar, el portal con el que Aíto de la Rúa pretendía que la Argentina ingresara a un Primer Mundo, objetivo imposible durante el gobierno de Carlos Menem que debería cumplir el de Fernando de la Rúa, su padre. En aquel momento el gran impulsor nacional e internacional de Educ.ar fue Martín Varsavsky, primero obligado al exilio familiar y luego convertido en un exitosísimo empresario en España. La última iniciativa que se le conoce a Varsavsky es su alianza en una empresa aérea: Southern Winds. Puso dinero y maneja el site de Internet para intensificar la comercialización de pasajes en la web. El empresario tiene brevet de piloto. Uno de sus socios, además del ahora preso Juan Maggio, es Eduardo Eurnekian, principal accionista de Aeropuertos Argentina 2000. Como muy pocos empresarios en la historia argentina, Eurnekian logró reunir negocios como la explotación comercial de los aeropuertos y el manejo de líneas aéreas.

4 ¿Por qué los aeropuertos están militarizados?
La Argentina tiene una particularidad extraña en el mundo. Una institución armada, la Fuerza Aérea, tiene jurisdicción sobre la seguridad en el aire incluso cuando se trata de vuelos no militares. En esos casos es juez y parte, porque también controla la junta que analiza los accidentes. Para evitar esa superposición es que el Gobierno envió a la Administración Nacional de Seguridad Aérea de los Estados Unidos los resultados del peritaje nacional en el que había participado la Aeronáutica. Una de las ramas de la Fuerza Aérea es la Policía Aeronáutica Nacional. Suena a resabio de otras épocas, de cuando, por ejemplo, la Policía Militar custodiaba cuarteles o servía como órgano de investigación interna del Ejército. Pero la PAN sobrevive como instrumento de control y seguridad en lo que podría ser una violación de las leyes de Defensa y de Seguridad Interior, que prohíben ocuparse de la seguridad interna a cualquiera de las Fuerzas Armadas. Para eso están las tres fuerzas de seguridad federales, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal. En este caso la PAN carga, además, con sospechas de peso. Una es su convivencia con las irregularidades en SW y con la presencia en Ezeiza de Filippi y Heredia. Otra son los dos meses que demoró en desplazar al comodoro Beltrame, jefe de la estación Ezeiza del organismo.

5 Adrián Pelacchi, de Menem a Gutiérrez
Una pata del dispositivo de seguridad de los aeropuertos es la empresa que los gerencia, Aeropuertos Argentina 2000. Según los especialistas, AA-2000 no contrató a la firma de Donda. Pero uno de los investigadores dijo a este diario que está bajo análisis el expediente de contratación de TAS. “No cualquiera puede entrar a un aeropuerto de la magnitud de Ezeiza sin la certificación del concesionario, porque si no estarían las puertas abiertas para cualquier contrabandista o el primer narcotraficante que pasa por la autopista Riccheri”, dijo. El jefe de seguridad de AA-2000, contratado por el presidente de la compañía, Ernesto Gutiérrez, es el comisario general retirado Adrián Pelacchi. Es un oficial con experiencia: fue jefe de la Policía Federal y secretario de Seguridad con Carlos Menem.

6 Scanners sin vigilancia
La función primaria de la PAN es controlar los scanners de las valijas que ingresan en el primer control de seguridad con rayos equis al que debe someterse el equipaje de cualquier pasajero. Una función secundaria es supervisar a las otras empresas, papel que desde otro costado comparte el área de Seguridad de AA-2000. Las dos instancias sortearon lo que estaba ocurriendo con TAS y sus funciones para Southern Winds. TAS se ocupaba nada menos que de aplicar otros scanners, los que vigilan el equipaje y la carga en un segundo control antes del acceso al avión.

7 Limpieza en Aduanas
Ante los delitos concretos intervienen otros organismos del Estado. Cualquiera de las tres fuerzas federales de seguridad, y también los funcionarios que dependen del área de control de la Dirección General de Aduanas. Allí figuran los miembros de la Policía Aduanera, los de Fiscalización Aduanera y los de Drogas Peligrosas. Un integrante del Gobierno dijo anoche a este diario que el actual director, Ricardo Echegaray, que goza de la confianza presidencial, ordenó abrir un sumario interno para detectar si hubo responsabilidades de ese sector del Estado en éstas u otras valijas voladoras. “Cuando asumió, en el 2004, Echegaray apartó, echó o concedió licencias a un grupo de directivos como Andrés Vázquez, Carlos García Lorea, Damián Sierra, Guillermo Potenza y Gabriel Cuomo”, explicó. Fuera del ámbito aduanero, el nombre más conocido es el de García Lorea, subdirector de la Aduana cuando el director era el actual gobernador de Chubut, Mario Das Neves. El nivel de movimiento interno hizo que algunos jueces quisieran aumentar su peso en el organismo. Julio Speroni, magistrado en lo penal económico, llegó estos días a pedir un preventor con nombre y apellido para su juzgado, cuando según los especialistas es la Aduana la que debe designarlo. El elegido de Speroni es Gustavo Hernández. Los nombres de Sierra y Vázquez habían figurado en la investigación del contrabando de oro.

8 Las instrucciones de Kirchner
El Presidente dio la misma instrucción a la Dirección de Aduanas y al ministro de Defensa, José Pampuro. Según lo informó a Página/12 un miembro del Ejecutivo, dijo que no debía haber topes para la investigación en ninguna franja del Estado. “Que la Justicia actúe y que caigan los que tenga que caer”, fueron las instrucciones concretas que, palabras más o menos, los funcionarios transmitieron hacia las segundas o terceras líneas.

9 Las culpas en la Fuerza Aérea
Por segunda vez en un año, la cúpula de la Fuerza Aérea queda salpicada por un escándalo de gran tamaño. La primera fue la investigación de las contrataciones falsas para el Tango-01, denunciada por la propia Secretaría General de la Presidencia gracias a los remitos verdaderos que había archivado el personal civil del área de aviones. La causa está en el juzgado de María Romilda Servini de Cubría, que procesó a un grupo de comodoros y brigadieres por la participación en compras con sobreprecios que incluyó la fabricación de remitos falsos y aun la creación de empresas fantasmas. La jefatura de la PAN en Ezeiza es uno de los cargos más altos que puede alcanzar un comodoro en actividad. Más allá, otra vez, que el comodoro Beltrame sea el padre de un acusado de contrabando, lo cual no constituye un delito, el hecho serio es que comandaba una fuerza que no logró ningún resultado concreto. La PAN estaba recelosa con la Policía Federal, que descubrió el año pasado un cargamento de pastillas de éxtasis en una de sus primeras intervenciones en Ezeiza. La aparición de brigadieres y comodoros en hechos sospechosos podría revelar la existencia de negocios de alto nivel a los que la conducción actual de la Aeronáutica, a cargo del brigadier Carlos Rohde, parece no controlar.

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